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Astrología. “No hay mal que por bien no venga”, por Gabriela B. Martínez
Hoy es el primer Domingo del último mes del 2023, año movido sin duda, y más lo será el que viene. Lleno de cambios imprevistos ya que será un año acuariano, uraniano. Esto significa nuevas ideas, aires de libertad, innovación, cambios de rumbo. Y no digo esto porque en nuestro querido y bellísimo país haya ganado las elecciones presidenciales un anarcocapitalista. No. Lo hubiera dicho igual si ganaba la opción del status quo.
Estamos entrando de a poco a la era de Acuario, después de cumplirse el ciclo de la era de Piscis, lo disruptivo es la nueva ley en todos los órdenes para ahora y mucho mucho más, para los tiempos que vendrán ya que a Acuario ingresa nada más y nada menos que el potente Plutón. Que como lo hizo en Capricornio en el 2008, lo hará en Acuario. Hace 248 años que no se encuentra en esa zona y es por eso que no conocemos sus efectos y mucho menos, estando en cuadratura con Urano en Tauro.
Tanto Urano como Plutón, son planetas transpersonales. Esto quiere decir que aspectan a las masas. O sea, a nivel mundial. Neptuno también y es por eso, que disolverá todas las estructuras posibles durante tres años. (Recién hace un año que Saturno entró en Piscis)
Si el mes de Octubre y Noviembre nos resultó intensos, Diciembre será dinámico. Enero veloz y Febrero, Marzo y Abril, vertiginosos. Así que a prepararse porque los cambios ya no están a la vuelta de la esquina, sino cruzando el umbral de la puerta. No por esto debemos esperar malos tiempos.
Si bien a nivel nacional e internacional, en términos políticos el avance de la derecha se impone, tengo buenas noticias mis queridos, esto no durará mucho. Las élite y las oligarquías si bien ahora están fortalecidas, durante los próximos veinte años, el poder será de los pueblos y no de ellos. Y eso, lo hará la entrada de Plutón en Acuario.
Por eso, lo que hoy nos parece un mal presagio, sepan que hay un dicho que dice: No hay mal que por bien no venga. La asunción en muchos lugares de la derecha extrema y del anarcocapitalista en nuestro país, que en su esencia, lleva el corazón del neoliberalismo, que no es más que lo peor del capitalismo financiero y no del capitalismo productivo, es lo que los pueblos, evidentemente mansos, necesitan para despertar y por eso, se da el fenómeno de ser votado en un periodo democrático.
Éstos modelos sí bien fueron votados, también sabemos que fue y es bajo el engaño publicitario, mediático y en su mensaje de campaña. (aunque se diga que dijo lo que iba a hacer y lo votaron igual. Bien sabemos que lo que la gente votó fue con el hartazgo y el querer estar mejor y no por su propia muerte. Mala decisión el votar con una emoción y no con la razón, pero como les digo, el pueblo, evidentemente, necesita de llegar a los límites, para estallar y así crear algo totalmente nuevo).
Así que mí queridos amigos y compañeros y compañeras, a despabilar, a sacudirse la pesadumbre y a pensar, imaginar, creer y crear un nuevo tiempo y vida en lo que viene y vendrá. Intentar no sumergirnos en lo tedioso, abrumador que genera el tiempo de incertidumbre también es parte de ser resilientes. O sea, luchadores y fuertes. Esto también es parte de la vida misma. Y si hay algo que esté pasando y no nos gusta, arremangarse y buscar cambiarlo.
Así como el nuevo mandatario nos promete llevarnos al 1800/1900 les digo que Plutón en Acuario, la última vez que estuvo allí, se generó la revolución francesa. Y eso, es lo que desde la astrología mundana se avizora durante los próximos veinte años que Plutón estará en Acuario.
En el 1800 había guillotina en las plazas para Los Reyes según cuenta la historia. Metafóricamente hablando, los nuevos reyes son las élites que si bien hoy están a sus anchas, con las alineaciones de Venus en oposición a Urano, los acuerdos que hoy hagan, porque hoy Venus está en trigono con Saturno, se romperán y lo que sigue, nadie lo puede saber.
Hoy como en el período electoral de Octubre, Mercurio que es nuestra visión mental, capacidad de discernir y comunicación, sigue por delante del Sol que se encuentra conjunto a Marte. Esto significa que no tenemos claridad de lo que vemos. Vemos delante de nuestros ojos, oscuridad y eso, como Marte está conjunto al Sol y por detrás, genera enojo irracional y por eso, se votó con más rabia que discernimiento.
Será para el 17 de Enero que Urano, la octava superior de Mercurio, despierte en el grado 21/22 de Tauro donde se pueda comenzar a ver con precisión y mayor claridad en todo. Por este motivo, Enero será veloz y no común como los Enero que estamos acostumbrados que parece que no terminan más. Así fue Noviembre, que parecía que tenia setenta y cinco días.
Para finalizar les voy a compartir la útil información antes de darles una buena y esperanzadora noticia para las y los que llegaron a leerme hasta acá.
Como vienen tiempos donde la empatía no va a ser prioridad, ni mucho menos la solidaridad porque el anarcocapitalista con neoliberalismo incluido, fomenta la ley de la selva y el sálvese quién pueda, es fundamental e imprescindible aferrarnos a nuestros valores y principios y no dejarnos llevar por los vientos de la crueldad extrema que nos van a querer imponer.
Estar junto a los que tienen y conservan la humanidad, la sensibilidad y el amor por el otro, es necesario. Y por esa vía vendrá el aprendizaje para muchos. Saturno es el gran Maestro y estando en Piscis, la enseñanza es para todo el mundo. También rige la austeridad y ésta también será global.
Voy con una advertencia antes de pasar a la buena noticia y es que, si bien práctico astrología tradicional y védica, también reparó en la de otras cultura.
La astrología China acá también es muy tomada en cuenta y por eso les digo que, con Mercurio retrogrado al finalizar el año y despertándose definitivamente saliendo de la pos sombra a finales de Enero y en el año de la liebre, no es conveniente comenzar nada hasta después del 10 de Febrero ¿Por qué? Porque se caerá.
El 2024 para la Argentina es un excelente año ya que será el año del Dragón.
En la Astrología China, la trilogía Rata, Dragón y Mono son de buen augurio y benéfico entre sí. Y más que Júpiter hará conjunción en Tauro que representa al campo y Argentina no sólo que es un país agrícola, también es agricolaexportador y Júpiter representa el extranjero. Esperen ganancias por exportaciones siderales e históricas.
También les digo que Argentina es Rata en la Astrologia China y con el Dragón se lleva de maravilla. La buena noticia es que Argentina podrá salir de este atolladero si algo externo a ella sucede y por ende, la caída del dólar. Ese evento fortuito por fuera de la Argentina se dará en Octubre del 2024. Tomen esto como un pronóstico a examinar para cuando llegue la ocasión. ¿Por qué? Porque justo cuando Plutón ingresé a Capricornio en el grado ’29 y por última vez, serán las elecciones en EEUU. Y EEUU está viviendo en su carta natal en retorno de Plutón. Esto da que sí o sí EEUU caerá y dejará de ser potencia mundial. Como país y el dólar como moneda.
Puede que no se reconozca al mandatario, que el pueblo se revele. Que sean las últimas elecciones o que las mismas no ocurran. En Octubre del 2024 se dan los eclipses que ya contaré de qué van. En esas fechas, es conveniente resguardar los ahorros porque se pronostica el quiebre de las bolsas mundiales y de los Bancos Nacionales e internacionales.
Así que la esperanza siempre está como esa luz en el firmamento porque no hay mal ni enojo que dure cien años ni lógica que la resista. Deudas pueden ser, pero estamos en vísperas de tiempos revolucionarios así que el cambio será la constante.
Son tiempos donde las certezas hacen agua. No las busquen ni las esperen porque además, serán modificadas en el corto plazo. Esa será la tónica del 2024. Un tiempo de aventuras sin lugar a dudas.
Quiénes quieran consultas personalizadas pueden escribir a gabrielamar73@gmail.com
Ocio
TEATRO/”El punto de costura”, historias de vida entretejidas, por Marquisse
En la primaria, cada vez que estrenaba un pantalón gris, esos sin mucha personalidad que se usaban para ir al colegio, mi mamá o mi tía Sol me hacían los dobladillos. Esta técnica impedía que ensucie las botas del pantalón mientras caminaba en el propio colegio o en el camino de regreso a casa. Se había hecho costumbre el ver acortarse el pantalón luego de comprarlo. También recuerdo el primer pantalón chupín -o bombilla, como le decían mis papás- que me compré y que tuvo que llevarse mi tía para achupinarlo más. Antes de eso, lo sentía demasiado holgado. Como un chupín no chupín. Mi tía siempre se ocupaba de remendar la ropa para que pase de ser un “no me gusta cómo me queda” a un “¡ahora sí me queda!”. Ella siempre mejoraba las cosas para que sean cómodas y agradables.
En el marco de la última edición del Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA), en el que se pueden ver año tras año producciones nacionales como internacionales en distintos teatros de la ciudad, me acerqué a ArtHaus para ir a ver El punto de costura, de Cynthia Edul.
Tuve el placer de conocer esta obra en el hermoso taller “Des/archivar la escena”, dictado por Sol Putrino, que recomiendo con entusiasmo. En él hablamos sobre la noción de biodrama y otras obras que trabajan con archivos personales y registros de otras obras.
La obra comienza con Guillermina Etkin ante un micrófono haciendo sonidos con materiales que se despliegan en una mesa a la derecha del escenario. En esa misma descansaba una máquina de coser. El público miraba y escuchaba absorto a la manipulación de las telas y agujas por parte de Etkin. Estiramientos, rasgados, apertura y cierre de una cremallera, cortes de tela. Transcurridos unos minutos, Edul, quien estaba sentada a la izquierda frente a otra mesa larga, comenzó a leer el texto de la obra. En su mesa estaba dispuesto un telar y, frente a Edul, unos cuantos libros. Materiales textiles y palabras.
“Los incas usaban los nudos para escribir, llevar la contabilidad y conservar la memoria (…). El quipu se parece a la escritura porque tiene ocho millones de combinaciones posibles de cuerdas, nudos y colores. Los hilos son unidades semánticas”, Cynthia Edul
En el 2019, Cynthia Edul narró su viaje a Siria en su libro La tierra empezaba a arder: Último regreso a Siria. En esta obra, recuperará la historia familiar de sus abuelos, que vinieron desde Siria a Argentina en busca de trabajo y mejores condiciones de vida. Pero la obra no solo trata de la historia familiar. Tampoco trata solamente de la tradición, la discriminación hacia el inmigrante (Edul leerá fragmentos de notas de la revista Caras y Caretas que ilustran esto), el trabajo, ni de cómo la autora tuvo que hacerse cargo de la empresa textil de su familia durante la pandemia. La trama de la obra aparece entrelazada con la historia del textil, de la escritura, los viajes hacia el origen y las historias de lucha y resistencia de distintos pueblos.
El punto de costura también es un relato que entreteje referencias bibliográficas, que Edul lee de cada libro presente en la mesa, de distintos autores como Roland Barthes, Didier Eribon, Homero, Sylvia Molloy, Juan José Saer, entre otros. Una obra hermosa que emociona. Me encontré en varios momentos sollozando, conmovido con las palabras que Edul leía. Imposible no encontrar algo de la obra que interpele, que resuene en el propio cuerpo, que haga vibrar el textil que cubre el pecho con cada pálpito. Pálpito como el que emula el sonido que realiza Etkin en un momento de la obra y que retumbaba en la sala.
Un momento hilarante de la obra es aquel en el que se enumera las distintas expresiones y frases populares que involucran palabras del vocabulario textil, como “no dan puntada sin hilo”. “Los textiles están por todas partes. Todos los pueblos hilan o tejen”, dice Edul al comienzo de la obra de teatro, así como también al principio del libro. El texto de esta hermosa obra lo editó este año Tenemos las máquinas bajo el nombre La primera materia, en alusión al textil, aquello que está acompañándonos desde el origen de nuestra vida. Lo valioso de que exista el libro es que en la obra se mencionan una serie de datos históricos y de personajes provenientes de leyendas y mitos de distintas culturas. Pero también un gran número de citas sobre lo textil y la escritura que dan ganas de archivar en la memoria. Información que dan ganas de retenerla y de atesorar, porque el modo en el que enhebra e hilvana la narración Edul es digno de admirar.
*Si al terminar de leer esta reseña, te quedaste con ganas de ver esta profunda obra, acá te dejo el link para sacar las entradas. Quedan una función: sábado 23/11 a las 22:30 ¡Yo que ustedes no me la pierdo!
https://publico.alternativateatral.com/entradas84368-el-punto-de-costura?o=14
Opinión
En tren de hacer memoria, cambiemos Roca por Walsh, por Paulo Giacobbe
El 12 de noviembre de este año, la Cámara de Diputados bonaerense aprobó el proyecto de ley para expropiar la casa de San Vicente, para que sea un “Sitio por la Memoria en homenaje a Rodolfo Walsh, por ser el lugar de su última morada antes de ser asesinado por la dictadura cívico militar y será administrado por “un órgano conformado mayoritariamente por familiares, allegados y organismos de Derechos Humanos con actividad en la zona”. El proyecto de ley fue presentado inicialmente por Claudio Dellecarbonara y ahora retomado por Laura Cano Kelly, ambos del Frente de Izquierda y de los Trabajadores. El diputado provincial de Libre, Guillermo Castello, se opuso. No veía la utilidad para la comunidad que tenía la expropiación. Se quejó de la existencia de los Sitios de la Memoria y de la existencia de la Comisión Provincial de la Memoria. Calificó a Walsh como “terrorista asesino”. Su discurso negacionista le valió cánticos, abucheos y una posible sanción. En 2017, Castello se había manifestado a favor de otorgar la prisión domiciliaria al genocida Miguel Etchecolatz.
Lilia Ferreyra se despidió de Rodolfo Walsh en Constitución, recordándole que no se olvide de regar las lechugas. Habían viajado en tren desde San Vicente, Provincia de Buenos Aires, lugar donde vivían con identidad falsa. Walsh sería emboscado media hora después en San Juan y Entre Ríos por un grupo de tareas de la ESMA. Aparentemente, Alfredo Astiz tenía la orden de taclear al escritor. Se trata del mismo Alfredo Astiz que luego se infiltraría en las Madres de Plaza de Mayo para secuestrarlas y desaparecerlas, y que, actualmente, cumple condena en el penal de Ezeiza, lugar donde fue visitado el 11 de julio de este año por un grupo de diputados de la Libertad Avanza y, junto a otros represores, se fotografiaron sonrientes con una cruz de madera e imágenes de la Virgen de fondo.
Astiz tuvo algún inconveniente para frenar a Rodolfo Walsh, que se defendió sacando una pistola calibre 22. Los integrantes del grupo de tareas lo acribillaron a balazos y Walsh llegó muerto a la ESMA. Su cuerpo probablemente haya sido incinerado en el campo de deportes del Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio. Se cumplía un año y un día del golpe de estado, 25 de marzo de 1977. El grupo de tareas encontró entre las pertenencias del escritor un boleto de compraventa a nombre de Norberto Freyre, que daba la ubicación exacta de la casa de San Vicente. Rodolfo Walsh era Roberto Freyre. La casa fue destruida en parte y saqueada en su totalidad por los represores durante la madrugada del 26 de marzo. Se robaron todo lo que pudieron, incluso escritos inéditos que luego fueron vistos por sobrevivientes en el centro clandestino.
El año posterior al golpe de estado, Rodolfo Walsh, militante de Montoneros, periodista y escritor; dedicó parte de su tiempo a trabajar en un documento de denuncia sobre el accionar de los genocidas: “Carta abierta de un escritor a la junta militar”. Ahí está todo. Y fue en esa casa de San Vicente, golpeando con los dedos las teclas de una máquina de escribir, donde finalizó ese texto. En cada palabra se siente la potencia de las teclas al marcar el papel. La casa siguió el derrotero que siguieron muchas de las casas de los secuestrados. En este caso se la quedó un policía, Rubén Sala. El robo de bienes inmuebles por parte de los grupos de tareas es algo que se viene diciendo desde el juicio a las juntas. Víctor Basterra, sobreviviente de la ESMA, denunció su propio caso en su primera declaración frente a un tribunal en 1985.
El Concejo Deliberante de San Vicente declaró la vivienda como Monumento Histórico del Municipio. Se realizó una señalización y se cambió el nombre de la calle. La última casa de Rodolfo Walsh queda en la calle Rodolfo Walsh. La esquina donde asesinaron al escritor, en el barrio de San Cristóbal, también fue señalizada. Vecinos de San Cristóbal Contra la Impunidad colocó una placa en la pared del banco que está en San Juan y Entre Ríos, el 10 de diciembre de 2002. La estación de subte de la Línea E que está en ese cruce de calles, a raíz de un proyecto presentado en 2012, se llama Entre Ríos – Rodolfo Walsh.
Las dos puntas de la desaparición de Walsh están señalizadas. El lugar donde escribió la carta es recordado, se marcha todos los años a la casa y está a media sanción de ser sitio de memoria. El lugar donde fue asesinado tiene su placa. Ese 25 de marzo que salió de San Vicente y cayó en San Cristóbal, llevaba en su portafolio algo más que un boleto de compraventa y un revolver 22; llevaba también algunas copias de la carta abierta. Pero hay un tramo de la memoria cortado. Walsh y Lilia Ferreyra viajaron en tren, desde San Vicente a Constitución. En una línea que se llama Roca. Para unir la memoria es necesario cambiarle el nombre a esa traza. Roca por Rodolfo Walsh. Para completar así el recorrido de esos pasos con la carta abierta en sus manos. Unir San Vicente con San Cristóbal para combatir el negacionismo. Cambiar “Línea Roca” por “Línea Rodolfo Walsh” sería un acto de justicia.
Destacada
La Era del Odio Desideologizado, por Andrea Zhok *
En la degeneración contemporánea del escenario político, una de las cosas más llamativas es el desencadenamiento de actitudes de ferocidad, desprecio, deshumanización, psiquiatrización, demonización del adversario. Lo podemos comprobar en estos días posteriores a la victoria de Trump, con una proliferación de crisis nerviosas que emergen en Internet y en las publicaciones ante la “victoria del Mal”, pero lo vemos continuamente en mil contextos. Vimos esto en los días de Covid, donde intentábamos justificar las manifestaciones de maldad, crueldad y deseos de muerte con la dinámica psicológica del miedo. Lo vemos en la forma en que se desarrollan (o más bien NO se desarrollan) los discursos sobre cuestiones de “corrección política”, donde cualquier discusión abierta es imposible y donde las sensibilidades histéricas dispuestas a arremeter y destrozar el “Mal” son omnipresentes. Lo vemos en la demonización de la alteridad política a nivel internacional.
Lo sorprendente es cómo esta tendencia hacia el conflicto irreconciliable, hacia la repulsión sin descuentos ni mediaciones, se produce precisamente en la época por excelencia del “fin de las ideologías”, el “fin de los grandes relatos”, de la “secularización”.
Como nos han contado muchos acontecimientos históricos, estamos acostumbrados a asociar el choque sin límites con la fricción entre identidades fuertes, identidades colectivas irreductibles y visiones del mundo radicalmente alternativas.
En cambio, a menudo se nos ha vendido la modernidad (o la posmodernidad) como el lugar donde hemos sacrificado raíces fuertes y visiones ambiciosas y palingenésicas, pero al menos lo hemos hecho en nombre de la paz, la hermandad y la coexistencia pacífica en una “aldea global” exenta de contrastes radicales. Excepto que las cosas parecen bastante diferentes de lo que nos han dicho.
Después de la Segunda Guerra Mundial fuimos testigos de la capacidad de reconocimiento mutuo, e incluso de colaboración pragmática, de individuos que se habían disparado unos años antes, de aquellos que pertenecían a visiones del mundo verdadera y claramente divergentes. Los democristianos y los comunistas eran portadores de ideologías sólidas y profundamente diferentes y, sin embargo, lograron producir ese documento admirable y equilibrado que es la Constitución. Incluso los antiguos fascistas fueron reintegrados, con la única condición de que no pretendieran volver a proponer la propuesta política que había llevado al país al desastre de la guerra (prohibición de reconstitución del PNF).
Hoy, cuando en todo Occidente la “política de la alternancia” es la alternancia entre variantes de una misma ideología liberal, con un 90% de superposición de políticas, precisamente hoy el odio irreconciliable entre los partidos, el desprecio mutuo parecen ser las características dominantes.
¿Cómo es posible todo esto?
Bueno, creo que para entender este estado de cosas primero debemos entender algo fundamental sobre la forma de los contrastes humanos. Un contraste de naturaleza ideal, cualesquiera que sean los ideales que se comparen, es un contraste que todavía se mueve en una esfera humanamente compartible, al menos por derecho: precisamente la esfera de las ideas. Una idea diferente de otra, una razón irreconciliable con otra razón no dejan de ser ideas y razones, y como tales son potencialmente compartibles: es posible cambiar de opinión, es posible comprender las razones de los demás. Esto significa, trivialmente, que dos visiones del mundo articuladas en ideas y razones, por diferentes que sean, son sin embargo parte de un juego humano común.
En cambio, el proceso de deshumanización ocurre en diferentes formas, esencialmente prepolíticas, típicamente arraigadas en variables naturales. El caso típico ideal es, por supuesto, el racismo, donde todo lo que hace o dice el “racialmente diferente e inferior” se vuelve irrelevante, porque nada puede cambiar su “inferioridad natural”. Pero esta esfera natural y prepolítica se ha convertido, de hecho, en la esfera dominante en el discurso público contemporáneo. Así, no importa si Trump y Harris tenían contenidos decentes o indecentes, serios o ridículos, diferentes o iguales; la pregunta seriamente discutida es: “¿Cómo es posible que las mujeres, o los inmigrantes, o los “de color”, etc., no votaran por <>?” La diferencia política en primer plano pertenece ahora a una esfera prepolítica, naturalista, impermeable a la razón.
Haber transformado la política en una competencia entre grupos de interés, lobbies y haber vaciado la esfera ideológica converge en transformar el discurso público en una especie de “racismo universal”. Ya que las diferencias sean de “raza”, “género”, “orientación sexual”, “etnia”, o que se traduzcan en juicios de carácter psiquiátrico, epidérmico o antropológico, en cualquier caso nos encontramos en un terreno donde las razones ya no van a tener ciudadanía: sólo queda la repulsión (o atracción) instintiva.
La destrucción de la esfera política, alimentada y fomentada durante décadas por el “piloto automático de la economía”, ha llegado a su fin, produciendo una nueva forma de tribalismo naturalista, de “racismo polimórfico universal”, que ya no conoce ninguna alternativa a la exclusión del otro, posiblemente hasta su aniquilación. Lejos de ser el viático de formas de coexistencia pacífica, la destrucción de identidades e ideologías políticas trae consigo la semilla de un conflicto ilimitado.
Se han creado las condiciones para un futuro de guerras civiles en el país y actitudes genocidas en el extranjero.
Traducción: Carlos X. Blanco
Publicación original: Revista Adaraga 15/11/24
Tomado por LCV de infoposta.com.ar el 17 de noviembre de 2024.