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Internacionales

“La ultraderecha es el cuco que saca la burguesía para imponer la agenda”, por Álvaro Hilario

Luego del resultado de las elecciones al Parlamento Europeo, conversamos con Alvaro Hilario, corresponsal de La Columna Vertebral en el País Vasco, para analizar el significado de lo que se presenta como una victoria generalizada de la ultraderecha en ese continente. Aquí sus principales definiciones.

“Existe un gran desapego en general por la elecciones del Parlamento Europeo. Los títulos de Clarín, por ejemplo, que buscan extrapolar el hecho de que no se trata de elecciones nacionales, y habla de una victoria de la ultraderecha en Europa es engañoso. Aunque no deja de ser preocupante el resultado.”

“Quien quedó peor parado fue Macron, un fenómeno a analizar. Clarín está intentando ligar la victoria de la ultraderecha en Francia para legitimar la extrema derecha también en España, obviando que son elecciones europeas, que poco tienen que ver con la legitimidad que eso puede tener en cada país. La escasa participación en Francia, que es un país muy politizado y movilizado, puede llegar a indicar un rechazo a definir su situación con el voto, algo parecido a lo que pasaba en Argentina en el año 2000. Es una situación muy interesante.”

Macrón ya tenía pensado adelantar las elecciones legislativas para solucionar su minoría en el Congreso.

“Este triunfo de la ultraderecha francesa, en donde votó el 52% del electorado, tuvo como consecuencia inmediata que el presidente haya adelantado las elecciones legislativas. Pero no fue una decisión tomada en caliente porque las encuestas ya anunciaban el resultado. En Francia el régimen es presidencialista, el presidente tiene mucho poder, el legislativo también, y Macrón no tiene mayoría en el parlamento por lo cual le está costando sacar cualquier ley. Por eso, esto ya lo tenía pensado. Esto que ha pasado en Francia, decir que Macron ha escuchado al pueblo y por eso quiere las elecciones legislativas, es una trampa. Macron ya lo tenía pensado desde antes. Está intentando solucionar este atasco que tiene en la legislatura, es una trampa, es una salida hacia adelante.”

De los grandes temas europeos, como ser la guerra, los presupuestos, la industria armamentística o la inmigración, no se ha dicho nada en campaña

“Algo parecido hace Pedro Sánchez en España, presentarse como que la opción fuera ‘él o la barbarie’. Identificarse como el defensor de los valores republicanos contra la extrema derecha. De esta forma pretende concentrar todo el voto que no sea de ultraderecha para su partido. Durante la campaña, en España se embarró la cancha con chicanas como la supuesta corrupción de la mujer de Sánchez, pero de los grandes temas europeos como ser la guerra, los presupuestos, la industria armamentística, la inmigración, entre otros, de eso no se ha hablado, salvo la derecha con las típicas cantinelas sobre la inmigración y la delincuencia. Otra cosa que hay que tener en cuenta es que en la mayoría de los estados no se han llegado al 50 %, en muchos de ellos apenas arañaron un 20 o 30%.”

“El fenómeno Macron complica a la socialdemocracia europea porque está desarrollando una política que ya quisiera aplicar la extema derecha. Una política muy antisocial, muy antipopular, que está levantando protestas en la calle, huelgas generales, una rebelión que viene desde hace cinco años con los chalecos amarillos en adelante. Macron se ha puesto la soga al cuello.”

En Polonia o Hungría están escarmentando la pérdida de libertades. Ya no hay diferencia entre los tres poderes.

“Otro fenómeno curioso es que en los países del ‘Este’, gobernados por la extrema derecha, también hubo una sorpresa. En Polonia, por ejemplo, perdió las mayoría el partido de extrema derecha que viene gobernando desde hace tiempo. Lo mismo ocurre en Hungría. Están escarmentando la pérdida de libertades que están teniendo. Yo no soy un defensor de esta democracia burguesa representativa, pero en sitios como en Hungría y en Polonia ha desaparecido la diferencia clásica entre los tres poderes, a un nivel que ha escandalizado a la Unión Europea.”

“Es muy difícil hablar de Europa entre 25 Estados, distintas culturas, distintas lenguas, hay que ver para qué sirve el Parlamento Europeo, si bien tiene las funciones de contralor que tiene cualquier parlamento estatal, también está su poder legislativo, pero es un poder legislativo que comparte con el Consejo. Y el Consejo son los Estados, el Consejo es la reunión de los ministros de cada rubro, la función legislativa del parlamento está subordinada a lo que ya antes han cocinado los gobiernos. En cierto modo, es una función legislativa decorativa, el Parlamento Europeo pinta bastante poco dentro del entramado en donde aún los gobiernos de cada país son los que siguen legislando en gran medida.”

Lo que hay es un trasvasamiento entre derechas. Entre partidos fascistas y conservadores

“Lo que hay es un trasvasamiento entre derechas. Entre diferentes partidos fascistas y los conservadores. Pero la ultraderecha es el mamarracho, es el cuco que saca la burguesía para imponer la agenda. Aquí supuestamente tenemos un gobierno progresista pero que está haciendo fuerza para incrementar el presupuesto militar. La socialdemocracia ha hecho suyas todas las políticas duras en contra de la inmigración, a favor de la industria armamentística, del recorte a los gastos sociales, es decir, ha hecho suyas las principales políticas de la derecha. A la socialdemocracia sólo le ha quedado la defensa de lo público frente a los recortes y frente al desarme del Estado. Por eso la abstención es principalmente de la gente de izquierda.”

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Uruguay: cuenta regresiva para las elecciones ¿Qué está en juego?

El próximo 27 de octubre, Uruguay irá a las urnas para elegir un nuevo presidente y también para poner la papeleta de un plebiscito singular, llevado adelante por el PIT-CNT, que propone una reforma constitucional con relación a la previsión social. Votar por el Sí, significará darle a los jubilados varios derechos: volver a la edad de 60 años para retirarse (el gobierno de Lacalle Pou había subido a 63 y 65 la edad jubilatoria, establecer que nadie deberá cobrar menos que un salario mínimo, y anular las AFAP, es decir, las jubilaciones privadas.

Para conocer cómo va la campaña, conversamos con Luis Puig, ex diputado del FA, fundador del Partido por la Victoria del Pueblo, mienbro del PIT CNT en donde fue Sec. de DDHH, que está trabajando fuerte por a favor del plebiscito previsional. Una propuesta de la central obrera uruguaya que, curiosamente, no tiene el apoyo de todo del Frente Amplio, en especial de su candidato a presidente, Yamandú Orsi, a pesar de ser una reivindicación histórica del mismo Frente.

Más allá del voto por la ‘papeleta’ plebiscitaria, analizamos las últimas encuestas que le dan amplia ventaja al Frente Amplio, frente a un Partido Nacional que ha sufrido escándalos de todo tipo a lo largo de su gobierno y está unos 20 puntos abajo. Además, causó inquietud la aparición en carrera de un joven candidato, cuasi desconocido, del Partido Colorado, Andrés Ojeda, que lanzó un spot de campaña en la que contaba su propuesta mientras hacía fitness, con pesas que mostraban su buen estado físico. Criticado por la mayoría de los medios, lo cierto es que en pocas semanas consiguió una ovación de los jóvenes en la Socieada Rural y un aumento significativo en las encuestas que lo pone a pocos puntos del Partido Nacional. Es decir, si Orsi no gana en la primera vuelta, podría llegar a darse un ballotage con un personaje que está utilizando las herramientas digitales y desfachatadas que pueden hacernos recordar a Milei, con un aspecto de nuevo dirigente parecido a Bukele.

LCV: Hola, aquí estamos de nuevo en contacto, en este octubre en el que se definirán varias cosas en Uruguay. Cómo va todo?

—Muy bien, un gusto estar conversando contigo desde el Partido por la Victoria del Pueblo y las expectativas reales que tenemos de, en esta etapa, poder alcanzar en octubre dos victorias. La victoria del Frente Amplio, por la cual estamos trabajando para que se produzca en primera vuelta en octubre, y al mismo tiempo algo que consideramos imprescindible que es la victoria del plebiscito por la Seguridad Social, instalando en la Constitución el tema de la seguridad social como un derecho humano fundamental. Creo que es importante para nuestra gente y creo que también es una buena señal para toda la región.

LCV: Reformar la Constitución para establecer que la jubilación corresponda a un salario mínimo signfica considerarla un derecho inamovible, que no puede ser manipulado por los distintos gobiernos ¿Es así?

—Exacto. Hay antecedentes de esto en Uruguay. Por ejemplo, en 1989, mediante una reforma constitucional también se resolvió que las jubilaciones y pensiones aumentaran por el índice medio de salario. Esto significa que se terminó con toda una etapa en la cual los gobiernos podían, en forma discrecional, eliminar los aumentos a los jubilados, haciéndolos por debajo del índice medio de salario. Hoy la lucha de los trabajadores está íntimamente ligada a lo que es las retribuciones de los jubilados. Esto está en la constitución desde 1989, las jubilaciones se ajustan por el índice medio de salario. Ahora lo que está planteado en este proceso de reforma constitucional por iniciativa popular, que es lo que estamos impulsando y donde quienes tomaron la iniciativa son organizaciones sociales de primer nivel en Uruguay, con mucha adhesión, con mucha participación de la gente y que está siendo acompañado también por organizaciones políticas, en el caso del Frente Amplio, por el PVP, el Partido Comunista, el Partido Socialista, Izquierda en Marcha, la lista 5005 y otros sectores que están acompañando; que nos parece fundamental esa decisión de estar junto a los trabajadores, estar junto a los cooperativistas y no ser prescindentes en un tema que para nosotros es fundamental y que tiene que ver con las condiciones de vida de la gente, con la gente que está más jodida, con la gente que han sido más vulnerados sus derechos a lo largo de la historia.

LCV: Gabriel Oddone, que sería el futuro ministro de Economía en caso de que gane el Frente Amplio, cuando le preguntaron por las consecuencias de que gane el plebiscito, dijo que no iban a ser tan dramáticas como la campaña que están llevando a cabo quienes se opones a la reforma. Hay quienes dicen que si gana el plebiscito Uruguay se hundía porque no había fondos. Da la impresión de que el ministro de economía de Yamadú Orsi le bajó los decibeles a la campaña del miedo.

—Creo que esas declaraciones de Oddone son importantes en la medida que es un cambio en cuanto a lo que se viene planteando por parte de algunos sectores políticos y fundamentalmente acá la ofensiva es por parte del gobierno de derecha que intenta convencer de que aprobar una reforma constitucional que, entre otras cosas, incorpora que las jubilaciones no puedan ser menores al salario mínimo nacional, salario mínimo nacional que está en torno a los 22.268 pesos uruguayos, estamos hablando de menos de 500 dólares, para verlo en una medida internacional, y plantean que si ese aumento se da, se provoca una hecatombe, un caos. Casualmente quienes dicen esto son funcionarios del gobierno que ganan 300, 400 mil pesos, que ganan 10 o 15 veces más de lo que significaría ese aumento a los jubilados de llevarlos al salario mínimo nacional. Pero esto no es nuevo en Uruguay, no es nuevo en la región. Cada vez que se ha intentado mejorar las condiciones de vida de los de abajo, aparecen los anuncios de catástrofe. Esos anuncios que no aparecen cuando, por ejemplo, en Uruguay se exoneran 2500 millones de dólares por año a las grandes empresas que además tienen un conjunto de elementos a su favor, empresas transnacionales, pero sin embargo, cuando se los exonera de esa cantidad exorbitante de dinero que después faltan para las políticas públicas, no aparecen las cámaras empresariales, no aparecen los dirigentes del gobierno diciendo que eso puede ocasionar un perjuicio para la economía. Parece que eso está permitido. Pero si se plantea mínimamente mejorar las jubilaciones miserables de los jubilados o las pensiones mínimas, aparecen estos anuncios. En realidad, a lo largo de la historia del país, cuando se discutió, por ejemplo, la ley de 8 horas, se decía que eso iba a generar que las empresas se fundieran. Estamos hablando de principios del siglo XX, 10 años estuvo paralizado en el parlamento un proyecto de ley enviado por el propio presidente de la república Valle de Ordóñez en 1906. Propios sectores del Partido Colorado, al que pertenecía Valle de Ordóñez, y del Partido Blanco se opusieron durante 10 años en el parlamento. Recién se aprobó cuando la mayoría de los gremios organizados habían logrado reducir la jornada de 16. de 14 a 8 horas, con movilización en la calle. También se discutía el salario mínimo rural, el Estatuto del Peón Rural, que si se definía un salario mínimo para los trabajadores en el área rural, el sistema agroexportador de Uruguay iba a sucumbir, porque prácticamente parece que los empresarios se iban a ver en una situación paupérrima. Nada de eso ocurrió cuando se aprobó la Ley de Consejos de Salario en el ‘43, cuando los Gobiernos del Frente Amplio 2007, 2008 se aprobaron las leyes de negociación colectiva, cuando en el 2014 se aprobó la Ley de Responsabilidad Penal del Empleador. Todos esos anuncios de catástrofe, en el cual se unen los dirigentes empresariales, los dirigentes políticos de la derecha, la derecha social y algunos otros, en realidad lo que intentan es generar una situación de confusión y tratar de convencer a la gente que si se mejora un poquito a los de abajo, la hecatombe del país está asegurada. Sin embargo, cuando se privilegia permanentemente a los de arriba, parece que eso no perjudica en absoluto la economía del país.

LCV: En el plebisito también se establece que no puede haber jubilación privada, es decir, lo que en Uruguay se llama AFAP y en Argentina se llamó AFIP. Hay muchos que temen que los que tengan jubilaciones en las AFAP pierdan ese monto que ya han ahorrado allí. ¿Cómo va a ser el sistema de pasaje de las privadas a la estatal?

—En primer lugar, está asegurado, escrito en la papeleta que pretendemos que tenga rasgo constitucional, que nadie va a tener menos cabo de lo que cobra, lo que le correspondería en la suma de BPS por AFAP. Nadie va a cobrar menos y la inmensa mayoría va a cobrar más. Entonces, esa situación que se ha planteado de una supuesta expropiación de los fondos es absolutamente falsa, inventada. Los ingresos van a ir al BPS, pero van a ir acompañados de la historia laboral de cada trabajador. O sea que los aportes que se hayan realizado no van a sufrir ningún menoscabo, nadie va a cobrar menos y muchísimos van a cobrar más. Pero al mismo tiempo decir lo que ha significado este sistema mixto que rige desde la década del ‘90, cuando se aprobó la ley de Privatización del sistema de Seguridad Social, donde nos decían que teníamos que sumarnos al sistema chileno, que era prácticamente la llave de la felicidad. Porque el sistema chileno ha llevado a que cientos de miles de chilenos no se van a poder jubilar nunca y que sus ahorros provisionales se han dilapidado en distintas inversiones de las aseguradoras privadas. Pero hace 28 años que se aprobó esa ley, hay gente a la que se obligó a aportar la mitad para el BPS, la mitad para las AFAP, y veamos cuál es el resultado de ese sistema mixto. Las jubilaciones por el BPS tienen un promedio de unos 30 o 32 mil pesos uruguayos, hablamos de unos 800 dólares, más o menos. Quienes se jubilan por las AFAP tienen un promedio de menos de 6 mil pesos, habiendo aportado la mitad para el BPS y la mitad para las AFAP. Estamos hablando de que está en cinco veces menos la jubilación cuando decían que se iba a tener dos jubilaciones. O sea, las AFAP se han demostrado como una gran estafa, donde los aportes del trabajador se disminuyen automáticamente en un 20% entre comisiones, entre seguro y demás, donde las AFAP cobran por trabajo que hace el BPS, trabajo de administración lo hace el BPS. Por tanto, se ha demostrado la absoluta mentira, la estafa que ha significado, y esto indirectamente ha sido reconocido por los defensores de las AFAP, que dicen que si se pasa todo al BPS, va a costar 18 millones de dólares más por año. ¿Por qué? Porque en realidad se le viene pagando menos de lo que le corresponde a la gente de las AFAP. En promedio, podemos decir que cada renta vitalicia de AFAP, a esos se les está quitando un promedio de 10 mil pesos por mes. Estamos hablando de 250 dólares por mes que se lo viene estafando desde hace años a quienes están incorporados a las AFAP. Por tanto, son una gran estafa las AFAP.

El otro elemento que nos dicen es que queremos poner en la constitución la edad de 60 años y como la expectativa de vida aumenta, eso no podría ser así. En primer lugar, decir que la expectativa de vida no aumenta para todos igual. Hay estudios en Chile que dicen que en un barrio rico y un barrio pobre de Santiago, tiene una diferencia de 15 años de expectativa de vida. Lo mismo pasa en Uruguay, lo mismo pasa en Argentina, tal vez más agravado en Argentina, donde los pobres viven menos que los ricos, porque si tu alimentación en la primera infancia no fue la adecuada, si no tuviste una vivienda digna, si no pudiste tener un proceso de formación tanto alimenticio, de vivienda, de salud y demás, y si aparte tenías que levantarte a las cuatro de la mañana al campo para ordeniar o en la ciudad para ir a trabajar en un andamio con frío o calor, no vas a tener las mismas condiciones y las mismas expectativas de vida que aquellos que han tenido una vida acomodada. Por lo tanto, es falso que la expectativa de vida sea para todos igual. Además, ponerlo en la constitución implica que no puedan seguirla aumentando, que tengan que reformar la Constitución si quieren aumentarlo, porque la ley que aprobó el gobierno neoliberal, este gobierno actual que tenemos en Uruguay, queda establecida una comisión que va a estudiar futuros aumentos en la edad para jubilarse. No solo te la llevaron de 60 a 65. Un compañero nuestro dice que te prometieron los mejores cinco años de tu vida y esos mejores cinco años te los agregaron a la jubilación, la gran mentira del Gobierno, ¿verdad? Por lo tanto, lo que nosotros aspiramos a que nos sigan subiendo indefinidamente la edad para jubilarse, que la vida sea un poco más que trabajar hasta morir.

LCV: Vos que estás dando vueltas, haciendo campaña, recorriendo los pueblos, los barrios, ¿Cuál es el clima que notás?

—Tengo toda la expectativa que logremos desarrollar que acá la dicotomía es privilegio versus sus derechos. Los privilegios de unos pocos, enfrentados a los derechos de la inmensa mayoría. Nosotros estamos reivindicando los derechos de la gente, independientemente de lo que vote. Estamos reivindicando que se puedan consagrar esos tres aspectos en la Constitución, volver la edad a los 60 años y aquel que quiera seguir trabajando porque considera que puede mejorar o que se siente conforme con lo que está haciendo, puede hacerlo. No hay ninguna obligación, si triunfa del plebiscito, que tengas que jubilarte a los 60 años, sí tenés el derecho de hacerlo. Eso es muy importante. Tiene que ver con la libertad, tiene que ver con decidir qué querés hacer de tu vida. Este gobierno que ha hablado mucho de la libertad, me hace acordar algún presidente de la vecina orilla, en realidad cercenaron la libertad de la gente porque los obligan a aceptar, independientemente cuál sea su actividad laboral, los obligan a afiliarse a una AFAP, le niegan la posibilidad de libertad. Entonces nosotros lo que decimos es que se establezca el derecho a poder jubilarse a los 60 años, que se termine con la estafa de las AFAP y que logremos mínimamente elevar las jubilaciones y pensiones mínimas que están en niveles miserables. Entonces eso afecta al conjunto de la población, vote lo que vote. Todos tendríamos que jubilarnos, aunque hay gente que le está vedado ese derecho por su trabajo precario, por la explotación extrema, por la precarización laboral, pero nosotros consideramos que esto es algo que debieran votarlo todos aquellos que no tienen privilegios.

LCV: Las últimas encuestas dan por ganador por amplio margen al Frente, que le llevaría como unos 20 puntos al partido blanco. Ahora apareció un candidato a presidente que se llama Gabriel Ojeda, que es del Partido Colorado y que ha dado un batacazo en las últimas semanas porque empezó a hacer una campaña medio parecida a la que tuvo Milei y el impacto en las redes. Hoy estaba viendo las encuestas que se le está acercando muchísimo al Partido Blanco. Digamos que antes tenían mucha diferencia el Colorado y el Blanco, pero ahora está uno en 17 y el otro en 13%. ¿No tienen miedo a este fenómeno? ¿Que se les venga un Milei por acá también?

—En primer lugar estamos asistiendo desde hace mucho tiempo a las campañas del show, las campañas vacías, las campañas sin ideas. Yo tengo la impresión de que este señor es un invento. He escuchado algunos reportajes donde ni siquiera el que se dice batllista tiene idea de la historia del batllismo. Él más está actuando como aquellos que eran detractores del batllismo. En realidad creo que es un gran invento, no hay ideas allí que uno pueda decir bueno, qué interesante esto que plantea. En realidad su apuesta ha sido a reforzar la coalición de gobierno. Reforzar la coalición, reivindicar a Lacalle Pou, tratar de aprovechar el descontento de algunos sectores del Partido Nacional hoy con la fórmula que presentó Álvaro Delgado y tratar de llevar algunos votos para allí. Yo no digo que Uruguay no tenga peligro en el futuro de que puedan aparecer estos personajes, pero va a depender mucho de lo que haga la izquierda. Si la izquierda no es capaz en el próximo gobierno de mostrar una alternativa de cambio profundo, de plantearse que gobernar para los más vulnerados, de tratar de limitar los privilegios de los de arriba, si no se plantea ir a fondo con un programa de transformaciones, bueno, ahí puede ser que la gente en algún momento se vea decepcionada. Pero nosotros como Partido por la Victoria del Pueblo, como la lista 5567 en Montevideo y en otros departamentos, estamos aspirando a que el Frente Amplio haga un gobierno de transformaciones, haga un gobierno que tenga como centro los derechos de los de abajo, los derechos de los trabajadores, que se ocupe de ir eliminando la precarización laboral que es un drama para la democracia y los derechos de la gente, que sea capaz de enfrentar los privilegios y las presiones de los poderes fácticos, ya sea de los medios de comunicación, de las cámaras empresariales, de los mandos militares en actividad o en retiro, y sea capaz de hacer un gobierno transformador que no tenga miedo a llamarse de izquierda. Entonces eso creo que es el mejor antídoto para que aparezcan estos outsiders, que en realidad solo pueden basarse en el descontento de la gente. Si la izquierda es capaz de seguir o de retomar la movilización y el entusiasmo de la gente, creo que hay muchísimas posibilidades de reafirmar que en Uruguay no va a ocurrir esa situación. Si la izquierda llegara a defeccionar en el próximo gobierno, yo creo que ahí la situación se vuelve muy complicada. Pero nosotros como Partido por la Victoria del Pueblo, como integrante del Frente Amplio, aspiramos a un gobierno de transformaciones, a un gobierno que se vincule con las organizaciones sociales, un gobierno que no vea a la lucha de los trabajadores como un peligro, sino como una garantía de reafirmación de los cambios.

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Ambiente

Informe especial/Nuevas reglas para la exportación de materias primas. Beneficiados y perjudicados.

Crece la preocupación de los productores rurales franceses por la puesta en vigencia, el 31 de diciembre de 2024 del Reglamento (UE) 2023/1115 que establece nuevas normas para la comercialización en el mercado de la Unión Europea de materias primas o derivados que hayan provocado una degradación forestal. La medida, votada el año pasado, forma parte de la Estrategia de la UE sobre la biodiversidad de aquí a 2030 , la Nueva Estrategia de la UE a favor de los Bosques para 2030 y el Pacto Verde Europeo . El objetivo es prohibir, a partir de 2025, la importación de café, cacao, caucho, aceite de palma, soja, carne de res y madera cuya producción haya contribuido a la deforestación.

En Francia se debate sobre el futuro de la producción ganadera del país ya que importan el 90% de los forrajes y cereales necesarios para alimentar a sus vacas y chanchos y temen que se limite el ingreso de uno de los principales países exportadores como Brasil. El tema también interesa a otros países de la región como Argentina o Uruguay. En julio de este año se llevó a cabo el primer embarque de harina de soja argentina con certificado de libre de deforestación con destino a Francia. Más adelante veremos cómo se comprueba en nuestro país que no se haya afectado al ambiente.

La queja de los productores franceses confirma que casi la mitad de la producción “granos gruesos, de semillas oleaginosas y de tubérculos, se utilizan para la alimentación animal y para la producción de biocombustibles”, tal como resalta una nota publicada por la Bolsa de Comercio de Rosario.

La novedosa medida adoptada por la UE sostiene a modo de fundamento: “El nuevo reglamento europeo tiene como objetivo prohibir, a partir de 2025, la importación de café, cacao, caucho, aceite de palma, soja, carne de res y madera cuya producción haya contribuido a la deforestación.” De esta forma, la Unión Europea espera: “minimizar la contribución de la UE a la deforestación mundial y la degradación forestal ; y reducir la contribución de la UE a las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad mundial.” Al tiempo que expresa su convencimiento de que “la deforestación y la degradación forestal son consecuencia de la expansión de las tierras agrícolas, que está vinculada a la producción de los productos básicos cubiertos por este Reglamento. Como gran consumidora de estas materias primas, la UE puede reducir su contribución a la deforestación y la degradación forestal mundial asegurándose de que estos productos y sus cadenas de suministro estén libres de deforestación. Según la evaluación de impacto del Reglamento, sin esta intervención, solo el consumo y la producción de la UE de las seis materias primas podrían causar una deforestación anual de casi 250 000 hectáreas de aquí a 2030.”

La prohibición de dicha importación recaerá sobre los productores que hayan deforestado selva o bosques nativos a partir de diciembre del 2020, quedando excentos quienes cometieron dicho delito ambiental con anterioridad.

De acuerdo a un informe de la Agencia France Press, productores de la Cooperativa Agrícola Regional del Somme, en el norte de Francia advierten que “todavía no se ha fijado la cotización de la soja para 2025”, lo que pone en riesgo la alimentación de su ganado y la provisión de alimentos al país. En tanto, el Sindicato Francés de la Industria de la Nutrición Animal informó que “la mayoría de los importadores y proveedores han suspendido sus cotizaciones mientras que sus clientes, los fabricantes de piensos para animales de criadero, solo tienen información muy parcial e insuficiente sobre las cantidades disponibles”. Según AFP “el problema afecta a Francia, uno de los mayores productores de carne y leche de la UE, pero también preocupa a sus vecinos, como España, un gran productor de carne de cerdo.En este sentido la asociación española del sector, Unistock, mostró recientemente su “alarma” por la medida.”

Las grandes transnacionales cerealeras, como el grupo Louis-Dreyfus, aseguran estar en condiciones de demostrar sus títulos de propiedad para asegurar que sus tierras no caen dentro de la sanción prevista por deforestación. Mientras, la Confederación Nacional Agrícola de Brasil teme que los requisitos europeos puedan “castigar a los pequeños productores”, que tienen menos capacidad para proporcionar datos, especialmente por satélite, para demostrar que sus cultivos no fueron plantados en áreas prohibidas.

Más allá de posibles limitaciones tecnológicas, seguramente los pequeños productores tienen menos contactos con el poder para lograr la certificación correspondiente.

¿Hecha la ley hecha la trampa?

Hasta aquí, las buenas intenciones de la Unión Europea y la preocupación que genera dicha medida en los productores de ganado en Francia y España. El tema sería comprender quién otorga el certificado ‘libre de forestación’.

Resulta esclarecedora la entrevista realizada por el portalValor Carne -que se presenta como ‘información para la nueva Ganadería’- a  Gustavo Idígoras, coordinador de VISEC. ¿Qué es Visec? Una empresa privada conformada por los grandes capitales cerealeros, que tiene la responsabilidad de otorgar dicha certificación. No es otra cosa que una plataforma para soja y carne bovina libre de deforestación, “una iniciativa privada que busca dar respuesta al reglamento 1115/23 de la Unión Europea (UE), cuyo punto más álgido para la Argentina es la prohibición de importar esos productos si provienen de áreas deforestadas, en forma ilegal o legal, a partir del 31/12/2020.”

El propio Idígoras explica cómo nació esta empresa que demuestra a través de un software con imágenes satelitales que los productos a exportar no afectaron a los bosques nativos:

“La propuesta surgió en 2019 impulsada por los exportadores del complejo sojero preocupados por el Gran Chaco, el segundo bioma de América Latina que en el país ocupa 60 millones de hectáreas, superficie similar al territorio de Francia. El desafío era demostrar que la Argentina no estaba deforestando ilegalmente en esa región y brindar garantías al respecto”. Así se fueron sumando las entidades de productores, corredores, acopiadores, AACREA, AAPRESID, entre otros.

Una preocupación, la de los productores del Chaco, que tenía sus buenos motivos ya que, “de acuerdo con los números oficiales del Monitoreo de los Bosques Nativosentre 1998 y 2022 se perdieron 859.503 hectáreas de masa forestal en Chaco, a la que habría que agregar las más de 57.000 que la organización Greenpeace ha calculado para 2023. Un estudio de la Fundación Vida Silvestre Argentina indica que la pérdida de bosques en Chaco representa el 14,21 % de la deforestación nacional y equivale a 58 canchas de fútbol por día”, según cuenta el portal Mongabay. Con dichos antecedentes no hubiera resultado fácil conseguir una certificación que no solo apunta a la deforestación ilegal sino a toda deforestación innecesaria, más allá de las leyes de cada país de acuerdo a la normativa de la Unión Europea, más amplia que la Ley de Bosques.

¿Por qué los privados son quienes responden a la UE?, fue la atinada pregunta de Valor Carne, a la cual el coordinador de Visec respondió:  

El reglamento europeo exime a los Estados de participar de la certificación, ya que se basa en la debida diligencia empresarial. El exportador es quien debe hacer un análisis de riesgo de los establecimientos de producción”, indicó Idígoras. En tal sentido, debe mantener la cadena de custodia, tanto física como documental, para garantizar que el animal en pie no proviene de áreas deforestadas, y que la media res y la carne no estuvieron en contacto con productos de origen desconocido o en los se comprobó desmonte.En 2023, once frigoríficos exportadores (ABC) mostraron interés en VISEC y a partir de ahí se empezó a trabajar para que se sumara toda la cadena de valor. La Sociedad Rural Argentina lideró la convocatoria.”  

Darse de alta en la plataforma VISEC es gratuito. “A partir de ahí deben generar la imagen satelital de su campo a diciembre de 2020 y a la fecha del alta, para contrastarlas. Esas capturas las puede hacer el mismo productor, el frigorífico o cualquier empresa de la cadena”, dijo Idígoras.

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Destacada

Rebelión estudiantil en Bangladesh: Primera Ministra huye en helicóptero

Publicado en Nueva Sociedad, 7 de agosto de 2024

En la bahía de Bengala se produce un poderoso viento conocido como monzón. Desde tiempos inmemoriales, este viento marca una temporada entera de inundaciones y lluvias torrenciales. A pesar del carácter devastador para las poblaciones, llegó a ser venerado como un dios, ya que tras la catástrofe deja tras de sí importantes cambios ambientales que favorecen a la agricultura y las reservas de agua. En alusión a este fenómeno natural, los estudiantes de Bangladesh bautizaron con el nombre “Monzón de Bengala” al movimiento de protestas a escala nacional que sacudió al régimen político. Hace pocas horas, la primera ministra, Sheik Hasina, dimitió y escapó en helicóptero hacia la India, concluyendo 15 años de gobierno durante los cuales se la había denominado la “Dama de Hierro”. Hasina es parte de la elite política y del partido vinculado a la lucha por la independencia. El jefe del Ejército anunció rápidamente la conformación de un gobierno interino, sin dar muchos más detalles. Los jóvenes viven el momento como un triunfo, pero no van a tolerar un gobierno militar. Los acontecimientos están en pleno desarrollo, pero profundicemos en sus raíces. [El pasado martes, día 6, el Parlamento de Bangladesh fue disuelto para nombrar presidente interino a Muhammad Yunus, galardonado con el premio Nobel de la Paz en 2006.]

Fase 1: contra la reforma

El detonante de las protestas fue la decisión del Tribunal Supremo de restablecer el sistema de cupos que estaba suspendido desde 2018. Este sistema reservaba el 30% de los trabajos gubernamentales a las familias de los veteranos de la guerra de liberación de 1971 contra Pakistán. En aquella guerra había jugado un rol importante la Liga Awami, liderada por Sheik Mujibur Rahman, padre de la expulsada primera ministra Sheik Hasina.

El desempleo es un problema estructural de Bangladesh

Fahim, un estudiante de la Universidad de Dhaka, explica a los periodistas que “la ley tenía sentido en los años tras la independencia, como recompensa para quienes dieron su vida en la guerra”, pero para los jóvenes de hoy “en la práctica significa que la Liga Awami se asegure el control del Estado”. Es decir, el llamado “cupo para los luchadores por la libertad”, junto con la corrupción en el examen de la función pública, impide a muchos de los estudiantes acceder a trabajar en el Estado, lo que significa desperdiciar sus capacidades profesionales en un país donde reina la pobreza. El desempleo es un problema estructural de Bangladesh, pero para la juventud en particular representa un grave obstáculo al finalizar sus estudios. La investigadora bangladesí Naomi Hossein explica que “muchos de ellos tienen las habilidades necesarias para encontrar trabajo en el extranjero, pero están decididos a quedarse y servir a su país”.

De fondo, el reclamo estudiantil apuntaba contra el problema del empleo en Bangladesh, un país pequeño en superficie pero con 170 millones de habitantes, de los cuales la mitad vive bajo pobreza extrema, que sufre los ciclones anuales junto a epidemias de enfermedades como dengue o cólera. El servicio público abre solo 3.000 puestos de trabajo anualmente para los más de 400.000 graduados de las universidades, y a falta de empleo de calidad en el sector privado, esto pinta un panorama sombrío para los jóvenes.

Julio fue sangriento en Bangladesh. Las protestas que comenzaron el primero del mes de manera pacífica se masificaron y radicalizaron rápidamente por todo el país, y a ellas se unieron trabajadores precarios. Sheik Hasina, conocida como la Dama de Hierro de Asia del sur, respondió con una brutal represión, enviando a su milicia paramilitar la Liga Chhatra, a la Policía y a la Guardia Fronteriza.

El 14 de julio fue un punto de inflexión, cuando se burló de los manifestantes al llamarlos “razakars”, como se llamaba a los bangladesíes que colaboraron con el ejército paquistaní durante la guerra de 1971, acusados de crímenes de lesa humanidad contra civiles en el entonces Pakistán Oriental. Pero este es el modus operandi de la primera ministra. Para justificar la violencia desmedida, el gobierno vincula cada manifestación en su contra con grupos de oposición como el Partido Nacionalista de Bangladesh, liderado por su archienemiga Khaleda Zia –viuda del presidente asesinado Ziaur Rahman–, o el Jamaat al Islamia, de orientación islámica radical. Ambos partidos son conocidos por sus brutalidades en el pasado, sus vínculos con la opresión pakistaní y las dictaduras militares entre 1975 y 1990. Es cierto, estos dieron su apoyo a las protestas, pero según explica Kais Mahmood, “los partidos de la oposición no tienen ninguna influencia en el movimiento, son muertos políticos, los estudiantes están luchando por cambios profundos, por eso los reconocen como miembros de la misma elite que la Liga Awami”.

El odio hacia el Gobierno se canalizó en ataques contra edificios gubernamentales e infraestructuras públicas

Las protestas se radicalizaron en pocos días. El odio hacia el Gobierno se canalizó en ataques contra edificios gubernamentales e infraestructuras públicas, lo que convirtió las calles en zonas de guerra. Los combates fueron sangrientos y fue fundamental la solidaridad de trabajadores callejeros como los chóferes de rickshaw (unos taxis de tres ruedas a tracción humana), que transportaron a los heridos. Entre las imágenes más escalofriantes está la del activista Abu Sayed, que se paró desarmado frente a una columna de policías con los abrazos abiertos y fue fusilado a quemarropa. Este acto fue condenado por Amnistía Internacional, que expresó su preocupación por la grave situación de los derechos humanos en Bangladesh.

En las protestas se destacaron las mujeres y jóvenes. Para Shafiqul Alam, director de la agencia AFP en Bangladesh, se trata de una “revolución de mujeres”. Su participación fue cruelmente castigada por los miembros de la Liga Chhatra, varones que golpearon a cientos de jóvenes con cañas y machetes sin pudor. Sin embargo, esto no las frenó para volver a las calles.

Para controlar la situación, el Gobierno impuso un toque de queda en todo el país y cortó internet durante casi una semana. De la misma manera, prohibió el derecho a huelga o de reunión pública mientras sembraba el terror militarizando las universidades, donde los estudiantes se atrincheraron y llamaron al cierre total. Por las noches, la policía y otras fuerzas represivas realizaron redadas “puerta a puerta” para encarcelar a líderes y activistas sacándolos de sus casas a golpes. Luego de ser liberados, estos denunciaron torturas en los centros de detención.

Para calmar las aguas, el Tribunal  Supremo volvió a abolir el sistema de cupos, dando a entender que retrocedía con la medida. Pero no fue suficiente. El movimiento había comenzado a exigir justicia y rendición de cuentas por los más de 300 muertos hasta ese momento [el 6 de agosto, Euronews elevó la cifra hasta los 400].

Fase 2: por la caída de Sheik Hasina

Luego de una semana de redadas y encarcelamientos nocturnos, el movimiento se reagrupó. Durante esos días se armó un pliego con nueve demandas, entre ellas el reclamo de un pedido de disculpas oficial, justicia por los muertos y la renuncia de varios ministros. Pero en la medida en que el movimiento creció, esto fue virando hacia una sola demanda representada en los miles de puños alzados con el dedo índice señalando el cielo: la renuncia de Sheik Hasina.

Los coordinadores de las protestas comenzaron a hacer una llamado nacional a un “movimiento de no cooperación”. Es decir, el reclamo principal pasó de ser una reforma limitada a los cupos a apuntar contra todo el régimen político.

El domingo 4 de agosto fue el más mortífero hasta el momento. La juventud en las calles derribó decenas de estatuas del héroe nacional Sheik Mujibur e inundó las calles de Dhaka y otras ciudades. Las redes sociales se llenaron de amenazas de la Liga Chhatra, cuyos militantes aparecieron en las principales esquinas con camionetas 4×4 y armas. El día terminó con 94 muertos en los enfrentamientos en todo el país.

A pesar de tantas muertes, Hasina no cesó en sus provocaciones. En una conferencia de prensa, llamó a los manifestantes “terroristas que buscan desestabilizar la nación” y dijo que había que “tratarlos con mano de hierro”.

En respuesta, el movimiento adelantó la “Marcha a Dhaka” hacia la plaza Shahbag a ese lunes para presionar por su única demanda, al tiempo que convocaban a la construcción de Comités de Lucha y Resistencia en cada barrio y aldea. El método emula el de los comités liderados por estudiantes en distintos momentos históricos para la resistencia: los más significativos fueron los que se formaron para luchar por el uso de la lengua bengalí en 1952, en oposición al urdu impuesto por Pakistán, luego durante la guerra de independencia en 1971, y más tarde en la caída de la dictadura en 1990. Esta misma tradición los llevó a resistir las más crueles masacres de la historia del país.

Fahim Mukarrab comenta desde la Universidad de Jahangirnagar, en el distrito de Savar: “Ahora hemos declarado una larga marcha a Dhaka para rodear la residencia de la primera ministra hoy [5 de agosto]. Puede pasar cualquier cosa, amigo mío. La situación aquí ahora es más mortal que cualquier otra en la historia de nuestro país”. Las acciones de esta semana escalaron a un nivel jamás visto, y los periódicos hablaron de millones de personas en las calles.

Fase 3: la caída. ¿Y ahora?

La Dama de Hierro finalmente se oxidó. Durante la tarde del lunes 5 de agosto, Hasina dimitió y abandonó Dhaka en helicóptero volando hacia la India. Miles de manifestantes saltaron la cerca de su residencia y tomaron la casa de gobierno. Tras el vacío de poder, el jefe del Ejército Waker-Uz-Zaman formó un Gobierno interino que ha entablado un diálogo con los líderes de los partidos políticos. Allí no estuvo presente ningún miembro de la Liga Awami. El precedente de esta situación fue en enero de 2007, cuando el Ejército declaró el estado de emergencia para frenar las protestas generalizadas y se instaló un gobierno provisional respaldado por los militares durante dos años.

El factor clave en la caída de Hasina fueron los trabajadores del sector textil y la presión de los fabricantes. Los bloqueos extendidos en el tiempo, los cortes en las principales rutas y la caída de internet y las comunicaciones habían golpeado duramente a la frágil cadena de suministro de la industria textil just in time, de la cual depende el 80% de las exportaciones del país. El sector advirtió que en pocos días se registraron pérdidas por 58 millones de dólares. Cientos de fábricas cerraron sus puertas por miedo a ser vandalizadas, ya que varias fueron incendiadas. Además, reconocen el temor de que sus trabajadoras se unan al movimiento de protesta y se afecte aún más la producción. Desde la Central Sindical de Trabajadores de la Confección de Bangladesh (GWTUC, por sus siglas en inglés), la activista Ferdewsi Rahman afirmó que se habían comenzado a unir miles de trabajadoras textiles a las protestas, donde ya estaban participando diversos sectores de artistas, intelectuales y profesores. El ingreso de este sector clave fue lo que dio el golpe de gracia. Desde 2013 venían protagonizando protestas y huelgas por mejoras salariales. Tras los años de pandemia, el movimiento huelguístico había vuelto a la carga por una mejora durante 2023, desgastando al gobierno desde ese momento.

El analista Michael Kugelman explicaba en la revista Foreign Policy que las protestas hicieron añicos la imagen de una Hasina inquebrantable. La ex primera ministra había basado su gobernabilidad en tasas de crecimiento del 6% anual durante los últimos 15 años, debidas principalmente a la exportación de productos textiles y la inversión en obra pública. Pero para un país de 170 millones de personas esto no es suficiente. La polución se extiende en las calles, con el aire densamente cargado de hollín, y los extensos ríos que fluyen desde el Himalaya están todos contaminados.

La situación macroeconómica en general ya era sombría. El Fondo Monetario Internacional (FMI) venía exigiendo un programa de restricciones del gasto público junto a reformas de mayor apertura y desregulación. Además, el Gobierno, para sostener el crecimiento, había tomado grandes préstamos de otros países asiáticos, principalmente China y la India, lo que dejó a la economía vulnerable a la volatilidad de las divisas y los mercados.

Aunque Hasina ya pendía de un hilo, había ganado un cuarto mandato recientemente con una participación electoral del 40%, la más baja en la historia del país. Su Gobierno había logrado una convergencia entre los empresarios textiles, una alianza con partidos de derecha pero también de izquierda, como los maoístas del Partido de los Trabajadores de Bangladesh.

La caída de Hasina condensó la crisis orgánica que atravesaba el país

Mumu Balaika, una estudiante de la Universidad de Jahangirnagar, explica que “Hasina, desde que llegó al gobierno en 2009, fue centralizando el poder en su figura y persiguiendo a la oposición, tanto líderes sindicales como estudiantiles”. Efectivamente, un informe de Human Rights Watch revela casos de “desapariciones forzadas”, “ejecuciones extrajudiciales” y “tortura”. Esta característica de su gobierno fue uno de los factores de odio generalizado contra su figura.

¿Y ahora qué sigue? La caída de Hasina condensó la crisis orgánica que atravesaba el país. Con una oposición débil y rechazada por la población, los estudiantes que lucharon de forma heroica tampoco pueden anticipar el futuro inmediato. Dip Ranjan Sarker comenta desorientado, desde las calles del distrito de Comilla, que “ahora no sabemos qué sigue, estamos todos esperando qué pasará”.

Ashraf, investigador y profesor del Departamento de Antropología de la Universidad Jahangirnagar, comenta que “no hay una alternativa clara tras la caída del Gobierno por la fuerza de las protestas, y puede que haya algún llamado a nuevas elecciones, pero no existe una estructura política que pueda reemplazar a la elite actual de la Liga Awami ni a los otros partidos”. Explica que “es muy probable que esto conduzca a un gobierno militar, pero la población no lo va a tolerar”.

La caída de Hasina no es un proceso aislado en el sur de Asia. Durante 2022, el movimiento Aragalaya volteó a la dinastía de los Rajapaksa en Sri Lanka. En 2021, en Myanmar, las obreras textiles encabezaron la resistencia contra el golpe militar. En 2020, las calles de Tailandia se vieron abarrotadas de jóvenes levantando tres dedos en alusión a las tres demandas contra la monarquía Vajiralongkorn. Aún la situación en Bangladesh es abierta: “El norte no está del todo claro, pero sabemos lo que no queremos”, dice desde Manipur Rab Tanjim, un joven estudiante tras un día largo en las barricadas, “fueron días y noches terribles, perdí a muchos amigos, pero para nosotros hoy es el día de la victoria”.

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