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Orgullo nacional: la primera traducción de Han Kang al español se hizo en Argentina, por Martín Felipe Castagnet
La editorial argentina ‘Bajo la Luna‘ tradujo ‘La vegetariana‘ de Han Kang, la autora que acaba de ganar el Nobel, cuatro años antes que en Estados Unidos, y directo del coreano. Los argentinos tenemos que estar orgullosos de haber sido el primer país no asiático en traducir a Kang, mucho antes de que gane el Booker y que empiece su camino de premios hacia el Nobel. Ahora los derechos los tiene Penguin Random House, pero es una gran oportunidad para reconocerle a Bajo la luna su trabajo pionero en publicar literatura coreana.
Este ejemplar es la reimpresión que hicieron en el 2016 cuando ganó el Booker y empezó su segunda vida (como no podía ser de otra manera, publicado por una editorial independiente, lo compré en una librería independiente, Lu Reads).
Además de ser directa del coreano, la excelente traducción de Sun-me Yoon para ‘Bajo la luna’ es muy fiel, algo que no pasó con la posterior traducción al inglés (es una polémica muy interesante en el mundo de la traducción, hay muchos artículos al respecto, como por ejemplo https://www.theguardian.com/…/lost-in-mistranslation…).
Sun-me Yoon también tradujo la mitad de los libros de Editorial Hwarang, la única editorial argentina dedicada exclusivamente a la literatura coreana. Es egresada del Colegio Nacional de Buenos Aires y de Facultad de Filosofía y Letras UBA (¡viva la educación pública y universitaria!). Nació en Corea y emigró a Argentina cuando tenía cinco años. Fue ella quien descubrió el libro de Kang: como suele ocurrir, el traductor también hace de scout para las editoriales.
Además de Sun-me Yoon me gustaría destacar el laburo editorial en Bajo la luna de Miguel Balaguer, Valentina Rebasa y Mirta Rosenberg (nunca olvidadas), Josefina Bianchi & Oliverio Coelho que permitió publicar autores coreanos en Argentina, y hoy el de Nicolas Braessas en Hwarang.
Todo esto me parece relevante en una época donde desde el propio gobierno se bastardea la industria cultural argentina y se fomenta que todo se puede importar desde afuera. ¡No! Tenemos una tradición de pioneros y la mantenemos. Tengo el privilegio de enseñar literatura japonesa en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y desde hace mucho formo parte de varios PI+D sobre traductología e industria del libro.
Dónde se traducen los libros es importante, y que Asia pase por Argentina antes que España es más común de lo que se cree. ¿Por qué es importante dónde se traduce?
1) Por el tipo de castellano que se usa, que cambia la experiencia de lectura; 2) Porque muchas veces las editoriales argentinas hacen de “semillero” de las españolas (como las independientes de las multinacionales, como también en este caso); 3) Las editoriales españolas suelen monopolizar derechos para TODO el mundo hispano, aunque después no distribuyan en Latinoamérica o lo hagan por fortunas sin imprimir acá. Llegar primero permite revender traducciones y asegurarnos de que un libro circule por nuestro hemisferio.
En la actualidad, trabajo en un proyecto con autoras de la diáspora asiática en América y su traducción/bilingüismo: las traductoras son parte fundamental, como pasó con Minae Mizumura en ‘Adriana Hidalgo editora’ (otra autora asiática traducida por una editorial independiente argentina antes que USA y España). En los PI+D UNLP dirigidos por José Luis de Diego estudié también el rol y mecanismos de los premios literarios. No digo nada nuevo acá: el Nobel es denostado por su arbitrariedad y secretismo pero visibiliza como nadie autores por fuera de las lenguas centrales e hipercentrales.
Detrás de la internacionalización literaria (reflejada en las traducciones y los premios) casi siempre está presente el estado. Fíjense los legales de Bajo la luna y la entrevista a la traductora sobre el rol de LTI Korea, y este artículo de hace ya unos años: https://www.newyorker.com/…/can-a-big-government-push…
¿Y en Argentina?
Desde 2009 teníamos el Programa Sur, admirado y copiado por toda Latinoamérica, y este gobierno lo redujo al 10%. Hay plata para alquilar trolls y comprar aviones de guerra, pero ignoran el concepto “soft power” de los países que dicen admirar. https://www.infobae.com/…/reducen-a-un-10-el-programa…/Si algo me dice la experiencia dando clases es que las generaciones más jóvenes leen, ven y escuchan obras de Japón y Corea tanto o más que de países occidentales. Es hora de abrir los estudios más allá de ese paradigma. Hagan fuerza, reclamen, ustedes también son la academia.
(Opinión tomada del facebook del autor)
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Diego Sztulwark: “La subestimación a Milei es su propio combustible”
Junto a Diego Sztulwark recorremos las preguntas que nos agobian a un año de gobierno de Milei: ¿Cómo fué posible? ¿Por qué dura? ¿Qué hacer para enfrentarlo? Reflexiones sobre el nuevo capitalismo mundial, la aceleración como estrategia para la parálisis social. El grotesco reinado de la improvisación política y el desencanto sin fin. La claudicación de la necesidad de un pacto social. “Estamos todos tan apurados, corriendo, corriendo, que no nos da tiempo para estallar”. Y más…
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Nace una estrella: “Supernova”
Panamá Revista lanza su suplemento dominical en formato digital: Supernova. Será bilingüe, en español e inglés, con la idea de trascender fronteras e incorporar a la Argentina los grandes temas de debate mundial. Una estética cuidada, con ilustradores nacionales. Su primer número está dedicado al binomio “Comunismo y Libertad” y trata sobre el retorno de estas dos viejas palabras que parecían sepultadas ¿qué son los comunistas y cómo se entiende la libertad hoy? Con una entrevista exclusiva a Jorge Castañeda.
En tiempos de hambruna intelectual, le damos la bienvenida a este nuevo proyecto periodístico, y entrevistamos a Pablo Touzón, uno de los fundadores y director editorial de Panamá revista quien nos cuenta cómo surgió la idea y quiénes son los realizadores.
LCV: Contanos qué significa este nuevo trabajo sin red, de lanzarse con un material dominical de pensamiento. ¿Por qué se llama Supernova?
—Nosotros en Panamá, hasta hace tiempo que veníamos pensando, por la generación que somos, somos hijos de los ‘90 en un punto, nos gustaba mucho en ese momento el Radar de Página 12, el Radar de aquella época de los 90, que era esa revista dominical que era parte de Página 12, pero también una especie de identidad aparte. Uno podía leer solo el Radar, eventualmente sin el resto de Página 12, aunque en ese momento funcionaban de manera sincrónica, pero también separada. Nos gustaba la idea del suplemento dominical, que hoy, simplemente por cómo cambió la tecnología y la edición de las revistas en general, se tendió a perder. Primero el formato, nos gustaba la idea del domingo como un lugar donde uno tiene lecturas más largas, más profundas, tal vez más inactuales en el sentido de la coyuntura, pero que son igual de nutritivas o más. Después, parte del asunto también era pensar como una suerte de suplemento futuro, en el sentido que nos gustaba la idea de abordar temas más globales desde la Argentina. Siempre tiende a haber una especie de caracterización que nosotros estamos en contra, que es la idea de que uno cuando está en un país periférico del sur, solo tiene que hablar de lo suyo, como que no pudiese meterse en los grandes temas. A mí siempre me gustó una idea de la argentinidad, hay una cosa que escribe Borges al respecto, pero es una argentinidad más universal, más global, como el jugador argentino que se destaca en el exterior ¿Por qué no con las plumas nuestras, atravesar un poco la barrera idiomática? Por eso el suplemento también está en inglés. Y por qué no adentrarse en temas que supuestamente son del centro, de los países que están más en el centro del mundo editorial y en el centro del mundo político. Entonces eso nos gusta, esa osadía de meterse con temas globales. Por eso también lo traducimos al inglés, para que eso pueda ser leído. Pero a la vez nos gusta también la idea de otra visión argentina, que es la de la buena importación. Traer a la Argentina autores y textos y entrevistas de gente que no es argentina y que puede ser interesante para leer acá, pero nuestra clave.
LCV: ¿Cómo está conformado el consejo editorial, si es que lo hay, o cómo se eligen las plumas que van a estar en Supernova?
—Tiene dos editores de lujo que son Tomás Borovinsky y Alejandro Galeano, Bauer en Twitter, el sociólogo historiador que de hecho han trabajado y fueron parte del equipo fundacional de Panamá. Después cada uno siguió su derrotero y hoy vuelven como quien fuese a regrupar la vieja banda de rock, para este proyecto. Los dos son los dos más globales que nosotros tenemos, en el sentido de estar atentos a lecturas del mundo, de lo que está sucediendo, editores, los dos han tenido carreras como escritores y como editores muy interesantes. La idea era un poco juntar al equipo primigenio de Panamá para lanzar este proyecto con el apoyo de los directores editoriales de la revista pero el grueso del trabajo va a estar a cargo de ellos dos, en la selección, la búsqueda y la escritura de texto, porque nos parecía que eran lo mejor de los nuestros para este tipo de proyecto. Va a tener un tema por mes, va a salir todos los domingos, pero cada domingo durante un mes va a tratar sobre un tema en particular con un apelativo genérico. Apelamos a la libre imaginación creativa de los autores. Supongamos, el primero es comunismo y libertad. Un poco trata sobre el retorno de estas dos viejas palabras, escuchadas de los años 90, 80 y la idea de la libertad tal y como se la entiende hoy. Decíamos no es lo mismo decir comunismo y libertad en la década del 60 del siglo XX, que decirlo ahora. La búsqueda es ¿qué decimos hoy cuando decimos libertad y cuando decimos comunismo? Entonces llamamos autores de distintos países para que opinen con esta consigna, pero muy libremente, pueden ser novelistas, pueden ser artistas, no se trata solamente de una revista de tipo ciencias sociales, sino que nos interesa más un abordaje más cultural, más amplio, más diverso y más dinámico, que simplemente hacer como una especie de académicos opinando sobre un tema.
LCV: Me importa mucho destacar el tema de que es de una lectura abierta, no es una lectura para entendidos.
—Es encontrar el punto de equilibrio entre la profundidad y la masividad y que no sea una cosa estúpidamente erudita, no sé si nos saldrá, recién empezamos pero en Panamá nos salió. Creo que acá también, sin resignar un poco la identidad, que sí, efectivamente, como nosotros decimos en la introducción, no busca el clickbait fácil, o sea, busca algo un poquito más profundo, pero sin que eso se convierta en una especie de erudición académica al pedo. Es un poco el desafío que tenemos y que asumimos.
LCV: Tienen una estética muy cuidada. Requiere de un equipo de gente que esté trabajando esa estética y una elección de ustedes en cuanto a los ilustradores e ilustraciones. ¿Quiénes son? ¿Cómo lo hacen? ¿Cómo lo pensaron? ¿Por qué? ¿Qué quieren comunicar?
—La página la hacemos en conjunto con una agencia creativa que se llama Jupla, que nos ayudó a armar la página y el concepto del logo y demás cuestiones, que creo que quedó bastante lindo. También, así como hay un tema por mes, va a ver un ilustrador argentino por mes que va a tratar de llevar al dibujo los temas que se vayan sucediendo. Nos parece además una manera de promover la ilustración argentina para los lectores que tengamos. Además una forma de dar una traducción, justamente como decía antes, no tiene que tener una traducción académica. Entonces el dibujo también es una forma de comunicación absoluta.
LCV: Además desde la ilustración a la historieta, hay una tradición decir cosas a través de los dibujos. Así que me pareció un rescate importantísimo a mí.
—Estamos arrancando, pero un poco la idea, con humildad, es tratar de poner todo junto eso que contaba recién. Obviamente la idea que sea una vez por domingo, es sacar la presión de la actualidad más frenética. Entonces decir, bueno, este mes es sobre x tema, en este caso comunismo y libertad, el próximo se va a llamar futuro, así con lo vago que es esa palabra, pero justamente para estimular la imaginación de los autores, como diciendo bueno, a ver qué te dice a vos. Puede ser los futuros de las ciudades, puede ser el futuro de la tecnología. Es como un poco salir a apelar un poco la imaginación, básicamente.
LCV: ¿Por qué Jorge Castañeda en la primera entrevista?
—Él había escrito un libro que se llamaba La utopía desarmada en el ‘94, que era sobre le destino de las izquierdas latinoamericanas después de la caída del Muro de Berlín. Lo que nos convocó a contacarlo es, dado que el primer número es sobre comunismo y libertad, es qué queda hoy de esa interpretación. Cómo cambia el panorama de las izquierdas latinoamericanas visto 40 años después de aquel gran momento, gran hito, y en un momento confuso. Porque uno tiene la crisis del chavismo como especie de ultimo avatar de la izquierda latinoamericana pero también tiene el retorno de Lula, la victoria de Yamandú Orsi en Uruguay. Después se habló de otras cosas pero es el puntapié para alguien que se ve ocupado sistematicamente a analizar lo que pasa en las izquierdas de México para abajo, ver cómo es eso hoy.
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Luciano Galfione: “Competimos contra jornadas laborales de 16 horas y trabajo infantil aceptado”
Mientras el gobierno avanza en la apertura de importaciones, las PYMES e industrias familiares intentar resisitir, una vez más, el embate. Uno de los sectores más golpeados es el textil, con una larga tradición de empresas familiares que van pasando de generación en generación. Para Luciano Galfione, Presidente de la Fundación Pro Tejer, ser textil forma parte de su ADN, por eso lo invitamos a pasar por La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores. “Todo el tiempo a nosotros nos cruza el textil, cada vez que nos levantamos, hasta que nos acostamos”, asegura. Una vocación que viene de la cuna. Siempre innovando pero manteniendo la tradición familiar.
Con su empresa Textil de los Andes, recorre la puna catamarqueña visitando a sus proveedores, comunidades originarias que trabajan con fibras autóctonas: llama, la vicuña, el guanaco, la lana merino, entre otras. Orgulloso de formar parte de Pro Tejer, explica: “Somos una fundación y no una cámara. La Asociacion Obrera Textil forma parte de la Fundación Pro Tejer, por eso nucleamos a toda la cadena de valor entera y en esa cadena están los estudiantes, los trabajadores, los empresarios, está todo el sistema cientifico tecnolgico como el INTI, el INTA, por eso nuestra fundación es tan transversal y tan representativa de toda la cadena.”
No le teme a la competencia pero requiere igualdad de condiciones: “Lo que vemos a diario es que cada vez se flexibilizan más condiciones para el importador y al productor nacional nos suman obstáculos, nos pone en una cancha absolutamente inclinada y lo único que pedimos nosotros es que esa cancha se nivele y después jugar de igual a igual.” Por otro lado, sincera una situación de inequidad global: “Competimos contra sueldos de 80 dólares, jornadas laborales de 16 horas admitidas por ley, sin aguinaldo, sin jubilación, con el trabajo infantil aceptado. Contra esto competimos.” Sobre el futuro no tiene dudas: “sin una industria fuerte, no habrá trabajo.”
LCV: Contame cómo se llama tu empresa, a qué se dedica y qué hace que tengas que estar trabajando una semana en Catamarca.
—Una de las empresas a la que nos dedicamos se llama Textil de los Andes, es una empresa que trabaja con todas fibras autóctonas de la Argentina, como es la llama, la vicuña, el guanaco, la lana merino y demás. En particular, esta vez, como tenemos una marca de ropa también, fuimos a hacer la campaña de invierno, estuvimos recorriendo toda la puna catamarqueña y visitando a nuestros proveedores, que son las comunidades originarias.
LCV: ¿Qué es el ADN textil?
—El adn textil tiene que ver con esto que nos pasa a quienes nos dedicamos a este sector, esencialmente empresas familiares, empresas pymes, que son generacionales y que además el textil en la Argentina es un sector que viene atravesado por generaciones, pero además viene atravesado en nuestro cotidiano. Todo el tiempo a nosotros nos cruza el textil cada vez que nos levantamos, hasta que nos acostamos y hasta en nuestro vocabulario, yo lo decía un poco en mi discurso, palabras que no son mías sino que leí de un libro de Cynthia Edul que son hermosas. Por ejemplo, decimos cotidianamente “hay tela para cortar” o “tiene un nudo en la garganta”.
LCV: ¿Cuáles son las defensas que ustedes pueden ejercer respecto de la apertura indiscriminada de importaciones?
—Nosotros lo que lo que decimos es que estamos en condiciones de competir, todo el tiempo estamos compitiendo con el exterior, pero la realidad es que pedimos que esto sea en igualdad de condiciones. Lo que vemos a diario es que cada vez se flexibilizan más condiciones para el importador, para quien trae todo producto de afuera y sin embargo al productor nacional, que es en definitiva el que da empleo, el que genera riqueza y demás, lo único que pasa es que cada vez tiene más obstáculos y entonces esto nos pone en una cancha absolutamente inclinada y lo único que pedimos nosotros es que esa cancha se nivele y después jugar de igual a igual. No pedimos nada extraordinario pero sí tener la misma pista, la misma cancha, porque si no, es jugar un partido que ya perdimos antes de arrancar, por cosas que no dependen de nosotros. El inclinar una cancha o no inclinar una cancha no depende de nosotros. Esas condiciones no las ponen los jugadores. Nosotros sabemos bien jugar el partido, nos hemos entrenado, siguiendo la metáfora, porque hemos invertido, tenemos tradición y por eso sabemos hacer lo que sabemos hacer. Lo sabemos hacer y lo hacemos bien. Pero bueno, si a Messi lo ponemos en una cancha llena de pozos y sin líneas en la cancha, y del otro lado ponemos una cancha europea toda recién cortadito el pasto y demás, va a ser muy difícil, por más que tengamos a Messi, va a ser muy difícil que gane un partido.
LCV: Y lo más probable es que se esguince, además.
—El textil se ha esguinzado muchísimas veces a lo largo de nuestra historia y así y todo nos hemos recuperado, porque hasta tenemos buenos médicos para recuperarnos de un esguince. Pero bueno, la verdad es que cada vez que nos esguinzamos lo que ocurre es que arrancamos muy desprotegidos respecto de los demás.
LCV: Quiero saber cuál es tu opinión respecto de las medidas que salieron después de las muy duras opiniones de los industriales respecto del gobierno nacional. ¿Son efectivas? ¿Tienen algún sentido? ¿Son más de lo mismo?
—Es un poco más de lo mismo. Lo que creo es que en la Argentina tenemos que entender que esto no es un tema de uno contra otro, de ideología de un lado, ideología del otro. Creo que debemos ser más pragmáticos en la Argentina y empezar a ver un poco qué es lo que hace el mundo, hacia dónde va ese mundo desarrollado, que es en definitiva el mundo al que nosotros aspiramos como sociedad, y ver lo que ellos hacen. Cuando uno ve esto, lo que encuentra es que todos los países desarrollados del mundo, de más de 40 millones de habitantes, que se parecen al nuestro, ante todo son potencias industriales. Entonces, es imposible pensar un país desarrollado como la Argentina, tan diverso, tan grande, con tantos habitantes, sin una industria pujante, una industria que crezca, una industria que motorice sectores a lo largo y ancho de todo el país. Entonces, después podemos decir si es por un poquito por acá o un poquito por allá, pero la realidad es que en la Argentina, si no hay una industria fuerte, una industria pujante, no va a haber trabajo para todos. Esto hay que grabárselo a fuego, porque la realidad no es si se salva un empresario más, un empresario menos. Esto no se trata de eso. No se trata si a mí, Luciano Galfione, me conviene más, me conviene menos. Es lo que le conviene a la Argentina.
LCV: Tampoco se trata de estar llorando.Ustedes no están llorando, están pidiendo simplemente igualdad para la competencia. Ustedes quieren competir, no quieren regalos.
—Absolutamente. Pero además la historia nos ha marcado esto. Nosotros competimos todos los días de igual a igual. Y en el sector nuestro mucho peor, contra las peores prácticas del comercio internacional. Competimos contra sueldos de 80 dólares, jornadas laborales de 16 horas admitidas por ley, sin aguinaldo, sin jubilación, con el trabajo infantil aceptado. Contra esto competimos. Porque eso es lo que viene del sudeste asiático cada vez que compramos una prenda importada. Entonces, la realidad es que estamos acostumbrados a competir. Si nosotros queremos una sociedad más justa, más inclusiva, con mejores salarios y demás, entonces competir de igual a igual significa que el Estado es el que regula esas asimetrías. Salvo que querramos esa sociedad para nuestros compatriotas, que yo no estoy dispuesto a tener. Es por eso que los países hacen este tipo de medidas. No lo hacen solamente para tener empresarios y tener beneficios para los que cazan en el zoológico. No. No se trata ni de cazar en el zoológico, no se trata de nada. Se trata de equiparar asimetrías para tener una sociedad un poco más acorde a lo que queremos nosotros y comparándonos con los países a los que nos queremos parecer. De eso se trata.
LCV: Me emocionó mucho la apertura y todo lo que significan los detalles inclsivos que tuvieron con la FADU, con talleres con personas con discapacidades, en fin, mucho más para decir que solamente “esta remera está cara”.
—Forma parte de nuestra composición como fundación, todo lo que tiene que ver con las universidades, con el sistema científico tecnologico. Por eso somos una fundación y no una cámara. La asociacion obrera textil forma parte de la fundación Pro Tejer, por eso nucleamos a toda la cadena de valor entera y en esa cadena están los estudiantes, los trabajadores, los empresarios, está todo el sistema cientifico tecnolgico como el INTI, el INTA, por eso nuestra fundación es tan transversal y tan representativa de toda la cadena.