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Pablo Touzón: “La pregunta no es si Milei está loco sino ¿por qué la gente eligió estallar?”
Como trabajadores, seguimos preguntándonos cómo fue posible que un ‘loco’ como Milei fuera elegido por el 56% de los votos. Recurrimos a uno de los politógos más prestigiosos del momento, Pablo Touzón, amigo, hijo y colaborador permanente de La Columna Vertbral, fundador de nuestro medio hermano Panamá Revista, coautor junto a Martín Rodríguez de libros inquietantes como “Qué hacemos con Menem” y “La grieta desnuda. El macrismo y su época.“
En este diálogo intimista con Nora Anchart repasa estallidos, rebeldías y crisis, el pensamiento neo derechista, de Bukele, Trump y Milei, para tratar de responder a una pregunta básica: ¿por qué tenemos a un ‘loco’ en el gobierno? Aunque, insiste, el problema no es que sea loco o no, el tema es que la gente pateó el tablero, le dijo no a políticas ‘racionales’ que llevaron al país a la ruina y eligió a uno que parecía tan desesperado como ellos, al punto de agarrar una motosierra. ¿Hay retorno?
LCV: ¿Finalmente te recibiste de argentino o todavía seguimos dando materias?
—No sé cuándo termina esa carrera, es un poco larga, pero efectivamente no. Creo que los de mi generación, que somos los que vivimos el 2001, en algunos casos tirando piedras en el sentido más conceptual de la palabra y no más directo, o los que los que teníamos otra edad en aquel momento teníamos una edad de no responsabilidades. A los cuarentones nos toca como si fuese la generación de entreguerras de Europa, que le tocó la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Nos toca la gran crisis del 2001 y la gran crisis del 2023-24, que es un parteaguas yo creo igual o sino más importante en lo que será la historia argentina. Tiene otras formas, tal vez menos colectivas o menos obviamente colectivas, como la que tuvo el 2001, pero en el 2001 tampoco existían las redes sociales. Uno se pregunta si algunas formas de la de la protesta también no cambiaron por eso, pero que por otro lado hoy desemboca en la presidencia de Javier Milei.
LCV: ¿Cómo es esto que hablas de la resistencia que no se nota?
—Lo que me refería es que en el 2001 estaba la plaza llena de gente quemando cosas y esta vez llegó Milei. Me refería más a los libertarios en eso. Me refiero a que es una forma del estallido Milei.
LCV: O sea, Milei fue el estallido contra la contra el kirchnerismo de alguna manera.
—Yo diría más que eso, incluso más contra el sistema político en general. Es como si fuese un estallido contra el orden establecido en la Argentina. Entonces lo que quería decir con eso es como si yo te diga la Segunda guerra ¿La guerra es siempre igual? No, porque hay guerra de guerrillas, guerra de Afganistán, una Guerra Mundial, guerra de Malvinas. Son distintas formas, pero son todas guerras. Entonces es como este estallido que termina la presencia de Milei y que continúa durante la presidencia de Milei. Porque uno podría decir la presidencia de Milei es la presidencia del estallido, como dice Martín Rodríguez, es como que la gente votó estallar. Entonces es un forma distinta de la que habíamos conocido, pero es una forma al fin. La sensación que le da a uno la presidencia de Milei es que no es que busca crear un nuevo orden, sino que busca estallar el anterior.
LCV: Entonces vos estás diciendo que es una forma superior del estallido a la disconformidad y a la crisis de la dirigencia con sus dirigidos.
—Yo no creo que haya nadie que no sepa que en algún punto Milei está loco. O sea, quiero decir, creo que lo dicen hasta la misma gente que trabaja con él. Entonces la pregunta que es más profunda es por qué está bien un loco. Es una pregunta más interesante que preguntarse si está loco o no. Asumiendo que efectivamente está loco, sea lo que eso sea, yo no soy psiquiatra para decir qué significa, pero que su forma de procesar las frustraciones, la ira, la alegría y demás no es del orden de lo más rutinario, yo lo que diría es ¿Y por qué hacía falta eso? Mi peluquero lo votó y me dijo “hace falta un loco para hacer lo que hay que hacer en este país”, como diciendo hasta ahora los racionales nos defraudaron. Si uno lo piensa, ¿quién es el más racional de todos sino Alberto Fernández? O sea, si yo tuviese que hacer un identikit del tipo, no el outsider sino el insider de la política argentina, el tipo que es el operador, el tipo razonable que se junta a tomar vino al mediodía en un bar de Madrid es Alberto Fernández. Sin embargo, creo que hay una parte en Alberto que abdica el poder, incluso estando ahí. Lo que hace es abrirle la puerta a que entonces lo que hace falta es lo contrario, como si fuese alguien que está lo suficientemente loco para apretar los botones rojos de la política argentina no quiere apretar. Entonces me parece que el problema con eso es que no vas a desalojar del poder a Milei diciendo que está loco porque él mismo ya lo dijo. No es algo muy oculto eso. Yo diría cuando la funcionalidad del loco termine, que es para lo que supuestamente vino a hacer, para lo que se lo votó. Me parece que es más de corto tranco.
Se lo votó para redistribuir la mishiadura, para que por lo menos los costos y la malaria se comparta con la clase política
LCV: ¿Para qué se lo votó?
—Para redistribuir la mishiadura, no tanto para que haya un nuevo sistema sino para que por lo menos los costos y la malaria se comparta con la clase política, como diciendo bueno, está bien, estaremos mal, pero ustedes también van a correr. Como si fuese una idea así por sobre los sectores políticos más tradicionales.
LCV: ¿Vos decis que no hay gente que lo votó pensando que efectivamente iba a salir de esta?
—Sí pero él nunca dijo que no iba a haber una crisis antes. Para ser justos con Milei, nunca prometió una especie de nirvana social al mes dos. Más bien dijo lo contrario. Agarró una motosierra. Para mí es esto. Es como si alguien que intenta pasar por 58 formas distintas y al final, como desesperado, va con el tipo que la ata a la silla y le hace un cinturón gástrico y le tira agua fría en la mañana con un balde. Es una cosa medio así. Es increíble, pero Milei en el fondo habla de lo conservadores que son los sectores de la política argentina, que para no hacer reforma finalmente terminan estallando todo. O sea, algo que hubiese sido medio normal hace diez años, que es algún control del gasto público y demás, hoy terminan en esta especie de festival más demente.
¿Qué explica la llegada de Milei? Lo del voto ignorante se le dijo al peronismo 50 años seguidos. Con lo cual no es un argumento, es un argumento que funciona al derecho y al revés, como una campera, o sea, si son ignorantes también lo eran cuando votaban a Cristina, Con lo cual no me parece que esa pueda ser la clave interpretativa.
LCV: ¿Cuánto hay de responsabilidad en los partidos y las formaciones políticas tradicionales en que haya crecido este hombre? ¿Cuánto hay de haber creído que era un titere que iban a poder manejar como lo manejaba Fantino en la televisión y se le fue de las manos?
—Toda. Casi diría que la creación, sustentabilidad y crecimiento de Milei de la primera parte es todo atribuible a la casta. Es como si fuese el hijo no reconocido de la casta, el que en la película de terror lo encerraron arriba y cuando sale está furioso. O sea, porque efectivamente uno ve un primero, un financiamiento de Milei destinado a dividir al PRO, llamémosle así, o dividir la sociología electoral del poder, llevarse parte de ese voto con la idea de que, eso vino del partido del Frente de Todos, Milei convenía para dividir el espectro opositor, para dividir Juntos. Salió tan bien que destruyó Juntos y va camino de destruir al PRO si Macri no hace nada para impedirlo. O sea, salió bien pero al final como que Frankestein se escapó del laboratorio. Por otro lado, en su momento a Macri le era muy funcional Milei para sacudir a Larreta. Recordemos que todo el primer ataque de Milei era sistemática y diariamente contra Larreta, mucho más que contra el kirchnerismo. Entonces veían una funcionalidad también sectores del PRO en Milei, que era una especie de tipo que salía del closet y decía las cosas que Macri y Bullrich no se atrevían, corriendo la cancha ideológica y permitiendo el avance de una agenda que el PRO más tradicional no podía hacer. Entonces por dos motivos también le convenía a Macri. El PRO, por otro lado, le convenía a algunos de los medios de comunicación porque era un tipo súper mediático, con lo cual cuanto más polémica hay en la tele, más divertido es. Con lo cual también les convenía subirlo a Milei. Entonces, finalmente, una especie de funcionalidades múltiples que creían que tenía Milei, obviamente no ganando. Ellos pensaban que la paritaria que hoy se está dando en vivo entre Macri y Milei se iba a dar al revés, o sea que la presidencia iba a ser del PRO y que en todo caso iban a negociar una especie de coalición con los libertarios, pero los libertarios no teniendo el presidente en el Congreso. Salió al revés y lo que Milei está tratando de evitar es hacer un acuerdo con Macri. Lo que Milei cree es que como él ya le caminó la sociología al PRO, como él ya tiene ese lugar, lo que quiere hacer es destruir al PRO él. Y cuenta con eso con Patricia Bullrich, que sería la décima novena vez que cambia de partido. En ese sentido no es la primera, ni tampoco probablemente la última, que ya es de La Libertad Avanza, y que habla dentro del PRO como si fuese el PRO, porque es la presidencia nominal del partido, pero que en realidad ya se cambió de partido.
El problema con Milei es que plantea un juego tan maximalista, el que en el poker se llama ‘all in’ que apuesta todo el tiempo, pero un día te sale mal y aparece un Nacho Torres que dice ‘no te doy el petróleo”
LCV: El único soldadito de plomo que no contó toda esta gente y no escuchó fue la gente ¿Creés que hoy están escuchando a la gente?
—Hoy lo que pueden decir las encuestas, que tampoco es la gente, pero pongamos que es aproximativo, lo que indican es que hay una tolerancia social más grande de lo de lo normal con relación a Milei en relación al ajuste que está haciendo y a la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y todo lo que vienen hablando en el programa, justamente por los enemigos que tiene, porque están por la casta. Por ejemplo, el caso de los gobernadores, vengo recién de Neuquén y mucha gente decían en mesas que uno estuvo, gente no politizada necesariamente, “está bien, pero viste cómo viven los del MPN”, “viste como vivían tal y cual”. Entonces todavía hay un margen estrecho que es el se pelea con los gobernadores y como mucha veces la gente ve. Mucha gente ve cómo viven las burguesías políticas provinciales todavía que es como un country digamos, con una cosa más de casta, todavía tiene un pequeño margen. Ahora para mí se equivoca. ¿En qué sentido? Que muchos de los que llegaron hoy al poder en el 2023 llegaron igual que él. O sea, Nacho Torres también es producto de la crisis del sistema en Chubut. Sarsora en Córdoba es producto de una renovación generacional distinta de una guardia de un peronismo que gobernó. O sea, él no es el único nuevo en la mesa. Entonces tal vez la equivocación es que él, hoy por hoy, todavía puede zafar por el nivel de crítica que haga el sistema. A los políticos les pasa siempre igual. Creen que como llegaron hasta ahí de una manera, de la misma manera les va a ir yendo bien, hasta que el momento fracasa, no es lo mismo. Yo me acuerdo mucho en la época del primer macrismo, donde parecía que Marcos Peña tenía una máquina de descifrar el humor popular metida dentro del escritorio y todo. Sobre todo el peronismo estaba muy el cuento del Mago de Oz, como quien cree que atrás de la vitrina hay una especie de gran interpretador que ellos no entienden y que entonces mejor se llaman a silencio. Y es verdad, al macrismo le fue bien hasta el 17 que le ganó Cristina Kirchner a Esteban Bullrich y después no existió más. Hoy por hoy esa popularidad que mantiene es fruto de recrear todo el tiempo esa rabia. Por eso Milei todos los días recrea. Es como quien en un ambiente lleno de gas, vive prendiendo fósforos un día. El problema de Milei es que plantea un juego tan maximalista, como en el póker llaman all in, como quien apuesta todo el tiempo, que un día un día le sale mal, un día lo que habilita es que Nacho Torres se levante y diga no entregamos petróleo, porque por lo menos por la información que yo tengo, lo que él le dijo a Nicolás Posse que le diga los gobernadores, literal fue los quiero de rodillas.
LCV: Nos cansamos de estar de rodillas.
—Sí, a mí me parece que hay una parte donde hay una especie de imitación de otros procesos, en el sentido de que la idea del poder central, disciplinando a gobernadores por plata, no la inventó Milei, en todo caso la radicaliza y la profundiza. Pero digo, hay una especie de situaciones donde muchas veces ese tipo de unitarismo centralista termina apareciéndose. En este caso es por el ajuste, en otros casos no es por el ajuste, es por otras cuestiones. Siempre le daba esa plata de cualquier manera. Lo que estamos viendo en eso es la réplica de un poder que se cree sin mediación. ¿En qué sentido? Él cree que solo le dijeron a él. Hay una parte que el 56% de Milei se parece al 54% de vamos por todo, que es esa idea de que porque uno tuvo una mayoría especial… No lo votó nadie y él único poder legítimo es el poder nacional en diálogo derecho con la población, en este caso ni siquiera sin partido, sin nada. Como diciendo: Yo hablo con la gente vía redes sociales y esa es mi forma de legitimidad. Eso y las elecciones, nada más. Y el resto son todos ilegítimos. Eso es un argumento que recuerda a otros, entonces la particularidad de este tipo de populismo cibernético de Milei es que también prescinde todas las cosas que se le suelen achacar a los populismos clásicos o los populismos de izquierda, que es de mediaciones, de instituciones, de leyes, de cualquier cosa que esté en el medio entre la voluntad popular y él, con un mecanismo, por otro lado, curioso, porque hay una parte donde Milei no es que sabe hablar el lenguaje de las redes, Milei es el lenguaje de las redes. Pomposo, disonante, con mayúscula, simplista, corto, fútil, porque al final no dura nada, después se reconcilia con el… Te quiero decir, es como que tiene la misma gramática. El problema es que hasta ahora no hay un experimento en el mundo que indique que solo con la gramática y la forma de las redes sociales, y te diría el espíritu de las redes sociales, como si fuese el espíritu del protestantismo, se puede gobernar. En general, lo que termina pasando es que hay una lógica del Estado, una lógica de la política, una lógica más beberiana, si querés, una lógica más clásica, que entra en colapso con esto, porque a veces la sensación que Milei cree que porque dijo algo en las redes es porque ya sucedió.
No me preocupa tanto su excentricidad ni su ideología de derecha, sino que la Argentina vuelve a ser un laboratorio de experimentos ideológicos disparatados. Pero después, la deuda es nuestra.
LCV: ¿Qué pensás del discurso que dio este fin de semana en el Conclave de Conservadores?
—Lo que pienso, más allá del discurso en sí, es que a veces a Mieí se le ve mucho más feliz en el extranjero que en la Argentina. El viejo Emilio Perina, que era un pensador, un filósofo, ligado al menemismo de hecho, él decía: Yo soy nacionalista de fines y no de medios. Lo que quería decir con eso es mi objetivo como nacionalista es que la Argentina, por ejemplo, tenga lo mejor transporte posible. Si eso implica que es privado o estatal, me es indistinto en función de ese objetivo general. Entonces, eso también es aplicable a Milei, en el sentido que Milei, que no es un nacionalista, pues es un narcocapitalista. Pero la sensación que te da es que le gusta más estar en esa especie de Foro de Porto Alegre de derecha, siendo una especie de influencer global, de la altright, que gobernando la Argentina de verdad, Es como que la Argentina fuese una excusa para su proyección internacional personal. Lo ves como en la excitación que tiene cuando lo ve a Trump, casi se asusta a Trump, porque para un gringo que se le tira tan encima, casi que parece que se lo quiere transar, una cosa rarísima. Y esa excentricidad que va… Ahora, ¿eso qué implica? ¿Qué es lo que más me preocupa a mí? No es tanto la excentricidad o que sea derecha, sino que es la parte donde la Argentina, una vez más, parece ser una especie de excusa para una ideología. O sea, bueno, está bien, queda acá como un experimento, la Argentina como laboratorio de los experimentos ideológicos más disparatados, que después la cuenta viene acá, no va al CPAC en Washington DC. O donde sea que haya sido. Esa es un poco la cuestión.
LCV: El contenido de lo que dijo ¿a ese público le cayó bien? ¿Es una cosa comprensible o pensaron: Este ridículo que está diciendo?
—El contenido es el mismo Milei de siempre, no hay mucha diferencia con eso.
El Estado ‘militante’ funciona cuando milita para vos. En cuánto perdés, milita para otro. Hubiese sido bueno tener algo más ‘neutro’
LCV: Habló de populismo delante del reino del populismo, que es Trump.
—Trump es superproteccionista. También en los congresos que se hacían por izquierda, no había mucha congruencia entre entre muchos los que estaban ahí, digamos, entre Fidel Castro y Bayer, qué sé yo. Esa parte, te diría que es como casi que pasa siempre en ese tipo de lugares de encuentro, de cosas tan disímil.
LCV: Pero no recuerdo ni a Fidel ni a Bayer haciendo el ridículo en las opiniones entre sí. En cambio, acá era como estar hablando del código que utilizaba, parecía no ser el adecuado para hablar a Trump.
—Él hace un poco el mismo discurso en todos lados. a favor de él. Le puede estar hablando de la escuela austríaca de economía en una Villa Miseria, y el tipo es así y es así donde sea. A veces es un poco disco rayado, no hay mucha variación en el discurso de Milei. Es como siempre lo mismo. Tira un poco más la del aborto allá porque sabe que en los sectores más de derecha americana es un tema más importante que acá, supongamos. Pero después, sino, sus giros son más o menos iguales. Fíjate el discurso de Davos y este qué es más parecido. O sea, tiene alguna dirección más… En el caso de Davos, él sabía que le estaba hablando a los empresarios del mundo, y en este caso, le está hablando a los convencidos de eso. En ese sentido, por ejemplo, es muchísimo más interesante el discurso de Bukele que el de él. O sea, es más articulado, tiene más inflexiones, tiene más bagaje que el de Millei.
LCV: ¿Qué pensás cuando Patricia Bullrich le dice a Bukele: Vamos hacia ahí, ese es nuestro camino?
—Dentro de lo que es la división de tareas dentro del Gobierno, ella se arrogó un poco para volver a crecer en popularidad y demás, ese lugar. Ese lugar y ser el caballo de Troya del mileinismo en el PRO, o sea, la destrucción de básicamente el liderazgo de Macri también. Después, el resto sí, es como… A ver, Bukele hoy, si uno hace un focus group, en los focus que nosotros hicimos en el 2023 en la Argentina, Bukele era el líder internacional más reconocido por la gente, hasta en lugares tan disminuidos como Corrientes o Salta.
LCV: ¿Reconocido por conocido o querido?
—Por la foto de los tipos en cuero con tatuajes, por eso. Reconocido y en los lugares donde más inseguridad hay, como en Rosario, está bien ponderado eso, lo cual no implica que sea justo, pero lo popular no siempre es justo.
LCV: Bueno, ya decía Perón que si él gobernaba realmente con lo que le estaban pidiendo cada uno, el país hubiera sido un desastre.
—El problema es que es un argumento que solo funciona cuando vas ganando. El Estado Militante funciona en tanto y en cuanto milite para vos, porque el día que perdes milita para el otro. Y entonces ves lo bueno que hubiese sido tener algo un poco más neutro, un poco menos entregado a la causa.
La vida política argentina ya no rota alrededor de Cristina sino alrededor de Milei
LCV: ¿Para ir cerrando, la consultora tiene números nuevos de aceptación?
—Bajó un poquito más. Ahora estamos midiendo después de la pelea con los gobernadores, pero yo te diría que todavía va a tener un tranco. A ver, todos los presidentes cuando asumen tienen popularidad. O sea, él asumió en diciembre, recién va a ser febrero.
LCV: Pero ninguno hizo lo que él hizo en un tiempo tan récord.
—Pero también es una época que es mucho más complaciente con eso. Creo que todavía tiene un margen y lo va a perder. La idea de ese margen es lo que lo va a perder. Insisto, no lo inventó Milei, pasa siempre. El tipo puede decir qué me van a decir a mí sí yo pasé de panelista a presidente en dos años sin partido y sin nada. El mileinismo entero es como un equipo de fútbol de 11 que solo tiene tres delanteros y atrás nada, no tiene arquero, cada vez qué hay un contragolpe es gol, y que mientras tanto el equipo rival esté anonadado y parezca que patea el arco, simula que está bien. Es tan endeble la construcción hacia atrás de esto que el día que le deje de ir muy bien, le va a ir muy mal, casi sin transición.
LCV: ¿Coincidis con esto de que está apareciendo una oposición a Milei?
—La está armando Milei. Está armando una especie de colectivo nuevo con los gobernadores. Hace dos días el PJ de Entre Ríos apoyó a Frigerio, todos los peronistas lo apoyaron.
LCV: La está armando Milei quiere decir que los errores de Milei están llevando esto.
—Se están juntando gentes que no se juntaría porque ya la vida política argentina no rota alrededor de Cristina sino que rota alrededor de Milei.
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Luigi Mangione: el fantasma de Jesse James sobrevuela Estados Unidos
Por Carmen Valdivieso Hulbert, corresponsal de LCV en Nueva York
Una fría madrugada de inicios de diciembre, en una calle céntrica de Nueva York, un atacante solitario acabó de tres balazos con la vida de Brian Thompson, presidente ejecutivo de United Healthcare, la más poderosa empresa de seguros estadounidense. El asesino dejó tres casquillos de bala con inscripciones de las palabras más usadas por las empresas del sistema de salud y conocidas por todos aquellos que alguna vez estuvieron enfermos y pasaron por esa experiencia: Denegar, Defender y Deponer. Las autoridades señalan que son las tres D, de las palabras tácticas usadas por las aseguradoras de salud para demorar o rechazar los reclamos de los pacientes.
El público vio con asombro cómo las cámaras de seguridad de la zona registraron escenas del primer disparo por la espalda cuando estaba a punto de entrar al Hotel Hilton, y los subsiguientes ya en el suelo donde el alto ejecutivo al parecer perdió la vida, en lo que sin duda fue un ataque premeditado. Parecía como si el atacante hubiese dejado todo documentado a propósito sin temor de ser atrapado.
Es así cómo comienza la leyenda de Luigi Mangione, quien no fuera identificado hasta cinco días después del ataque, en que tomó justicia por mano propia en nombre de todos los pacientes que alguna vez fueron víctimas del inhumano sistema de seguros de salud estadounidense, más interesado en acumular fortuna, que en velar por la salud de los asegurados.
Las autoridades iniciaron de inmediato una intensa cacería humana en los lugares donde había sido visto el sospechoso a quien se le vio comprando una botella de agua y caramelos antes del ataque, y hablando por un celular. Asimismo, las cámaras captaron cuando se alejaba del lugar en una bicicleta alquilada, con dirección al Parque Central en el Upper West Side de Manhattan donde se había alojado en un cuarto múltiple de un hostal, allí durmió con otras personas.
Finalmente se le pudo ver el rostro en una cámara del hostal mientras le sonreía a la recepcionista. Era un hombre joven y bastante guapo. Por esos días un taxista informó que lo había transportado hasta la estación de autobuses en el noroeste de la ciudad. Había abandonado Nueva York.
Como en un buen western, la policía ofrecía una recompensa de 10,000 dólares para quien avisara sobre el paradero del sospechoso, mientras Mangioni se convertía en el vengador solitario de la clase media y los pobres contra el abuso de los millonarios de la salud.
Finalmente el joven de 26 años fue arrestado en un McDonald’s de Altoona, estado de Pensilvania, al ser identificado por un trabajador que llamó a la policía. Una vez en Nueva York, después de días de litigio para evitar ser extraditado desde el estado de Pensilvania, Mangioni compareció en la corte estatal donde fue acusado de homicidio en primer grado con intención de terrorismo a nivel estatal. Asimismo, un tribunal federal le imputó cuatro delitos, inclusive por acechar a su víctima, por el uso de arma de fuego con silenciador y por homicidio con un arma de fuego, que le podría valer la pena capital o por lo menos la pena máxima de prisión perpetua sin derecho a libertad condicional
La fiscalía afirma que Mangione esperó casi una hora por Thompson quien iba a participar en una conferencia de inversionistas el 4 de diciembre en el Hotel Hilton. Mangioni está detenido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, el mismo lugar donde espera juicio, el rapero Diddy Combs.
¿Quién era Brian Thompson?
Thompson estudió adminstración de empresas en la Universidad de Iowa y se graduó en 1997. Después de trabajar varios años en la firma de consultoría Price Waterhouse Coopers, pasó a United Healthcare en el 2004. Ascendió rápidamente, ocupando puestos de liderazgo, y fue nombrado presidente ejecutivo de la empresa aseguradora en el 2021. Actualmente tenía un sueldo anual de 10,2 millones de dólares.
Desde que Thompson asumió el cargo, las ganancias de United Healthcare se incrementaron en 5,000 millones de dólares solo en dos años. Entre el 2019 y el 2022, la aseguradora aumentó en más del doble su tasa de negativas a los pedidos de autorización para tratamientos. Una de las innovaciones de Thompson fue el uso de algoritmos para expulsar a pacientes enfermos y discapacitados, beneficiarios del sistema Medicare para jubilados, de los asilos de ancianos y de programas de rehabilitación, provocando mucho dolor y penurias entre los asegurados.
El funcionario fue acusado en 2024 en una demanda colectiva de presunto tráfico de información privilegiada para obtener ganancias en la bolsa de valores, tras haber vendido 15 millones de dólares de sus acciones en la empresa que dirigía cuando sabía que era investigada por el Departamento de Justicia.
La demanda, que continúa vigente, fue entablada por el Fondos de Pensiones de Bomberos de la ciudad de Hollywood contra Thompson y otros ejecutivos, acusandolos de no haber informado a los invesionistas sobre la investigación, antes de la venta de 117 millones de dólares de acciones de la empresa.
Thompson vino a Nueva York a fin de participar en una conferencia de aseguradores esa mañana en que fue asesinado. Había recibido algunas amenazas por asuntos de cobertura médica, según dijo su viuda Paulette Thompson a una cadena de televisión. La pareja estaba separada. A sus conocidos les extrañó que Thompson se hubiera desplazado públicamente sin vigilancia personal en el momento del ataque.
¿Quién es Luigi Mangione?
La evolución del acusado fue radical. Nacido en una familia prominente de Maryland, fue un alumno destacado en una escuela exclusiva de Baltimore donde sus compañeros lo eligieron para dar el discurso de graduación en la secundaria, y cursó estudios de ciencias de computación y unas maestría en una de las mejores universidades estadounidenses. Inició su carrera como ingeniero informático en una empresa de automóviles y practicaba el surfing en Hawai. Una de sus amigas comentó a un medio que Mangioni sufrió una dolencia a la espalda y ésta había empeorado debido al surfing y a su afición por las excursiones a pie. Esta experiencia provocó el inicio de su cambio. Las semanas previas al ataque había cortado el contacto con su familia y amigos.
Las autoridades federales descubrieron un cuaderno de apuntes de Mangione en el cual, expresaba sentimiento de hostilidad hacia la industria aseguradora y contra los ejecutivos millonarios en particular. En el mes de agosto, escribió que le complacía haberse tomado su tiempo porque había podido conocer más sobre una empresa. Y en octubre ya mencionaba la realización de una conferencia de aseguradoras y hablaba de su intención de acabar con el presidente ejecutivo de una de las empresas de seguros de salud en esa conferencia.
El Manifiesto de Luigi
“Para los federales, seré breve, porque respeto lo que hacen por nuestro país. Para ahorrarles una larga investigación, declaro claramente que no estaba trabajando con nadie. Esto fue bastante trivial: algo de ingeniería social elemental, CAD básico, mucha paciencia. El cuaderno espiral, si está presente, tiene algunas notas dispersas y listas de tareas pendientes que iluminan la esencia del asunto”, escribió Mangione en una suerte de documento de 260 palabras en las que explica el motivo de su asesinato que muchos consideran un ‘ajusticiamiento’.
“Mi tecnología está bastante bloqueada porque trabajo en ingeniería, así que probablemente no haya mucha información allí. Me disculpo por cualquier conflicto de traumas, pero tenía que hacerse. Francamente, estos parásitos simplemente se lo merecían.”
“Un recordatorio: Estados Unidos tiene el sistema de salud número uno más caro del mundo, pero ocupamos aproximadamente el puesto número 42 en esperanza de vida. United es la empresa (indescifrable) más grande de Estados Unidos por capitalización de mercado, solo detrás de Apple, Google, Walmart.”
“Obviamente, el problema es más complejo, pero no tengo espacio y, francamente, no pretendo ser la persona más calificada para exponer el argumento completo. Pero muchos han sacado a la luz la corrupción y la codicia (por ejemplo, Rosenthal, Moore) hace décadas y los problemas simplemente siguen existiendo”.
“No es una cuestión de conciencia en este momento, sino claramente juegos de poder en juego. Evidentemente, soy el primero en enfrentarlo con una honestidad tan brutal”.
“Ha crecido y crecido, pero ¿a medida que nuestra esperanza de vida? No, la realidad es que estos (indescifrable) simplemente se han vuelto demasiado poderosos y continúan abusando de nuestro país para obtener enormes ganancias, porque el público estadounidense les ha permitido salirse con la suya”.
Frases aisladas que reflejan el móvil político del asesinato, esparcidas en un cuaderno y un anotador. El contenido de esa libreta fue recientemente divulgado por distintos medios de comunicación, como el diario The New York Times y CNN.
“¿Qué haces? Acabas con el CEO en la convención anual de parásitos contadores de frijoles. Es específico, preciso y no pone en riesgo a inocentes”.
¿Héroe popular o asesino a sangre fría?
El sentimiento de polarización se ha dejado sentir en varios ambientes del país.
El público del programa de TV, The Daily Show, abucheó cuando Jon Stewart, el animador del programa, anunció que habían arrestado a Mangioni en Pensilvania.
Esto es lo que se debe haber sentido el pueblo cuando se conocían las historias de Robin Hood allá por el 1.300, comentó la crítica de arquitectura, Kate Wagner, en su cuenta de X sobre la búsqueda de Mangioni. La cuenta se hizo viral, llegando a los 2 millones de lecturas.
“La gente detesta su seguro de salud en Estados Unidos”, afirmó el experto Ed Ongweso en una entrevista con The Guardian. “No me sorprende que algunas personas celebren el asesinato como una forma de catarsis, pero lo que sí me sorprende es que lo hagan abiertamente e incluso que vayan en contra de los esfuerzos por acallarlos”, agregó.
Varios expectadores se congregaron frente al tribunal neoyorquino mientras Mangioni ingresaba al edificio. Una persona portaba un cartel que leía “ Denegar, Defender y Deponer”, repitiendo lo que el atacante había escrito en los casquillos de balas que quedaron en el lugar del asesinato. Otro de los manifestantes, que portaba un cartel que decía “Libertad a Luigi. Homicidio por Ganancia es Terrorismo”, dijo a un canal de TV: Nuestro país está quebrado. Una mujer expresó que el sistema de seguro de salud está diseñado para obtener ganancia a expensas de la salud de la gente.
Las reacciones de los políticos fueron diversas en declaraciones en los medios de comunicación convencionales. El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, condenó acremente a quienes vienen glorificando a Mangioni, presunto asesino de Brian Thompson. En Estados Unidos no matamos gente a sangre fría a fin de resolver diferencias de política o para expresar un punto de vista, destacó Shapiro.
Por su parte, el presidente electo Donald Trump dijo que era muy lamentable que hubieran asesinado a un ejecutivo de una empresa de salud, pero en ningún momento mencionó el estado del sistema de salud en el país.
Mientras tanto, el senador Bernie Sanders, quien durante su campaña presidencial propuso un sistema nacional de salud, señaló que el ataque contra el CEO de United Healthcare, pone de manifiesto la frustración de la gente con respecto a la industria de salud. Mientras que su colega demócrata Elizabeth Warren, dijo que era como una advertencia de que no se puede empujar a la gente demasiado fuerte, porque empieza a tomar acciones por sus propias manos y podría ser una amenaza para todos.
Sanders agregó que habría que convertir este crimen espeluznante en lo que podría ser calificado como un “momento de aprendizaje”.
Pocos días después del asesinato, varios activistas políticos, ex seguidores de Bernie Sanders, participaban en una reunión prenavideña en Brooklyn, en medio de la comida a alguien se le ocurrió hacer un brindis: “para que el sospechoso del asesinato del presidente de United Healthcare no sea atrapado por la policía”. En medio de risas entrecortadas, algunos ruborosos levantaban las copas de vino, menos uno, quien al ser preguntado por qué no compartía, respondió: “Es que se trata de un asesino”. Los invitados dejaron de reir como única reacción a la respuesta, pero igual siguieron adelante con el brindis.
Una escena que fue replicada por miles en cada reunión familiar o política. Será, sin dudas, la gran discusión en estas fiestas.
Antecedentes de amados bandidos populares de Estados Unidos
La historia popular estadounidense tiene varios héroes sociales, considerados como bandidos-héroes. Hombres del pueblo, que se identifican con la gente común y por lo general son vistos como alguien en oposición a cierta opresión establecida en el sistema económico, civil y legal inherente a la experiencia histórica norteamericana, según un estudio del experto social Richard E. Meyer, mencionado por la revista The New Yorker, con relación a la aparición de Mangioni dentro de un sistema de salud injusto para el ciudadano de menores ingresos en Estados Unidos.
Entre esos personajes menciona a Jesse James y Sam Bass, bandidos-héroes que habitaban el sur estadounidense durante la época de la reconstrucción, en la posguerra de secesión. Ambos asaltaban bancos y trenes, símbolos de las fuerzas que mantenían al hombre común en opresión económica y social, señala Meyer.
Otro de ellos es el asaltante de bancos y asesino, Charles Arthur (Pretty Boy) Floyd, cuya zona de acción era la región central entre los estados de Ohio, Oklahoma y Missouri durante la era de la Gran Depresión. Floyd asumió las historias de que James y sus muchachos compartía su botín con “viudas y huérfanos” y él hacía lo mismo.
Aunque la fuga de Mangione sólo duró cinco días y no ha beneficiado a ningun asegurado de United Healthcare, su comportamiento equivale al prototipo que Meyer describe como el antihéroe. El sistema de seguros de salud es tan opresivo y peculiar sólo en Estados Unidos, que es la única nación industrializada en el mundo que no provee un sistema de salud universal.
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Uruguay: Pepe y Lucía en el banquillo. Repudio general a sus dichos.
Un manto sombrío cayó sobre la legendaria pareja de ex guerrilleros uruguayos que se convirtieron en emblema de austeridad y honestidad en el mundo. Viejos fantasmas salieron a la luz ¿Hubo pactos y traiciones o simplemente políticas equívocas?
Causaron estupor, bronca y dolor, las recientes declaraciones de Lucía Topolansky, compañera de Pepe Mujica, quien en una entrevista realizada por el periodista Pablo Cohen, para su libro “Los Indomables“, puso en duda la veracidad de las declaraciones de algunos testigos en los juicios de Lesa Humanidad contra los militares responsables de asesinatos, secuestros y torturas durante la última dictadura uruguaya.
Sin dar nombres, deslizó una genérica afirmación: “La gente miente en las declaraciones”. En la extensa charla que tuvo la pareja con el autor del libro que intenta retratar la vida de Pepe Mujica y Lucía Topolansky, la ex senadora afirmó que a un ‘compañero’ le dijeron “Mentí, decí esto y aquello, y metemos preso a fulano” y agregó: “Los que querían que mintieras, te pedían esas cosas. Pero no podés, porque vos no sos como ellos. Nosotros sabemos quiénes son los que mintieron dentro de la izquierda pero no lo vamos a decir porque no somos traidores ni botones”. Mentir en un juicio es un delito, denunciarlo no es traición, la traición es no dar nombres y dejar que la acusación manche el honor de todos los testigos que se animaron a presentarse a un tribunal y señalar a los responsables de actor aberrantes cometidos por el Estado en un contexto de dictadura militar. Su compañero de toda la vida, el ex tupamaro y ex presidente Pepe Mujica salió de inmediato a avalar los dichos de su mujer: “De esas cosas, nos consta; sí. No voy a decir que fuera generalizado, pero había gente que salió con mucho rencor y encontraba que era justo eso, por las que pasó. No todos, pero sé que hubo casos”. sostuvo.
Como era de imaginar, son muchos los militares que a partir de estas revelaciones periodísticas están solicitando la revisión de las causas. Los dichos de Topolansky fueron apoyados por el ex militar, actual senador y líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, quien en su cuenta de twitter comentó: “¿Alguien duda que en el tema del ‘pasado reciente’ la justicia dejó de ser tal para transformarse en venganza? Jueces y fiscales prevaricadores y testigos falsos solo son parte del circo bochornoso”. Condenó la hipocresía de quienes se muestran sorprendidos y festejó la ‘sinceridad’ de la ex tupamara.
La sociedad toda se pregunta porqué razón de la pareja política más influyente en la izquierda del país oriental eligió este momento para atacar de manera tan hartera a los movimientos de derechos humanos. Muchos hablan de algún pacto con Cabildo Abierto para otorgarle prision domiciliaria a los genocidad condenados. Otros apuntan a internas de FA, en especial con el partido comunista, con quienes siempre tuvieron distinta postura con relación a los juicios. No falta quien advierta sobre una posible senilidad tanto física como política del los viejos dirigentes.
La sospecha de pactos a puertas cerradas entre el MLN/Tupamaros y los sectores de inteligencia militar es algo que viene desde hace años. En 1998, El Observador publicó un intento fallido de acuerdo entre el MLN con los militares. Según el matutino se desarrollaron varias de las reuniones entre ambos grupos en la chacra del presidente José Mujica. Por ese entonces, el Tambero Zabalza, ex militante del MLN y crítico a la conducción nacional actual, confirmó la existencia de este diálogo y el presunto pacto. “Es un tema de vieja data. Provocó mi alejamiento del MLN, lo cual no quiere decir que yo haya dejado de ser tupamaro. Estas conversaciones comenzaron tras la muerte de Raúl Sendic, luego que triunfó el voto amarillo. Forman parte de una discusión muy grande dentro del MLN. Si Sendic estuviera vivo no se habría llegado a ningún tipo de acuerdo espurio, como se intentó hacer”, afirmaba Zabalza y continuaba: “Una de las razones por la cual nos oponíamos a estas conversaciones era que veíamos que era un operativo de inteligencia. Son oficiales de Inteligencia que usan su información para hacer política. Ellos manipulan a quienes están en contacto, los graban, los hacen firmar documentos y luego lo usan cuando consideran necesario, para desprestigiar Yo me fui fundamentalmente porque no estaba de acuerdo en enterrar la memoria de nuestros compañeros y declararlos muertos en combate cuando no era cierto, y empezar a hacer un nuevo futuro basado en acuerdos espurios, firmados entre gallos y medianoches. La gente debe saber qué es lo que está en juego. ¿Cuánta gente votó a Mujica y Huidobro, y que si hubiera sabido del acuerdo no los habría votado? Yo hablo de esto hace tiempo, y siempre dicen que estoy loco, esa es la locura que yo he tenido: oponerme a hacer acuerdos a espaldas de la gente, de la militancia. Acuerdos firmados quizás en calabozos”, concluyó Zabalza quien ya no está entre nosotros pero nunca modificó su postura a pesar de los agravios recibidos por sus ex compañeros.
La prestigiosa periodista de investigación uruguaya y colaboradora de La Columna Vertebral, María Urruzola, quien fue exiliada en dictadura, funcionaria de Tabaré Vázquez, y autora, entre otros, de un polémico libro que la puso en el ojo de la tormenta, “Eleuterio Fernández Huidobro. Sin remordimientos“, en el que revelaba la sinuosa política de la dirigencia tupamara en los años 90, publica hoy en su facebook: “Uruguay fue el país que más presos políticos tuvo en América Latina. Se calcula que más de 5.000. Hay que ser Dios para decir “nosotros sabemos quién de la izquierda mintió”. O tienen que haber trabajado con los militares, en sus oficinas, teniendo acceso a los destinos de cada militar, para saber si alguien no estaba donde 15 años después dijo un preso que estaba…O…”
Las confesiones de Topolanky en este libro, parecen dan crédito a tantas sospechas acumuladas. Quizás, como bien dice la compañera del Pepe en la misma entrevista, cuando se superan los 81 años existe cierta impunidad para decir cosas que antes callaban.
El repudio de funcionarios de justicia, militantes de derechos humanos, el Pit-CNT y el propio Frente Amplio que tienen a la pareja ex tupamara como máxima referencia política, quiene fueron los que avalaron la elección de Orsi como candidato presidencial, no se hizo esperar.
Un baldazo de agua fría contra las organizaciones que llevan décadas luchando por la verdad y la justicia. El fiscal especializado en delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, quien participó en muchos de los juicios cuestionó sus dichos: “No sé en qué se basó para decir eso; si tiene los elementos, que haga la denuncia”. Para evitar suspicacias, este viernes, el fiscal citó a declarar a la senadora Topolansky para que confirme ante la justicia lo dicho a la prensa. Estará bajo juramento y le caben las generales de la ley, decir la verdad y nada más que la verdad. No obstruir la justicia es algo básico para una legisladora.
La Asociación de Madres y Familiares de Uruguayos detenidos desaparecidos emitió un comunicado en el cual expresa su “máximo repudio ante este tipo de afirmaciones, que ponen en tela de juicio un proceso de muchos años de búsqueda y construcción de justicia”. Repudia que semejante manto de sospecha venga de parte de una senadora electa que cuestiona el accionar de uno de los poderes del Estado”, y resalta la valentía que tuvieron “las víctimas de tortura, de abusos sexuales y tratos inhumanos” para “denunciar y decir su verdad ante la justicia”, lo que ha llevado a que “más de un centenar de represores tuviesen una sentencia”. Insiste en que ‘por el rol que reviste y en su calidad de funcionaria pública”, Topolansky denuncie el caso ante la justicia lo que afirmó ligeramente en una entrevista. “Bueno sería retractarse o, de no ser así, quizá sea mejor llamarse a silencio”, sentencia el comunicado. “Cabe preguntarnos, ¿a quién favorecen estas declaraciones? ¿Cuál es su objetivo? ¿Acaso sirve cuestionar la credibilidad de las víctimas en favor de quienes torturaron, asesinaron, secuestraron niños y desaparecieron a nuestros familiares?”, concluyó la organización de DDHH.
El Frente Amplio reafirmó su compromiso “inquebrantable” con la defensa de los derechos humanos y su “condena absoluta” a los crímenes de lesa humanidad. “El trabajo de Madres y Familiares representa una causa colectiva que nos interpela como país y que exige el compromiso de todos los sectores políticos y sociales”, afirmó y reiteró su ” confianza en los procesos de la Justicia en materia de derechos humanos, particularmente el trabajo de la Fiscalía especializada”. El propio Yamandú Orsi, flamante presidente electo uruguayo, gracias al acompañamiento de Pepe Mujica, se desmarcó de su líder y en rueda de prensa opinó sobre el debate del momento: “Acá se violaron los derechos humanos, acá hay mucha gente que está desaparecida. Acá se atropellaron los derechos humanos de manera cruel e inaceptable. La Justicia es parte de un poder del Estado y yo no soy quién para analizar ni dudar de lo que los jueces determinan. Para ser más concreto, si alguien tiene duda o tiene indicios de que no se procedió de manera concreta, se hace cargo de lo que dice…”
El Pit-CNT, que ya había sufrido este año el desplante de Pepe Mujica, quién militó en contradel plebiscito propuesto por la central obrera para lograr una jubilación digna con rango constitucional, también se expresaron con dureza contra las declaraciones de Lucía Topolansky en un comunicado firmado por su Secretariado General que reproducimos a continuación:
- El movimiento sindical uruguayo, sus hombres y mujeres, han dejado su sangre y su vida en defensa de la democracia, enfrentando desde el primer momento a la dictadura cívico militar con el desarrollo de una huelga general.
- Esta acción tuvo consecuencias brutales hacia nuestros integrantes, así como para militantes políticos y sociales; sufriendo secuestros, desapariciones, torturas y asesinatos; prisión y exilio para muchos ciudadanos y ciudadanas.
- Esta es una realidad tangible e innegable de nuestra historia reciente, reconocida por los propios protagonistas, de un lado y del otro; constatada por organismos internacionales de defensa de los derechos humanos. La brutalidad, la saña, la violación a los derechos humanos es un hecho objetivo incontrastable que tuvo como protagonista al personal militar, mandos medios y superiores; así como a civiles al servicio de las Fuerzas Conjuntas.
- Al día de hoy, porfiadamente, la tierra sigue hablando cada tanto, poniéndole rostro a un compañero o compañera, pero también denunciando la aberración inhumana y cobarde de su muerte.
- Esto no es revisionismo, no es una falsedad; es la realidad de lo ocurrido en este país en su pasado reciente; realidad que condenamos, a la que no queremos volver nunca más y la cual enfrentamos al día de hoy reclamando verdad y justicia.
- Teniendo en cuenta todas estas consideraciones es que no entendemos, no comprendemos el sentido de estas declaraciones y exhortamos a que se denuncie si es que se tiene algún elemento que haya tergiversado el debido proceso de los torturadores y asesinos, debido proceso que no tuvieron nuestros compañeros y compañeras caídas.
- Tender un manto de duda sin enfrentar las responsabilidades de nuestros dichos socava nuestra solidez republicana y debilita nuestro sistema democrático, tan caro para nosotros los trabajadores y trabajadoras de este país.
Archivo
ARCHIVO/La corrupción sigue estando de moda, por Oscar Taffetani
Esta semana, el maestro Oscar Taffetani comparte una nota de su archivo personal escrita el 16 de mayo de 1993 –hace 31 años-. Eran los noventa, tiempos de “menemato” cuando estallaba el boom de los escándalos de corrupción. Nunca, hasta ese momento, se habían visto tantos funcionarios procesados por malversación de fondos, coimas, contrabando, venta ilegal de armas o enriquecimiento ilícito. La lista es larga. Algunos han pasado rápidamente al olvido, como el ex concejal justicialista José Manuel Pico condenado por la justicia porteña a cinco de años de prisión y diez años de inhabilitación para ocupar cargos públicos, por el delito de enriquecimiento ilícito. “Me quieren convertir en un monstruo”, se lamentaba, conciente de que él no hacía nada diferente a lo que hacían todos. Fue el primer político de cierta relevancia condenado por corrupción a quince días de las elecciones presidenciales.
Con mejor o peor suerte, tuvieron que sentarse en el banquillo de los acusados altos funcionarios, entre otros: Carlos Grosso; María Julia Alsogaray; Víctor Alderete; José Luis Manzano, Antonio Erman González; Carlos Corach; Amira y Emir Yoma; Ángel Eduardo Maza; Domingo Cavallo; Gostanian y el propio presidente Carlos Menem quien fue condenado por peculado, contrabando de armas y sobresueldos, pero gracias a los fueros nunca debió cumplir su pena. En 1994, el presidente del Banco Nación, junto a ex directores y cinco empresarios fueron procesado por el supuesto pago de 21 millones de coimas a IBM por la renovación de su sistema informático. El hermano y secretario de uno de los imputados, Marcelo Cattáneo, apareció suicidado. Las muertes dudosas de personajes vinculados al gobierno iban en aumento.
Distintos negociados fueron tapa de diarios y revistas. Los libros de investigación eran Best Sellers (Robo para la Corona, de Horacio Verbitsky; El Otro, de Hernán López Echagüe; El Jefe, de Gabriela Cerruti; o Pizza con Champagne de Silvina Walger, se vendían por cientos de miles). Con buen tino, Oscar Taffetani titulaba una nota publicada en la revista Nueva: “La corrupción está de moda”. Una moda que llegó para quedarse.
¿Cuáles son las razones y la solución de semejante descalabro? O.T. recorre los principales hechos de corrupción en Argentina y el mundo. ¿Cómo salir de esta telaraña? Un debate más vigente que nunca.
Corrupción está de moda
Un fantasma viscoso recorre el planeta. Los diarios lo llaman corrupción. Los políticos y los periodistas lo llaman corrupción. La gente lo llama corrupción. ¿De qué se trata?
El barón de Montesquieu escribió en alguno de los treintaiún volúmenes que componen Del espíritu de las leyes (1748), que “el principio de democracia se corrompe cuando una nación pierde el espíritu de igualdad y lo interpreta arbitrariamente”.
Según el ilustre barón (a quien solemos citar de oído), una neta separación entre los poderes del Estado produce la mutua limitación que salvaguarda las libertades.
Claro que el sistema que Montesquieu tomaba por modelo de democracia era el inglés, donde el Poder Ejecutivo reposaba en el Príncipe (consorte o sinsorte), el Legislativo en la Cámara de los Lores (reclutados en la nobleza) y el Judicial en esas convulsionadas cortes provincianas que supieron describir Shakespeare y Marlowe.
En cuanto a los “países cálidos” (así llamaba a las colonias africanas, asiáticas y americanas), el tratadista observaba que “están más dispuestos que los fríos a la servidumbre”… Hasta allí Montesquieu.
Montes… ¿quién?
En América latina, lo mismo que en los jóvenes países africanos y asiáticos, la democracia política padece aún hoy el vicio del caudillismo. Los tres poderes suelen estar sujetos a la voluntad de uno solo: el Ejecutivo.
Cuando se habla de corrupción, entonces, por lo general, se habla de un juez o un legislador sobornado, de un amigo o un pariente del “Número 1” que se acomoda en un puesto público, que resulta beneficiario de una dudosa licitación o que impunemente viola las leyes al amparo de su protector.
De esta clase de corrupción sabemos mucho en América latina. La historia del continente –sin necesidad de hacer revisionismo– está plagada de caudillos, militares y civiles, que convirtieron su antojo en ley severa, que se enriquecieron en la función pública, que entraron al gobierno por la puerta grande, “para acabar con la corrupción” y salieron por la puerta de servicio, entre gallos y medianoche, con los bolsillos llenos.
En los países anglosajones (algo de razón tenía Montesquieu) la vigilancia civil sobre los poderes es mayor. Los ciudadanos que sangrientamente conquistaron sus derechos poniendo fin, o por lo menos un límite, a la monarquía, saben defenderlos mejor.
No están libres del azote de la corrupción (que prefieren llamar inmoralidad), pero tienen aceitados los mecanismos democráticos para combatirla.
El affaire Watergate en los Estados Unidos (espionaje republicano en la sede del Partido Demócrata) le costó la presidencia a Richard Nixon. El affaire Irán-contras (llamado por la prensa Irangate) llevó a un juicio público a altos jefes militares y determinó el cambio de política hacia Centroamérica.
Curiosamente, los hechos inmorales de más gravitación en la política norteamericana fueron descubiertos por la prensa. Dos periodistas del Washington Post, amparándose en la Quinta Enmienda de su Constitución, desataron el escándalo que acabó con Nixon.
El cuarto poder entra en escena
¿Son posibles los Watergates en América latina? Ardua pregunta. La regla –salvo raras excepciones– es que todo concluye con la denuncia. Los efectos jurídicos no van más allá de la renuncia al cargo por parte del funcionarios involucrado o de un “fusible” de éste.
No obstante, debe reconocerse que haber hecho públicos los ilícitos y haber conseguido la renuncia o alejamiento de funcionarios corruptos, no es poco mérito, habida cuenta de la ostensible lentitud del Poder Legislativo y la mora del Poder Judicial para intervenir en esas cuestiones.
Otra pregunta que puede escucharse en la calle es: ¿Hay más corrupción ahora que antes? ¿O es que ahora se sabe más?
Las respuestas invariablemente estarán teñidas de un color político. A pesar de ello, habrá coincidencia general en observar que, gracias a la existencia de una prensa independiente y diversa, hoy puede saberse más de lo que pasa “en palacio”. La ciudadanía dispone de un instrumento tan poderoso como aquéllos –devaluados– que le brindó la bicentenaria Revolución Francesa.
No todas son rosas en la Galaxia Gutenberg, por supuesto: un medio de prensa puede ser sobornado, como puede serlo un policía, un juez, un legislador. Pero corre también el riesgo de quedar en evidencia y sufrir un terrible castigo: que los lectores dejen de comprarlo.
En ocasiones, los diarios, radios o canales televisivos son instrumento de una singular batalla. Es cuando los acusados de corrupción se defienden denunciando algún fraude o ilícito cometido por sus acusadores.
La batalla –aquí reaparece Montesquieu– no es mala en sí misma, puesto que ayuda a que se conozca toda la verdad. El libre juego de los poderes, incluido el Cuarto, es el mejor certificado de buena salud del orden democrático.
Mal olor en el planeta
Una mirada a la política internacional, poco antes del fin de siglo, podría acabar con las más recónditas esperanzas de justicia. En todas partes se cuecen habas. En todas partes había –o hay– corrupción política.
EN EL PRIMER MUNDO
No hace tanto desde que se conocieron las coimas que pagó la Lockheed Aircraft para colocar sus aviones en países “intachables” como Suecia, Francia, la ex República Federal de Alemania y el Japón. Desde el Príncipe Bernardo de Holanda (quien provocó la abdicación de la reina Juliana) hasta el primer ministro japonés Kakuel Tanaka (quien prefirió que el harakiri se lo hicieran algunos ofuscados kamikazes), todos recibieron su sobre o su giro reservado a un banco suizo.
Recientemente –para no abundar en ejemplos– estallaron escándalos en Inglaterra (por comisiones de los ministros en la privatización de servicios); Francia –por “donaciones” y blanqueo de dinero negro a través de partidos de centro-derecha y centro-izquierda–; España (por comisiones en las obras de Expo-Sevilla, finanzas negras y sobornos en el PSOE); Italia –por relaciones de los principales dirigentes políticos y del gobierno con la mafia– y hasta en el lejano, insospechable y poderoso Imperio del Sol Naciente (por declaraciones del político sobornador Shin Kanemaru, quien destapó una olla que no contenía precisamente arroz).
EN EL EX-SEGUNDO MUNDO
El advenimiento de la era Gorbachov puso al descubierto las prebendas y turbios manjeos de los dirigentes soviéticos de la era Brezhnev. No terminó allí la danza: los dirigentes del ex PCUS vaciaron las empresas estatales y fugaron divisas hacia los bancos suizos poco antes de la caída de Gorbachov y el ascenso de Yeltsin.
Uno de los países que aún se declara regido por los principios del socialismo, Cuba, conjuró hace tres años un escándalo por narcotráfico que amenazó acabar con el gobierno de Fidel y Raúl Castro. El chivo emisario fue el fusilado general Ochoa, Nº 3 de la nomenclatura cubana.
EN EL TERCER MUNDO
En la Argentina, el reelecto presidente Carlos Menem ostenta el récord de tener la mayor cantidad de funcionarios procesados en la historia de su país y la región.
La caída de Ferdinando Marcos, en las Filipinas, ocurrida hace unos años, puso al descubierto el enorme grado de corrupción que puede generar un gobierno cuando aspira a perpetuarse.
El affaire Collor, en Brasil, fue un caso reciente de corrupción política (enriquecimiento ilícito) con desenlace ejemplar: el juicio político y destitución del Presidente por el Parlamento.
EN LAS NACIONES UNIDAS
El jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de origen japonés, fue acusado de comprar su reelección. La denuncia extiende las sospechas a casos anteriores (como el del ex SS Kurt Waldheim).
EN LAS ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS
Generation Ecologie, un partido verde francés cuyo dirigente Brice Lalonde fue designado ministro de Medio Ambiente, aceptó importantes contribuciones financieras de empresas a las que decía combatir (como la Sandoz suiza, principal contaminadora del Rhin).
Mal de muchos ¿consuelo de tontos?
Martin Woollacott, del periódico londinense The Guardian, se refirió en un artículo a las distintas formas de corrupción política existentes en el mundo. Desde lo que en Francia llaman “tremper le pain dans le sauce” (mojar el pan en la salsa) hasta lo que los japoneses llaman sin pudor “política del dinero”, pasando por la Tangente italiana, todopoderosa antes de la llegada de los mani pulite. Al hablar Woollacott del mundo anglosajón, desliza irónico: “…tenemos formas menos obvias de corrupción, además de la justa cuota de soborno y de coima…”
He allí una de las probables causas del gran destape de fin de siglo: lo que los Estados y el mismo sistema mundial no toleran no es la corrupción habitual (el “punto” o “punto y medio” de comisión que lubrica el comercio internacional). Lo que el sistema mundial no tolera –porque vuelve imprevisible el futuro de la humanidad– es el exceso de corrupción, esa masa viscosa que entorpece el desarrollo de la economía y las relaciones internacionales.
Desde un punto de vista pragmático, entonces, –dejando el idealismo para mejor momento–, de lo que se trata es de llevar los niveles de corrupción administrativa y política al mínimo posible.
¿Quién puede hacerlo?
Allí regresamos a Montesquieu, aquel pensador francés que fue bautizado en brazos de un pordiosero (porque sus padres querían que aprendiera de niño que todos los hombres son iguales ante Dios). Regresamos a Montesquieu y hallamos que la mejor manera de combatir la corrupción, en casa y en el mundo, es garantizar la independencia de los tres poderes (incluido el cuarto) y luchar por un ejercicio moral de la política.