Cada vez son más las ciudades y pueblos que tienden puentes entre los distintos gremios para expresar reclamos que afectan a la comunidad toda. La semana pasada, la Ciudad de Casilda, al sur de Santa Fé, hizo escuchar su voz ante la crisis que arrastran distintos sectores industriales, muchos de ellos metalúrgicos.
El jueves, a pesar del tornado que azotó la ciudad el día anterior y dejó varios destrozos -quebrando, incluso, el árbol que plantó Jorge Luis Borges en 1962 y es orgullo de la ciudad- la marcha convocada por la Intersindical fue contundente y tuvo como consigna un llamado claro: “Basta Macri”.
Una multitud caminó quince cuadras en rechazo a los tarifazos, el ajuste y la política económica nacional que está poniendo en jaque a pymes e industrias. “Hoy los trabajadores y trabajadoras, las instituciones intermedias, las organizaciones sociales, políticas, de mujeres y juveniles nos reunimos en esta gran movilización para gritar claramente ‘Basta Macri”, plantearon en un duro documento los integrantes de la Intersindical, de la que forman parte la Unión Obrera Metalúrgica (uno de los sectores más golpeados por la política económica nacional), ATE, Amsafé, Coad, Gastronómicos y Municipales. También convocó a la marcha La Multisectorial local, integrada entre otros por Fuerza Popular Casildense, Frente Ciudadano Casildense, Mística Casilda, Frente Renovador Casilda, Casa de la Mujer Libre, Alde Veterinarias y el Movimiento de Unidad Secundaria (Mus).
El reclamo no es nuevo en Casilda. El año pasado terminó con varias fábricas en Estado de Alerta por sueldos atrasados, y aguinaldos o bonos impagos. Los trabajadores de Industrias Agrícolas Rosario SA (Iarsa) de Casilda tuvieron que iniciar un plan de lucha el 28 de diciembre de 2018 para cobrar las remuneraciones atrasadas. Situaciones similares ocurrían en la fábrica Marani, o en la industria casildense de sembradoras y herramientas manuales de ferretería, Gherardi SA.
“La situación de las empresas metalúrgicas de Casilda es similar a lo que sucede con la Pymes de Firmat”, declaró el tesorero de la UOM, dijo Javier Marinigo, en aquella oportunidad.
Tal como ocurrió en la misma Firmat y en Rosario, nacieron distintas organizaciones que aúnan los reclamos como Multisectoriales e Intersidicales. En el documento de Casilda, expresan: “Hoy nuestros hijos e hijas, aquellos que tienen el privilegio de ir a estudiar a la universidad, tienen que pagar 160 pesos el boleto para llegar a la localidad de Rosario, se marcó en otro pasaje del documento. No hay salario que aguante, obtener condiciones de vida digna es cada día más difícil. Mientras, las empresas de servicios, las petroleras, los bancos, la especulación financiera y las exportadoras del otro lado de la ventanilla ven crecer sus ganancias de manera exorbitante”.
El mismo documento informa que se ha dado un paso más en la unidad y que conformaron el “Foro en Defensa del Trabajo y la Producción para buscar alternativas a estas políticas de ajuste y seguir organizándonos junto a la Federación Agraria, Pymes y comerciantes”.