fbpx
Connect with us

Historias de trabajadores

Homenaje al Cura Barrendero secuestrado por la dictadura militar: “Unidad para vencer”

El viernes 14 de junio se llevó a cabo en la Parroquia “Inmaculado Corazón de María” de Constitución, una misa en memoria de Mauricio Silva, cura barrendero detenido y desaparecido en la última dictadura cívico-militar. La iglesia fue desbordada por la participación de vecinos, sindicatos, organismos de Derechos Humanos y sectores del movimiento ecuménico en una nueva demostración de unidad, lucha y memoria. Participaron del acto dirigentes sindicales como Pablo Moyano Secretario Adjunto de Camioneros y Cosecretario General de la CGT, Alberto Beto Vicenzi de la Unión Obrera Ladrillera y Lito Borello de la Unión de Trabajadores/as de la Economía Popular-UTEP.

La homilia estuvo a cargo de Gustavo Carrara, Obispo y Vicario Episcopal de la Pastoral de Villas de Emergencia:“Es una misa que recuerda, que hace memoria del Padre Mauricio Silva que fue un sacerdote que, para seguir a Jesús entre los más humildes, vio que en ese momento ser un trabajador barrendero era un modo de seguirlo, de estar cerca de los trabajadores.Eso es política en el sentido más genuino de la palabra”. El Padre Toto, Cura Villero de la Villa-21-24, también presente en el homenaje sostuvo: La unidad es clave para no dejarnos vencer, porque tenemos la fe, tenemos lo que Dios ha puesto en nuestros corazones, que somos hechos a su imagen y semejanza. El Bien le gana al Mal por eso de la mano de Dios, del Pueblo y de la Comunidad. Tenemos que seguir con los brazos en alto, y con el corazón también luchando por los que más sufren.”

FM Riachuelo realizó una amplia cobertura conversando con los presentes para poder revivir la figura de aquel Cura Barrendero que fue tan querido en el barrio. José Guernica, Secretario de la Rama de recolectores y barrido de CABA y Conurbano, recordó: “Fue una persona muy importante porque él empezó a luchar y a pedir por los derechos de los trabajadores. Sueldos como corresponde, indumentaria de trabajo, herramientas. Y bueno, aparentemente uno por reclamar lo que correspondía hacía un daño o perjuicio y querían silenciarlo. En todo ámbito siempre pasa que cuando uno reclama la Verdad tratan de callar o desaparecerlo, como en este caso a Mauricio Silva.”

Durante la misa dedicada al Padre Mauricio Silva, y a todas y todos los barrenderos en su día, la parroquia estaba colmada de trabajadores y trabajadoras de la Rama de la Recolección del Sindicato de Camioneros, junto a compañeras y compañeros de distintos sindicatos. Entre ellos, FM Riachuelo entrevistó a Carina Maloberti, Secretaria Gremial de ATE SENASA e integrante del Bloque Peronista en ATE:Estamos muy emocionados. Todavía tenemos en carne viva las heridas y broncas, los gases, los palazos, la represión tremenda que el pueblo humilde y trabajador sufrimos en la ultima movilización al Congreso; por lo menos aquellos sectores del Movimiento de Trabajadores que seguimos luchando por la dignidad de nuestro pueblo y por la soberanía de la Patria. Ver el salón de la misa lleno de todos los barrenderos, de todos los recolectores de residuos en su día y homenajeando al Padre Mauricio Silva, testimonio de dignidad de un pastor que huele a ovejas, de una iglesia abierta y en salida recibiendo al descarte que este sistema arroja a un costado, nos ratifica que vale la pena siempre, y en todos los tiempos, poner el cuerpo contra toda injusticia”. También agregó: Acá lo que se sintió es que está de pie la Patria. Se respira dignidad y nuestras resistencias porque no nos deshumanicen ni los vínculos en los sectores de trabajo, en las familias y ni en nuestros barrios. Frente a la deshumanización de ellos, plantamos la humanidad de esta solidaridad, de esta unidad. Acá el cura barrendero, el Padre Mauricio, hizo el milagro de unir lo que por arriba la dirigencia no puede juntar.”

Maira Yanequine, del Movimiento Misioneros de Francisco, de la Capilla Padre Luis de la Costa de Sarandí sumó su recuerdo: “La vida del compañero Mauricio Silva me conmovió porque gracias a su lucha los compañeros barrenderos hoy pueden tener su sindicato. Es un ejemplo a seguir para todos nosotros. Saber que con cada lucha, aunque queden algunos en el camino, vamos a vencer y vamos a llegar a lo que realmente queremos para el futuro de nuestros hijos y de nuestros compañeros.”

Inés, de la capilla Cristo obrero campesino, Misioneros de francisco de Máximo Paz, sumó a la reflexión y afirmó: «En el día del barrendero, los Misioneros de Francisco de Máximo Paz estamos presentes recordando al sacerdote Mauricio Silva, quien fue detenido y desaparecido por su compromiso con el Evangelio y con los que menos tienen. Esperando que esta historia no se vuelva a repetirante un gobierno que hoy nos reprime ante la libertad de expresión, acompañando al Pueblo, acompañando al trabajador, acompañando a ese barrendero que sale día a día a la calle a pelearla, a pelear por un plato de comida. Tomamos la palabra de Francisco de salir a la calle a Evangelizar a que el Pueblo sea unido, a que miremos y querramos un mundo mejor, siempre en armonía y ayudando a los que menos tienen.»

Trayendo a la memoria las luchas de los que nos precedieron, Lucas Pedró, Secretario de Culto de la UTEP y miembro del Movimiento Misioneros de Francisco, decía: “Por supuesto que cada generación tiene su lucha. Así como los compañeros que lucharon y entregaron su vida en los ’70, así como Maxi, Darío y el Oso también lo hicieron en los inicios del 2000, a nosotros nos toca esta lucha de hoy. La lucha contra esta avanzada del poder hegemónico, de las derechas ultra conservadoras, del deshumanismo, de ese sistema que no contempla la vida humana. Obviamente tenemos que estar a la altura de las circunstancias.” También destacó la importancia de la espiritualidad en los tiempos que se vienen: “Creemos que la fe es muy importante para la lucha. La fe nos da fuerza, nos une como Pueblo y nos da la esperanza. Si no tuviésemos la esperanza y la fe en la victoria, ¿para qué lucharíamos? De la misma manera que Cristo luchó por los excluidos, los humildes de su época, a nosotros nos toca hacer lo mismo. Estamos en ese camino.”

Entre los distintos sectores, se encontraban compañeros y compañeras de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), quienes día a día luchan por construirse una vida digna por fuera del sistema que los excluyó. Nos encontramos con Lito Borello, Secretario de Derechos Humanos de la UTEP que decía: “Por un lado, en una iglesia llena de compañeras y compañeros donde había una fuertísima espiritualidad que daba realmente señales de un pueblo de pie. De un pueblo que al recordar a un curita tan importante como Mauricio, el cura barrendero, al recordar su lucha, su compromiso, su manera de estar como uno más de los trabajadores con sus hermanos, generaba una empatía con el momento que estamos viviendo. Si bien, esta misa se lleva adelante todos los años, este año al estar a 2 días de esta represión que desató esta tiranía dictatorial de Milei-Bullrich, de alguna manera era como recargar las baterías y reafirmarnos en que acá no se rinde nadie; en que vamos a seguir luchando, en que la PATRIA NO SE VENDE, y que nuestro Pueblo sigue con un alto grado de voluntad de lucha. Por lo tanto, esto cobra una significación superlativa. En un momento donde algunos se quieren encargar de bajarnos los brazos, de quebrar nuestra espiritualidad popular, de desgastar este ímpetu se tuvo el otro día en una jornada heroica de un pueblo que no se resigna a que nos saqueen, ni a que hambreen a nuestro pueblo.» Agradecido con la oportunidad del encuentro con otros, agregó: “Celebramos el encuentro en esta misa, celebramos la posibilidad de que este hecho nos siga dando fuerzas a todos, uniendo la fe y la lucha, la fe y la pelea cotidiana. Y, además, esta misa demuestra que por más que quieran venir con todo el aparato represivo del poder fáctico, que tiene como títeres a este gobierno de Milei-Bullrich; este Pueblo va a seguir peleando y reafirmando LUCHAR HASTA VENCER”.

Seguir leyendo
Comentá

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Historias de trabajadores

Oda al Pan

Al pan pan, y al vino, vino. El pan nuestro de cada día es también una comunión entre iguales. La enorme simbología del pan nos evoca la sencillez de los básico. Algo tan elemental como el aire para respirar pero con una diferencia esencial: es producto del trabajo humano. Pan es Todo en griego y ‘pasto, grano, alimento’ en Latín. Pan, en definitiva, es Todo lo que necesitamos. Como el amor, la música o la poesía. Así lo describía el poeta Pablo Neruda:

PAN
con harina, agua y fuego te levantas,
espeso y leve, recostado y redondo,
repites el vientre de la madre,
equinoccial germinación terrestre.

Pan,
qué fácil y qué profundo eres.(…)

Ahora, intacto,
eres acción de hombre,
milagro repetido, voluntad de la vida.
Oh pan de cada boca,
no te imploraremos,
los hombres no somos mendigos
de vagos dioses o de ángeles oscuros:
del mar y de la tierra haremos pan,
plantaremos de trigo,
la tierra y los planetas,
el pan de cada boca, de cada hombre,
En cada día llegará porque fuimos
a sembrarlo y a hacerlo.
No para un hombre sino para todos.
El pan, el pan para todos los pueblos.
Por eso, pan,
si huyes de la casa del hombre,
si te ocultan, te niegan,
si el avaro te prostituye,
si el rico te acapara,
si el trigo no busca surco y tierra,
pan, no rezaremos,
pan, no mendigaremos,
lucharemos por ti con otros hombres,
con todos los hambrientos,
por todos los ríos y el aire
iremos a buscarte,
toda la tierra la repartiremos
para que tú germines.

Y con nosotros avanzará la tierra:
el agua, el fuego, el hombre
lucharán con nosotros.(…)
Todos los seres tendrán
derecho a la tierra y la vida.
Y así será el pan de la mañana,
el pan de cada boca,
sagrado, consagrado,
porque será el producto
de la más larga dura lucha humana.

No tiene alas la victoria terrestre:
tiene pan en sus hombros,
y vuela valerosa liberando la tierra.
Como una panadera
conducida en el viento.

Por eso hoy, mientras una multitud marcha por las calles reclamando Pan, Paz y Trabajo, elijo contarles ésta historia.

Juan, el panadero

Había una vez un panadero que dejó huellas con ese bello oficio que hace levitar una masa que huele a rico y sacia los deseos con una corteza crujiente y un corazón blando. Un panadero compañero. Compañero, hermosa palabra que quiere decir, según su etimología “compartir el pan”.

Todavía hoy existe en la provincia de Salta la panadería Riera en Av. Independencia 885, que tuvo otras sedes anteriores en la calle Pellegrini 515, y Lerma 830, hasta llegar a su ubicación actual. No sólo se horneaba el pan, también política y cultura.

Cuenta la leyenda que por allí pasaron el Cuchi Leguizamón junto al Dúo Salteño, Juan Carlos Dávalos y su hijo Jaime. También el poeta español León Felipe aprovechó una visita a Salta para conocer la casa de Riera y el mismísimo Che Guevara fue hasta allí atraído por la entrañable historia del local.

Una historia que comenzó con Juan Riera, quien nació en Ibiza, España, y en 1910 desembarcó con 14 años en el puerto de Buenos Aires. Partió primero a Tucumán en donde fue vendedor callejero de pan y masitas. Luego probó suerte en Salta para trabajar como carpintero en las obras del Ferrocarril Transandino Salta-Antofagasta. Allí se unió a los movimientos obreros que pedían pan y no le daban, conoció a otros inmigrantes anarquistas que fueron expulsados de la provincia por revoltosos.

En 1921 recaló en el ingenio azucarero de San Martín de Tabacal mientras seguía denunciando la mísera situación de los trabajadores tal como lo confirma un informe suyo publicado en el periódico Despertar, periódico anarquista de Salta Capital. La nota le provocó más persecusiones pero ese año tuvo también recompensa: conoció a su compañera Augusta Estanislada Caballerone con quien tuvo diez hijos para finalmente casarse 40 años después, en 1960.

Juan Riera tuvo una larga trayectoria libertaria, participando de la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) y a la Federación Obrera Local Salteña (FOLS), agitando en los ingenios y nutriéndose de los textos publicados por las publicaciones Ideas, El Coya o La Antorcha. Trabajó para la creación de un gremio de panaderos y fue parte de los miles de anarquistas que se movilizaron por la liberación de Sacco y Vanzetti.

Sobrevivió a la cacería de los años 30, luego del Golpe de Uriburu, trasladándose de una ciudad a otra, hasta que logró instalar a su familia en Tartagal. Junto con otro anarquista de apellido Sánchez, Riera recorrió desde la ciudad de Tartagal hacia el sur de la provincia montado en una zorra tranviaria que le facilitaron trabajadores ferroviarios que conocían su trabajo en el Huayquitina. De este modo, recorrieron varias entidades gremiales y colaboraron con su reorganización tras el final de la dictadura militar. En este viaje además trabó contacto con el panadero anarco-comunista Nicolás Moskalenko, un militante ucraniano que afirmaba haber conocido al mismísimo Kropotkin y quien incorporó a Riera de inmediato a trabajar en su panadería de la localidad de Ledesma, labor que alternó con otros empleos.

A fines de 1932 se encontraba instalado nuevamente en la ciudad capital de Salta junto a su familia y a partir de allí se desempeñó continuamente como panadero donde formó parte de la Sociedad de Resistencia de Obreros Panaderos. Fundada en 1887 por el anarquista Ettore Mattei, cuyos estatutos, redactados por Errico Malatesta sirvieron de modelo para otras sociedades de resistencia creadas por anarquistas, como los zapateros, los zingueros, los mecánicos o los carpinteros.

Por entonces estuvo una semana detenido por interrumpir una obra teatral cantando el himno anarquista “Hijos del pueblo”. Solidario con los presos sociales, los domingos vendía sus panificados cerca de la cárcel de la ciudad de Salta, donde regalaba masas a los parientes de los presos políticos y las envolvía con el periódico La Protesta, para que de esta manera los confinados tuvieran acceso a la prensa anarquista.

Sus hijos mantuvieron viva su memoria y también sufrieron la persecusión de diversas dictaduras. En 1972 fuerzas militares irrumpieron en su casa durante la noche y dos de sus hijos, Juan Jose Riera y Floreal Riera, fueron detenidos e incomunicados por varias semanas. En 1976 su hijo Floreal Riera fue nuevamente secuestrado durante casi dos meses. Gracias a la gran presión social generada por su familia, Floreal fue liberado, pero falleció 8 años después por las consecuencias psicológicas de la tortura a la que había sido sometido.

Su padre, el anarquista Juan Riera había fallecido dos años antes, en 1974. Ya era una leyenda, gracias a ésta cancón que le dedicó el Cuchi Lequizamón: Juan, el panadero.

Columna de Laura Giussani Constenla leída el 6 de agosto de 2024 en LCV-Historias de Trabajadores (larz.com.ar lunes, de 18 a 20)

Continue Reading

Historias de trabajadores

Fotos con Historia/1: ¿Cuál es tu sueño?

“Mapa de Sueños Latinoamericanos”, se tituló la ópera prima del artista multimedia Martín Weber. Se trata de un ensayo documental filmado en Argentina, Perú, Nicaragua, Cuba, Brasil, Colombia, Guatemala y México. La película, basada en un libro homónimo del fotógrafo y director, puede verse en la plataforma Cine.ar. Tanto el libro como el documental contienen una selección de las fotos que tomó en su viaje por América Latina entre 1992 y 2013. Un proyecto ambicioso. Se trataba de retratos en los que sus protagonistas debían escribir en un pizarrón su sueño. Entre tantas fotos maravillosas, en las que aparecen: “tener la memoria de cómo mi viejo desaparecido vivía sus sueños” sostenido por un joven de clase media juntos a su familia, o “mi mayor sueño es terminar mis estudios” de un pibe de la calle, o un negro en un rancho que sueña “Que no haya tanta sangre derramada aquí en Son Onofre”; hay una con un dramatismo especial.

“Mi sueño es morir”, escribió un adolescente de 15 años al que Martín Weber encontró en una escuela, lugar en el que el muchacho asistía para comer cada día. En el cuerpo se le notan las cicatrices, en especial la herida de una cuchilla en el pecho que indicaba una vida de riñas callejeras y sobrevivencia del más fuerte. Un baile permanente con la muerte. El chico aceptó el curioso desafío y escribió también su sueño una pizarra en mano. Miró a la cámara con ojos vacíos, casi con desdén. Un rato antes de posar le había dicho al extranjero fotógrafo: “Si lo hubiera visto por la calle le habría robado el equipo, y si se resistía, probablemente lo habría acuchillado.”

Meses después de haberlo fotografiado, el cuerpo de Cristian fue encontrado baleado a orillas de un río.

Continue Reading

Destacada

Leandro Sánchez: “La lucha docente en Misiones es una experiencia única en el país”

Mientras los grandes medios de comunicación han puesto el foco de la información en el levantamiento policial de la provincia de Misiones, el reclamo de maestros, enfermeros y distintos sectores, quedó en segundo plano. “Se levantó el acampe en el día de hoy”, difunden los canales de televisión. Error. Se levantó uno de los acampes, el policial. El lunes por la noche, LCV tuvo como cronista de excepción a un docente de la provincia, Leandro Sánchez, quien estaba ubicado entre la movilización policial y una inminente asamblea docente. Un testimonio sonoro que daba cuenta de los ánimos caldeados de la policía. Sirenas, tiros, petardos, motos. “La policía acaba de emplazar al gobierno que si en una hora no encontraban una solución irían a tomar la Comisaría Central”. Al día siguiente, en efecto, se encontró una solución a su reclamo y levantaron el acampe. Pero vale la pena escuchar esta crónica radial en la voz de Leandro Sánchez, actualmente Sec. Adjunto de la CTA-A de Misiones y fundador de FTEN, que extraña y se conmueve al recordar sus clases en una escuela de frontera: “Por cuestiones gremiales estoy de licencia, pero ese es mi lugar en el mundo, adonde quiero volver, porque ahí, con los chicos y la comunidad, yo fui feliz”.

Leandro Sánchez, maestro misionero. Sec. Gral Adjunto de la CTA-A provincial

Está ubicado en la calle Uruguay de Posadas, relatando el fantasmagórico paisaje de fogatas en una noche inusualmente fría en Misiones: “Acá no estamos acostumbrados a los 12 grados de hoy”. Carpas, y una multitud heterogénea que se reunió de forma casi misteriosa con un mismo reclamo: sueldos dignos. Ahora se encuentra parado en una esquina en donde todo parece a punto de estallar. De su lado, los maestros llaman a una asamblea. El tiene los ojos puestos en qué hacen los policías: “Tenemos que ver si llevan adelante su amenaza, si toman la comsaría sería una escalada tal que imagino nos haría movernos del lugar. El problema que ellos tienen es que hay muchos policía enfermos, algunos con neumonía”, comenta, “ellos no están acostumbrados a los cortes de ruta”. El cansancio, las enfermedades, la amenaza de ocupar la central y un aumento más significativo del ofrecido en un inicio, fue quizás el trasfondo de la ‘solución’ que obtendrían los policías al día siguiente.

“No sé qué sucederá con la policía hoy, de cualquier forma, nuestro reclamo va a continuar. No estamos en una unidad política con la policía. No existe mesa de coordinación en los cortes. Es algo raro, jamás imaginé una situación similar. Nuestra lucha viene de antes, cuando vimos que ellos se levantaban salimos nuevamente y nos apostamos cerca. Allí el comisario Amarilla, referente del alzamiento de los uniformados, nos dijo: ‘Todos estamos reclamando lo mismo, 100% de aumento, nosotros vamos a quedarnos aquí hasta que lo consigamos todos, nosotros junto a los maestros y enfermeros’. Imaginate! Yo estaba acostumbrado a ir a manifestaciones porque la policía había matado a algún pibe. Somos concientes que como institución hacen la vista gorda al contrabando de soja. Lo tenemos corroborado, los hemos visto cortar la ruta catorce porque algún camión había perdido su carga para ayudarlos a juntar la soja y que sigan viaje a Paraguay o Brasil para no pagar impuestos. ” Lo cierto es que la promesa de Amarilla a los trabajadores no se cumplió, pero queda por ver si alguna semilla de esta curiosa experiencia quedó plantada.

Se escucha la voz de una mujer que grita: “Es una compañera que está llamando a los maestros para la asamblea”, nos aclara. No es una asamblea habitual, allí se reúne el FTEL. El Frente de Trabajadores de la Educación en Lucha es una experiencia única: “Empezamos a reunirnos antes de la pandemia. Allí estamos todos, los que votaron a Milei, los que quieren fundar un partido libertario, los peronistas, los radicales, los socialistas, el Polo Obrero. Todos. No es fácil. Empezamos una asamblea a las 8 de la mañana con posturas totalmente antagónicas que parce que terminará en un fracaso, pero a las 4 de la tarde, los que se ven en minoría retiran su moción y se vota por consenso. Terminamos gritando, claro, “Unidad de los Trabajadores”. Creo que no voy a vivir para tener otra experiencia como ésta, no hay otra igual en el país. Están los desilusionados con la filial de la corriente celeste de Ctera, los gremios que forman parte de la CGT, los de la CTA Autónoma, los autoconvocaos. Todos.”

La emoción de estar asistiendo a un momento histórico en su provincia se le nota en cada palabra. No oculta su crítica a la CTERA: “Mientras nosotros pedíamos el 100% de aumento ellos aceptaron un 34%. Fue una explosión. Más de 3.000 personas cortamos la ruta. Me cuesta explicar todo lo que se vive. Desde los vecinos que nos traen galletitas o pollo, es el pueblo quien nos está alimentando, hasta los camioneros que saludan. Parece una tontería, pero después de 12 horas de corte, abrimos paso a los camiones, y nos tocaron bocina, un camionero me gritó: ‘Siga así, maestro’ y fue una emoción incalculable para mí, no te puedo explicar. Dos días después, CTERA convocó a un paro general y no mencionó el conflicto de docentes en Misiones que, sin duda, es el más importante del país.”

Hasta aquí, una breve síntesis de un diálogo imperdible, con información, anécdotas, emoción, el 25 de mayo en la ruta y la historia de vida de este maestro de frontera y referente gremial misionero.

Continue Reading
Advertisement

Facebook

Copyright © 2017 Zox News Theme. Theme by MVP Themes, powered by WordPress.