Este mediodía, la Legislatura porteña aprobó por unanimidad la ley impulsada por la diputada Laura Velasco junto a distintos movimientos sociales como UTEP y CTA con el apoyo de la Secretaria Letrada de Empleo y Economía Popular del Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad.
Dicha ley reconoce por primera vez la importancia que ha adquirido la economía no formal en la ciudad. Propone la creación de una Consejo de la Economía Popular con representación de todos los actores involucrados y la incorporación de las organizaciones representativas del sector en el Comité Ejecutivo del Fondo Fiduciario para que los y las protagonistas del sector puedan velar por el cumplimiento de la ley y tengan capacidad de incidencia en los criterios de planificación y distribución de las distintas herramientas que la ley propone.
Asimismo, apunta a la articulación con el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular y el reconocimiento de las ramas de actividad económicas allí contempladas. El ReNaTEP se creó este año en el Ministerio de Desarrollo Nacional y el objetivo es simplificar los trámites para obtener instrumentos y herramientas.
El portal AnSol (Agencia de Noticias Solidarias) realizó una amplia cobertura en donde reprodujo la satisfacción de los distintos movimientos sociales. Aquí las primeras repercusiones tomadas en el día de festejo por Ansol:
Nahuel Casademunt, referente de UTEP Evita CABA,: «Aplaudimos la sanción de la ley que ojalá impulse la creación de miles de puestos de trabajo en el sector, articulando las unidades productivas que impulsa esta ley con el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular y el reconocimiento de las ramas de actividad económicas».
Walter Córdoba, de Barrios de Pie, celebró la sanción por considerarla un avance: «Estuvimos hablando con el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat y con algunos legisladores para que incorporen dentro del proyecto de ley a un consejo de organizaciones sociales, que se dé un monto al compre social y discutir una mesa técnica y de monitoreo con el Banco Ciudad sobre el monto fiduciario. Creemos que con eso se puede discutir con un mejor piso desde la reglamentación».
“Una ley de fomento de la economía popular en la Ciudad es un paso más en la institucionalización y reconocimiento de los trabajadores y trabajadoras, y se inscribe en un largo camino de lucha y organización que se emprendió hace muchos años”, dice Marina Joski de UTEP La Dignidad, y agrega: “El reconocimiento como sector es una deuda importante con quienes en los momentos más difíciles del país han sabido organizarse e inventar actividades económicas para poner de pie a sus familias, a la ciudad y al país”.
«Necesitamos una Ciudad que se comprometa a impulsar las unidades productivas y cooperativas, la economía popular no son fundaciones, son trabajadores y trabajadoras que inventaron su trabajo. Necesitamos porcentaje de compra directa y un adelanto contra certificación para el desarrollo de las cooperativas», explicó Martín García de la UTEP Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).
Por su parte, Diego Laudi de la UTEP Corriente Clasista y Combativa (CCC) celebró que “este proyecto, en el marco de esta grave crisis económica y social agudizada por la pandemia, es un avance en el reconocimiento de las organizaciones sociales y populares y su lucha por trabajo”, y advirtió: “Resta ahora ver la asignación presupuestaria y posterior implementación”.
Uruguay/ Astesiano recargado: Wanda, Pampita, faranduleo, Netflix y volantazo político
El gobierno de Lacalle Pou estuvo marcado por distintos escándalos políticos. Desde senadores pedófilos a narcos apañados por el poder y tráfico de influencias. Uno de los más renombrados, fue el caso de Alejandro Astesiano. Custodio y amigo del presidente se convirtió en el emblema de la corrupción oriental: falsificación de documentos, entrega de pasaportes uruguayos a perseguidos por la justicia, y espionaje a dirigentes de la oposición fueron algunos de los cargos por los que terminó preso. La foto que ilustra esta nota es de un documental del periódico La Diaria en donde Astesiano es la imagen de la corrupción. El Facilitador de los caprichos lícitos o ilícitos del presidente. Pero todo cambia en esta vida.
Hace poco dejó la cárcel y su nombre ya es noticia nuevamente. Ahora porque fue custodia de las argentinas Wanda Nara y Carolina Pampita Ardohain, y trabaja para el relacionista público Fernando Cristino, además de pensar en actuar en una obra de teatro con la novia de Marcelo Tinelli, conducir un programa de streaming en clave de “faranduleo” y avanzar en una docuserie de Netflix sobre su vida.
Como si ésto fuera poco, anunció su voluntad de militar en el Frente Amplio lo cual produjo un revuelo interno dentro de la coalición de izquierda en el gobierno. Dirigentes del partido comunista fueron los primeros en reaccionar y rechazar cualquier acercamiento de este personaje a sus filas. Curiosamente, el presidente del Frente Amplio fue más prudente y dejó abierta una puerta al debate: “Yo pienso que la gente tiene derecho a recuperarse, pero el Frente Amplio lo analizará. La gente puede votar el Frente Amplio, después integrar el Frente Amplio requiere de otros equilibrios. Astesiano pagó los delitos por los que fue acusado y se le dio la libertad a través de la Justicia, y está trabajando. Hay que respetar ese proceso, porque nosotros creemos en la reinserción, creemos en la recuperación. Como hemos visto, Astesiano no es ningún negado, es una persona que tiene un conjunto de conocimientos. Hay que poder escucharlo. Yo no he leído esa nota, pero seguramente debe tener mucha molestia con el gobierno que integró”, dijo Fernando Pereira, máximo referente del FA.
No cabe duda de que la fama paga. Aunque se trate de un famoso truhán. En estos tiempos eson no hace la diferencia. Astesiano parece tener el futuro asegurado. No se arrepiente de nada aunque los rencores siempre quedan. Acaso le soltaron la mano quienes lo enviaban a realizar misiones especiales? Lo cierto es que no solo parece dispuesto a hablar sino que piensa militar por el Frente Amplio para las elecciones 2029.
En una excelente entrevista publicada por el portal montevideo.com, realizada por César Bianchi, el ex espía declara:
“Me ponen “tráfico de influencias”. Yo tenía a uno que me pedía y a otro que me daba la información. El presidente me pedía la información y el director [Jorge] Berriel me la daba, y él era el director nacional de Policía. ¿Y voy en cana yo solo? Uno me la pide [el presidente], el otro me la daba [el entonces subdirector de Policía, Berriel], y yo tengo el deber de darle al presidente de la República la información. Pero la información que me pedía, por ejemplo, fue el caso de Loli [Lorena Ponce de León], que fui yo el que dijo: “Voy a averiguar dónde está”. Pero me correspondía eso.”
Ocurre que la Sra. Lorena Ponce de León era la esposa del Presidente de la Nación, en pleno divorcio Lacalle Pou quiere seguir sus pasos. Montevideo.com repregunta:
¿Por qué te correspondía, si ellos ya estaban separados?
Era la esposa del presidente. No tendría nada que ver con mi función si la señora estuviera separada, no usufructuaba más su custodia y no usufructuaba más ni vehículo ni la oficina del Palacio Estévez. Mientras tenga custodia, es mi responsabilidad.
Para seguir este increíble culebrón y adelantarnos a Netflix, recomendamos leer la nota de nuestros colegas uruguayos.
Astesiano: “Mientras estaban todos distraídos conmigo, creo que hicieron de todo”.
El ex jefe de custodia del presidente Lacalle Pou anuncia que militará en el FA y que, ahora sí, va a empezar a hablar.
Hasta el 26 de setiembre de 2022, nadie sabía quién era Alejandro Astesiano. El apellido, en todo caso, sonaba al de un exzaguero argentino de Peñarol en los 90, pero solo los muy memoriosos recordaban que aquel se apellidaba Asteggiano. Ese día, todos lo googleamos y, horas después, nos enteramos de que se trataba del jefe de la custodia del presidente de la República y que había caído preso tras un viaje con Lacalle Pou a Costa Rica. Curiosamente, los dos años siguientes no hubo oriental que no supiera quién era Astesiano.
Desde muy jovencito, Alejandro Astesiano (53) quiso estar vinculado a la seguridad personal. El muchacho de Millán y Lecocq fue soldado del Ejército y durante tres años fue policía. Estuvo metido en algún tiroteo y recuerda cuando rescató a una persona que llevó herida a un sanatorio y, cuando llegó, ya estaba muerta. Dice que él tenía “huevos” e iba “pa adelante”. Después, un comisario se lo presentó al expresidente Lacalle Herrera y se metió en el mundo de la custodia de los políticos. Fue chofer y seguridad de este y del excanciller Sergio Abreu. Por recomendación de Lacalle Herrera, en 2014 comenzó a trabajar con su hijo, el actual presidente.
Tan nombrado se hizo Astesiano —aquel al que la opinión pública desconocía hasta setiembre de 2022— que su cuestionable accionar tiñó la campaña electoral. Tan famoso se hizo que, aún después de recuperar la libertad anticipada, su nombre sigue en el tapete. Ahora porque fue custodia de las argentinas Wanda Nara y Carolina Pampita Ardohain, porque trabaja bajo las órdenes del relacionista público Fernando Cristino, porque estudió la idea de actuar en una obra de teatro con la novia de Marcelo Tinelli, porque conducirá un programa de streaming en clave de “faranduleo”, como dice él. Y porque será el protagonista de una docuserie de Netflix.
Astesiano dice que ahora va a empezar a hablar, a contar cosas, a hablar de los demás, como todos hablaron de él en los últimos dos años y pico. Para eso tiene un plan: militará en el Frente Amplio de cara a las elecciones de 2029 (hacerlo en el amplio MPP es una opción). Y, ahí sí, debatirá con cualquiera, dice. “El 2029 es mi año. Cualquier blanco va a tener que discutir conmigo”, dice. Y avisa: “Yo ando solo para todos lados. Me preguntan mucho si no tengo miedo. No tengo miedo. Ahora, eso sí, si me vienen a hacer algo, que me dejen seco de entrada, porque no queda uno”.
¿Pensás que a algunos les molestaba tu cercanía con el presidente?
Claro que sí. Pero hasta los ministros hablaban conmigo, a veces, para acercarse a Luis. Porque él no podía atender a todo el mundo, entonces yo era como un filtro, ¿entendés?
¿Y qué tipo de pedidos, favores o reclamos llegaban a tu celular cuando eras custodia del presidente?
De todo. Desde salidas del país, casas, jubilaciones, de todo un poco.
¿Y a cuánto de eso se le daba bola?
Es que no le das bola a nada. Ojo, hubo situaciones que sí, y pedidas por el mismo presidente, como el caso aquel de Santiago González, cuando retiró la Guardia Republicana de allá de Santa Catalina. Tuve una orden del presidente: “Llamá ya a Santiago y que ponga ahí la Policía de nuevo”. Quiere decir que él me pedía las cosas. Como esas, tengo un montón.
¿Cómo recordás el 26 de setiembre de 2022? Ese día regresaste al país junto al presidente y sus hijos, de un viaje de descanso a Costa Rica, y al llegar te avisaron de que una fiscal había solicitado tu detención. ¿Cuál fue tu reacción?
Cuando me avisan, nos íbamos para la casa de Suárez; me avisan que había un móvil con el director nacional de Inteligencia y otra persona más, por orden del director nacional de Policía. Yo mismo le digo a la funcionaria que me llama: “Hacelos pasar”. Y cuando llegamos, al presidente le dicen: “¿Podemos hablar con usted?”. Siempre imaginé que era algo de los chiquilines, que algo había pasado, alguna amenaza. Y el presidente me dice: “Vení, Fibra, es contigo”. Yo puse un abogado de oficio porque no tenía nada. Checho, yo sabía que no había nada. Es más, la mujer de Inteligencia, que me acompañaba, me dice: “Poné un abogado en serio, Alejandro”. Y me dice: “A mí no me gustan las injusticias”. Ahí me di cuenta de que algo había, pero eso fue a los dos días. Pero vos decís… no me di cuenta de que… yo estaba tranquilo de que no había nada.
Martín Morales: “Vicentín superó todos los límites”
Luego de cuatro días de paro por la falta de pago de los bonos de fin de año de la cerealera Vincentín, el gobierno nacional dictó la conciliación obligatoria. La medida llegó luego de que dicha conciliación fuera rechazada por el gobierno provincial. Este lunes conversamos con el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) del departamento de San Lorenzo, Martín Morales, mientras se transitaba por el paro por tiempo indeterminado con manifestaciones en la puerta de la empresa. Una entrevista en la que recordamos los diversos capítulos del conflicto con Vicentín que derivó en un concurso de quiebra. Frente a la retención de los salarios, los trabajadores afirman que ellos no pueden hacerse cargo de las políticas erráticas de la empresa. “Uno termina pensando que se están llevando todo de nuevo”, asegura Morales. “Esta gente ha hecho desaparecer 1.500 millones de dólares de préstamos otorgados por el Banco Nación entre otros”. Los argumentos de la empresa son absurdos, dice que tiene deudas millonarias pero los deudores son empresas que del propio Vicentín y familia. En La Columna Vertebral, hablan los trabajadores. Escuchalos.
Matías Cerezo: “La construcción del Conti fue una epopeya. No puedo hablar en pasado, para eso falta”
Matías Cerezo, politógo y trabajador del Centro Cultural Haroldo Conti, pasó por La Columna Vertebral para explicar la situación de los sitios de la Memoria. Junto a él recorremos la memoria del escritor que le dió nombre al emblemático organismo y la historia del Centro Cultural fundado por Eduardo Jozami y Eduardo Luis Duhalde en el año 2004 dentro del Espacio de la Memoria de la ex ESMA. En medio de la polémica por su supresión o cambio de nombre decidida por el Ministerio de Justicia de la Nación en la era Milei. “Una medida negacionista y apologética”, define Cerezo. No sólo pretenden acabar con nuestra memoria histórica sino que hacen una apología de la dictadura, menospreciando la labor de la Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y todos los organismos de Derechos Humanos. Un diálogo abierto sobre esa ‘epopeya’ que significó la construcción del mayor Centro Cultural de la memoria del país, en donde se logró armar una utopía sobre un edificio destruído que se transformó en un faro de cultura, por el que pasaron decenas de músicos, actores, muestras de arte y una librería. Una experiencia inédita en el mundo que puso sobre el tapete la discusión sobre cómo sembrar vida en un espacio de muerte. ¿Era lícito llenar de arte y colores un espacio destinado al horror durante la dictadura militar? Sí, lo fue. Y la experiencia marcó un camino. Escuchá la charla entre Matías Cerezo y Nora Anchart, dos protagonistas que participaron de esa construcción. Hoy el edificio permanece cerrado y cercado por fuerzas de seguridad. La mayoría de sus trabajadores fueron despedidos. “Me cuesta hablar en pasado del Conti. Yo creo que para eso falta”, sostiene Matías e invita a participar en la defensa de los distintos centros de memoria que están peleando por su permanencia, como el ex Centro Clandestino de Virrey Cevallos que está siendo desguazado.