A pesar de que en la segunda reunión entre la empresa Femsa -embotelladora de Coca Cola de Nueva Pompeya- y el Ministerio de Trabajo, se rechazó la apertura del Procedimiento Preventivo de Crisis (PPCE), también acordó con el gremio de Aguas y Gaseosas (Sutiaga) el despido de 32 trabajadores, la mitad de lo previsto en el plan original de la principal fabricante y comercializadora de gaseosas en el país.
Enterados de la situación, Camioneros se declaró primero en estado de alerta y movilización, y el viernes -una vez sellado el acuerdo en la embotelladora- comenzó a preparar el acto con una convocatoria que advertía: “Más de 10.000 trabajadores camioneros dirán basta al ajuste y no cederán los derechos laborales como otros gremios. Los compañeros se reunirán a partir de las 10 en la planta de Tapiales (Avenida Carrillo y General Paz) para decirle al gobierno de Mauricio Macri que las conquistas laborales no se tocan”.
El gremio de los Camioneros es uno de los afectados directos y ante el anuncio de una treintena de despidos decidió realizar una medida de fuerza ejemplificadora para evitar que el ejemplo Coca Cola se contagiara a otras industrias del sector -en la mira están Quilmes, Danone, Villa del Sur que ya han dado muestras de ajuste en la distribución-. Otro temor es que se avance en la modificación del convenio colectivo del sindicato tal como está presionando la Cámara del sector.
Por tal motivo, Hugo y Pablo Moyano convocaron a miles de trabajadores este martes a las 11 horas a un acto en las cercanías de la planta de Femsa que cortó parte del tránsito en la colectora de General Paz y Carrillo, cerca del puente La Noria.
La Cámara de Productos Alimenticios (COPAL) repudió la medida de lucha y reclamó un ‘camino de diálogo’, aseguran que la baja de venta en los supermercados está haciendo difícil mantener los actuales estándares de trabajo. Reclaman una baja de impuestos y amenazan con más preventivos de crisis como la bebida Manaos que está pensando en esa alternativa.