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Techint marca la tendencia: muertes, despidos, suspensiones, rebaja salarial
El virus Covid-19 ubicó al grupo Techint en la tapa de todos los diarios del mundo. Los hermanos Rocca desnudaron hasta dónde es capaz de actuar un holding que maneja millones de dólares sin importar las consecuencias.
En Italia se responsabiliza a Gianfelice Rocca, hermano de Paolo y octavo hombre más rico de la península, por presionar para que la empresa Tenaris, perteneciente al grupo, no suspendiera las actividades en Bergamo. Con una facturación anual de 7.300 millones de dólares la productora de insumos para la explotación de petróleo no podía permitirse dejar de ganar dinero. Así fue como en el mes de marzo murieron cuatro veces más de personas con relación al año anterior en la ciudad. La periodista Alba Sidera, relataba así las consecuencias de la presión de la Confederación Industrial en Italia: “La noche del 18 de marzo, setenta camiones militares cruzaron la ciudad de Bergamo en medio de un silencio sepulcral, uno detrás de otro, en una marcha lenta en señal de respeto: transportaban cadáveres. Los llevaban a otras ciudades fuera de Lombardía porque el cementerio, el tanatorio, la iglesia convertida en tanatorio de emergencia y el crematorio en funcionamiento 24 horas al día ya no daban a basto”. Los obreros habían sido obligados a trabajar sin medidas sanitarias, hacinados, exponiéndose al virus cada día. Ante la presión de los sindicatos el gobierno italiano decidió suspender la producción.
Mientras tanto, en Argentina, Paolo Rocca seguía los pasos de su hermano. Frente a la posibilidad de que se frenara la producción de sus empresas constructoras anunciaba el despido de 1450 empleados. Lejos de entender los motivos de lo que se dió en llamar ‘la masacre de Bergamo’ insistió en lo que el mismo presidente de la república, Alberto Fernández, consideró un chantaje. El gobierno dictó la conciliación obligatoria, y firmó un decreto en el que se prohibían los despidos. En plena conciliación, el 6 de abril, la empresa confirmaba las cesantías.
La situación en el sector de la construcción se agravó. Así las cosas, La Columna Vertebral, consultó a Víctor Grosi, Secretario General de Sitraic -sindicato de la construcción creado para enfrentar a la UOCRA de Gerardo Martínez- quien explicó:
“La situación de la industria de la construcción que venía de 23 meses de caída se agravó notablemente. Por supuesto, cuando hablamos de la industria de la construcción tenemos que hablar de prácticamente un 50% de trabajadores no registrados, con lo cual esto reviste carácter de catástrofe. En realidad, miles de trabajadores de la construcción quedaron absolutamente desprotegidos frente a la situación de emergencia en la que nos encontramos con el tema de la pandemia. Por otro lado, el accionar de la UOCRA y de la Cámara Argentina de Construcción es vergonzoso porque cuando Techint anuncia los 1450 despidos, el gobierno dicta la conciliación obligatoria ese lunes y unos días después la UOCRA, en el medio de la conciliación obligatoria que dura 15 días, acepta que se produzcan los despidos. Esto abrió la puerta para que no solo Techint, que es una de las grandes empresas no sólo en la construcción sino en la siderurgia y en otros rubros, en el petróleo, esto abrió la puerta para que este decreto sea absolutamente dejado de lado por el sector empresario y en este caso, homologado y aceptado por el sindicato principal de la industria de la construcción que es la UOCRA.”
El ejemplo Techint se convirtió en un caso testigo que abrió la puerta para que lo imitaran otros sectores. Según la Resolución 355 de la Secretaría de Trabajo: “El pacto celebrado este lunes establece también el pago de una gratificación extraordinaria de hasta 33.000 pesos, según la categoría de cada obrero. En el mismo acto, Techint entregará a cada trabajador el certificado de libre disponibilidad del fondo de cese laboral, liberándose así las cuentas particulares a nombre de los dependientes en las entidades bancarias”. Dicho acuerdo alcanza a los trabajadores en conflicto de Fortín de Piedra (Neuquén), Gasoducto Mega (Neuquén), Proyecto Siderúrgico Siderar (San Nicolás), Proyecto Siderúrgico Siderca (Campana), Tepam (Pacheco), Central Genelga (Marcos Paz) y Central El Bracho (Tucumán).
Episodios similares ocurrieron en la localidad de Campana. El mismo día de la declaración de la cuarentena en Argentina, 20 de marzo, Tenaris- Siderca pretendió mantener activa su fábrica que emplea a 3.500 personas. La Comisión Interna de la fábrica y la UOM consiguieron que se acatara lo dispuesto por el gobierno y detener la producción en la mayor parte de los sectores. Sin embargo, el intendente Sebastian Abella de Campana decide autorizar la circulación de los obreros de Tenaris a circular por la ciudad permitiendo la presión de la empresa para que los trabajadores rompan la cuarentena y asistan a la fábrica. La UOM denuncia la maniobra.
El 7 de abril el CEO de Tenaris, Paolo Rocca, lanzó una campaña publicitaria en los medios locales y publica una carta a los intendentes de Zárate y Campana donde sostiene:”pondremos el hombro para que la comunidad salga fortalecida”. Sin sonrojarse, don Rocca agrega: “ aprovechando la experiencia de nuestras actividades hospitalarias en Bérgamo, estamos colaborando con el hospital de Campana en la formación del personal paramédico y enfermeros”.
Siguiendo los pasos de negociación con los sindicatos, el Grupo Techint acordó el miércoles 15 de abril con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) suspensiones rotativas y rebajas salariales para los casi 5000 trabajadores de las plantas de Ternium-Siderar. En Vaca Muerta. Una semana después, el 24 de abril, la organización Obreros Constructores Neuquinos, denuncia el despido de trabajadores en Vaca Muerta y la falta de medidas sanitarias adecuadas por parte de empresas del Grupo Techint.
El ejemplo logrado por la UOCRA se multiplica en la UOM. El sindicato que encabeza Antonio Caló negocia con las cámaras empresarias para avanzar en el mismo sentido, por lo que las suspensiones y rebajas podrían impactar en 200 mil trabajadores empleados en 24 mil empresas. Ocurre que el el DNU que prohibe despidos y suspensiones, exceptúa a las suspensiones que sean concertadas entre empleados y empleador, como estipula el artículo 223 bis de la ley de contrato de trabajo.
Así pués, Ternium-Siderar, del mismo grupo empresario, comenzó a negociar suspensiones con la seccional de la UOM de cada una de las plantas, ubicadas en Haedo, Ensenada, Canning y Florencio Varela. El acuerdo prevé suspensiones rotativas y el pago del 75 por ciento del salario neto para los días en los que estén suspendidos.
De esta forma, llegamos a finales de abril con la firma de un acuerdo entre la CGT y la UIA que pone un piso para los descuentos relacionados a las suspensiones de un 25%. Es decir, se permite el cobro del 75% del salario para los trabajadores suspendidos.
Frente a este panorama, los principales empresarios del país, que facturan millones de dólares, insisten en ubicarse como víctimas. Créase o no, el presidente del grupo Techint, Paolo Rocca, junto a Magnetto de Clarín, Rattazi de Fiat, Pagani de Arcor y la Sociedad Rural, a través de un comunicado del Foro de Convergencia Empresarial, se autodenominan como “elementos fundamentales para la reactivación económica” y exigen que el gobierno los ayude a mantener el pago de los salarios y el crecimiento.
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Uruguay/ Astesiano recargado: Wanda, Pampita, faranduleo, Netflix y volantazo político
El gobierno de Lacalle Pou estuvo marcado por distintos escándalos políticos. Desde senadores pedófilos a narcos apañados por el poder y tráfico de influencias. Uno de los más renombrados, fue el caso de Alejandro Astesiano. Custodio y amigo del presidente se convirtió en el emblema de la corrupción oriental: falsificación de documentos, entrega de pasaportes uruguayos a perseguidos por la justicia, y espionaje a dirigentes de la oposición fueron algunos de los cargos por los que terminó preso. La foto que ilustra esta nota es de un documental del periódico La Diaria en donde Astesiano es la imagen de la corrupción. El Facilitador de los caprichos lícitos o ilícitos del presidente. Pero todo cambia en esta vida.
Hace poco dejó la cárcel y su nombre ya es noticia nuevamente. Ahora porque fue custodia de las argentinas Wanda Nara y Carolina Pampita Ardohain, y trabaja para el relacionista público Fernando Cristino, además de pensar en actuar en una obra de teatro con la novia de Marcelo Tinelli, conducir un programa de streaming en clave de “faranduleo” y avanzar en una docuserie de Netflix sobre su vida.
Como si ésto fuera poco, anunció su voluntad de militar en el Frente Amplio lo cual produjo un revuelo interno dentro de la coalición de izquierda en el gobierno. Dirigentes del partido comunista fueron los primeros en reaccionar y rechazar cualquier acercamiento de este personaje a sus filas. Curiosamente, el presidente del Frente Amplio fue más prudente y dejó abierta una puerta al debate: “Yo pienso que la gente tiene derecho a recuperarse, pero el Frente Amplio lo analizará. La gente puede votar el Frente Amplio, después integrar el Frente Amplio requiere de otros equilibrios. Astesiano pagó los delitos por los que fue acusado y se le dio la libertad a través de la Justicia, y está trabajando. Hay que respetar ese proceso, porque nosotros creemos en la reinserción, creemos en la recuperación. Como hemos visto, Astesiano no es ningún negado, es una persona que tiene un conjunto de conocimientos. Hay que poder escucharlo. Yo no he leído esa nota, pero seguramente debe tener mucha molestia con el gobierno que integró”, dijo Fernando Pereira, máximo referente del FA.
No cabe duda de que la fama paga. Aunque se trate de un famoso truhán. En estos tiempos eson no hace la diferencia. Astesiano parece tener el futuro asegurado. No se arrepiente de nada aunque los rencores siempre quedan. Acaso le soltaron la mano quienes lo enviaban a realizar misiones especiales? Lo cierto es que no solo parece dispuesto a hablar sino que piensa militar por el Frente Amplio para las elecciones 2029.
En una excelente entrevista publicada por el portal montevideo.com, realizada por César Bianchi, el ex espía declara:
“Me ponen “tráfico de influencias”. Yo tenía a uno que me pedía y a otro que me daba la información. El presidente me pedía la información y el director [Jorge] Berriel me la daba, y él era el director nacional de Policía. ¿Y voy en cana yo solo? Uno me la pide [el presidente], el otro me la daba [el entonces subdirector de Policía, Berriel], y yo tengo el deber de darle al presidente de la República la información. Pero la información que me pedía, por ejemplo, fue el caso de Loli [Lorena Ponce de León], que fui yo el que dijo: “Voy a averiguar dónde está”. Pero me correspondía eso.”
Ocurre que la Sra. Lorena Ponce de León era la esposa del Presidente de la Nación, en pleno divorcio Lacalle Pou quiere seguir sus pasos. Montevideo.com repregunta:
¿Por qué te correspondía, si ellos ya estaban separados?
Era la esposa del presidente. No tendría nada que ver con mi función si la señora estuviera separada, no usufructuaba más su custodia y no usufructuaba más ni vehículo ni la oficina del Palacio Estévez. Mientras tenga custodia, es mi responsabilidad.
Para seguir este increíble culebrón y adelantarnos a Netflix, recomendamos leer la nota de nuestros colegas uruguayos.
Astesiano: “Mientras estaban todos distraídos conmigo, creo que hicieron de todo”.
El ex jefe de custodia del presidente Lacalle Pou anuncia que militará en el FA y que, ahora sí, va a empezar a hablar.
Hasta el 26 de setiembre de 2022, nadie sabía quién era Alejandro Astesiano. El apellido, en todo caso, sonaba al de un exzaguero argentino de Peñarol en los 90, pero solo los muy memoriosos recordaban que aquel se apellidaba Asteggiano. Ese día, todos lo googleamos y, horas después, nos enteramos de que se trataba del jefe de la custodia del presidente de la República y que había caído preso tras un viaje con Lacalle Pou a Costa Rica. Curiosamente, los dos años siguientes no hubo oriental que no supiera quién era Astesiano.
Desde muy jovencito, Alejandro Astesiano (53) quiso estar vinculado a la seguridad personal. El muchacho de Millán y Lecocq fue soldado del Ejército y durante tres años fue policía. Estuvo metido en algún tiroteo y recuerda cuando rescató a una persona que llevó herida a un sanatorio y, cuando llegó, ya estaba muerta. Dice que él tenía “huevos” e iba “pa adelante”. Después, un comisario se lo presentó al expresidente Lacalle Herrera y se metió en el mundo de la custodia de los políticos. Fue chofer y seguridad de este y del excanciller Sergio Abreu. Por recomendación de Lacalle Herrera, en 2014 comenzó a trabajar con su hijo, el actual presidente.
Tan nombrado se hizo Astesiano —aquel al que la opinión pública desconocía hasta setiembre de 2022— que su cuestionable accionar tiñó la campaña electoral. Tan famoso se hizo que, aún después de recuperar la libertad anticipada, su nombre sigue en el tapete. Ahora porque fue custodia de las argentinas Wanda Nara y Carolina Pampita Ardohain, porque trabaja bajo las órdenes del relacionista público Fernando Cristino, porque estudió la idea de actuar en una obra de teatro con la novia de Marcelo Tinelli, porque conducirá un programa de streaming en clave de “faranduleo”, como dice él. Y porque será el protagonista de una docuserie de Netflix.
Astesiano dice que ahora va a empezar a hablar, a contar cosas, a hablar de los demás, como todos hablaron de él en los últimos dos años y pico. Para eso tiene un plan: militará en el Frente Amplio de cara a las elecciones de 2029 (hacerlo en el amplio MPP es una opción). Y, ahí sí, debatirá con cualquiera, dice. “El 2029 es mi año. Cualquier blanco va a tener que discutir conmigo”, dice. Y avisa: “Yo ando solo para todos lados. Me preguntan mucho si no tengo miedo. No tengo miedo. Ahora, eso sí, si me vienen a hacer algo, que me dejen seco de entrada, porque no queda uno”.
¿Pensás que a algunos les molestaba tu cercanía con el presidente?
Claro que sí. Pero hasta los ministros hablaban conmigo, a veces, para acercarse a Luis. Porque él no podía atender a todo el mundo, entonces yo era como un filtro, ¿entendés?
¿Y qué tipo de pedidos, favores o reclamos llegaban a tu celular cuando eras custodia del presidente?
De todo. Desde salidas del país, casas, jubilaciones, de todo un poco.
¿Y a cuánto de eso se le daba bola?
Es que no le das bola a nada. Ojo, hubo situaciones que sí, y pedidas por el mismo presidente, como el caso aquel de Santiago González, cuando retiró la Guardia Republicana de allá de Santa Catalina. Tuve una orden del presidente: “Llamá ya a Santiago y que ponga ahí la Policía de nuevo”. Quiere decir que él me pedía las cosas. Como esas, tengo un montón.
¿Cómo recordás el 26 de setiembre de 2022? Ese día regresaste al país junto al presidente y sus hijos, de un viaje de descanso a Costa Rica, y al llegar te avisaron de que una fiscal había solicitado tu detención. ¿Cuál fue tu reacción?
Cuando me avisan, nos íbamos para la casa de Suárez; me avisan que había un móvil con el director nacional de Inteligencia y otra persona más, por orden del director nacional de Policía. Yo mismo le digo a la funcionaria que me llama: “Hacelos pasar”. Y cuando llegamos, al presidente le dicen: “¿Podemos hablar con usted?”. Siempre imaginé que era algo de los chiquilines, que algo había pasado, alguna amenaza. Y el presidente me dice: “Vení, Fibra, es contigo”. Yo puse un abogado de oficio porque no tenía nada. Checho, yo sabía que no había nada. Es más, la mujer de Inteligencia, que me acompañaba, me dice: “Poné un abogado en serio, Alejandro”. Y me dice: “A mí no me gustan las injusticias”. Ahí me di cuenta de que algo había, pero eso fue a los dos días. Pero vos decís… no me di cuenta de que… yo estaba tranquilo de que no había nada.
Lee la entrevista completa en:
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Martín Morales: “Vicentín superó todos los límites”
Luego de cuatro días de paro por la falta de pago de los bonos de fin de año de la cerealera Vincentín, el gobierno nacional dictó la conciliación obligatoria. La medida llegó luego de que dicha conciliación fuera rechazada por el gobierno provincial. Este lunes conversamos con el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) del departamento de San Lorenzo, Martín Morales, mientras se transitaba por el paro por tiempo indeterminado con manifestaciones en la puerta de la empresa. Una entrevista en la que recordamos los diversos capítulos del conflicto con Vicentín que derivó en un concurso de quiebra. Frente a la retención de los salarios, los trabajadores afirman que ellos no pueden hacerse cargo de las políticas erráticas de la empresa. “Uno termina pensando que se están llevando todo de nuevo”, asegura Morales. “Esta gente ha hecho desaparecer 1.500 millones de dólares de préstamos otorgados por el Banco Nación entre otros”. Los argumentos de la empresa son absurdos, dice que tiene deudas millonarias pero los deudores son empresas que del propio Vicentín y familia. En La Columna Vertebral, hablan los trabajadores. Escuchalos.
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Matías Cerezo: “La construcción del Conti fue una epopeya. No puedo hablar en pasado, para eso falta”
Matías Cerezo, politógo y trabajador del Centro Cultural Haroldo Conti, pasó por La Columna Vertebral para explicar la situación de los sitios de la Memoria. Junto a él recorremos la memoria del escritor que le dió nombre al emblemático organismo y la historia del Centro Cultural fundado por Eduardo Jozami y Eduardo Luis Duhalde en el año 2004 dentro del Espacio de la Memoria de la ex ESMA. En medio de la polémica por su supresión o cambio de nombre decidida por el Ministerio de Justicia de la Nación en la era Milei. “Una medida negacionista y apologética”, define Cerezo. No sólo pretenden acabar con nuestra memoria histórica sino que hacen una apología de la dictadura, menospreciando la labor de la Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y todos los organismos de Derechos Humanos. Un diálogo abierto sobre esa ‘epopeya’ que significó la construcción del mayor Centro Cultural de la memoria del país, en donde se logró armar una utopía sobre un edificio destruído que se transformó en un faro de cultura, por el que pasaron decenas de músicos, actores, muestras de arte y una librería. Una experiencia inédita en el mundo que puso sobre el tapete la discusión sobre cómo sembrar vida en un espacio de muerte. ¿Era lícito llenar de arte y colores un espacio destinado al horror durante la dictadura militar? Sí, lo fue. Y la experiencia marcó un camino. Escuchá la charla entre Matías Cerezo y Nora Anchart, dos protagonistas que participaron de esa construcción. Hoy el edificio permanece cerrado y cercado por fuerzas de seguridad. La mayoría de sus trabajadores fueron despedidos. “Me cuesta hablar en pasado del Conti. Yo creo que para eso falta”, sostiene Matías e invita a participar en la defensa de los distintos centros de memoria que están peleando por su permanencia, como el ex Centro Clandestino de Virrey Cevallos que está siendo desguazado.