La controvertida ley de reforma laboral aprobada este miércoles por el Parlamento húngaro que responde al primer ministro, Viktor Orban, ha sido denominada popularmente como ‘Ley de Esclavitud’. Entre las reformas al Código del trabajo figura un aumento de las horas extras de un máximo de 250 horas al año a 400 horas. Esto significa un día más de trabajo semanal que se permite pagar en un plazo de tres años.
Al conocerse la noticia el miércoles 13 de diciembre por la noche, salieron a las calles de Budapest, de manera espontánea, centenares de personas a expresar su repudio: “Orban Traidor” y “Orban se irá al infierno” eran algunas de las consigna y fueron reprimidos por no haber pedido el permiso correspondiente para permanecer en la calle, según afirmó un representante del gobierno.
Los trabajadores volvieron a salir a la calle el día jueves, esta vez junto a sindicatos y partidos opositores. Tamás Szűcs, Presidente del Sindicato Demócrata de Maestros, fue terminante: “Ni un paso atrás. Los trabajadores no pueden permitírselo. Esta es la Ley Laboral más reaccionaria de Europa. Ya es hora de que los sindicatos demuestren que pueden superar sus intereses particulares”.
El gobierno húngaro es uno de los más conservadores de Europa. Su primer ministro, Víktor Orban, hace temblar e la Unión Europea. Personaje curioso, Hermano Mayor de una orden de templarios dispuestos a defender Europa de la invasión de los infieles, promotor de leyes antiimigrantes que incluye la idea de operaciones militares para frenar a los refugiados en Libia.
Según el diario El Mundo: “La metamorfosis de Orban, en verdad, es kafkiana. De joven defensor de la democracia, las libertades y los derechos humanos; de estudiante de izquierdas y ateo, ha pasado a ser una especie de blando, católico y cruzado contra el mahometismo. De amigo de los pobres a millonario. De enemigo de Rusia a defensor del presidente Vladimir Putin y su política anexionista. De agradecido benefactor del magnate estadounidense de origen húngaro George Soros -gracias a su ayuda viajó con su esposa e hijo a Oxford para ampliar sus estudios de Derecho- a enemigo acérrimo”.
La periodista Idafe Martín no tuvo resquemores en tildar como ‘neofascista’ al premier que logró renovar su mandato en abril de este año y al que apoya la mitad de la población. Antes de asumir ya había amenazado con tener una lista de 2.000 personas pagadas por Soros para “derribar al gobierno”. Cuenta el mismo artículo que en una entrevista en la radio pública del país, Orban llegó a decir: “sabemos quiénes son, sabemos sus nombres y sabemos cómo trabajan para transformar Hungría en un país de inmigrantes”.
En tanto, la protesta crece en las calles de Budapest. Faltan trabajadores pero no quieren inmigrantes.